Batalla de Chiclana (1811)

La Batalla de Chiclana tiene lugar el 11 de marzo del año 1811 en el término municipal de esta localidad enfrentando a las tropas aliadas angloespañolas contra las del ejército francés.
La historia de esta batalla se remonta al día 7 de febrero de 1810 cuando una parte del ejército invasor en su afán de ocupar la ciudad de Cádiz entra en la entonces villa de Chiclana.
Cádiz era entonces el objetivo a cubrir, ya que fue en esta ciudad donde se había refugiado la Junta Suprema del Gobierno de la Nación, que tras huir desde Sevilla, la primera determinación fue la de declarar oficialmente la guerra a Napoleón, estableciendo una triple alianza contando con el apoyo de Inglaterra y Portugal.
Con ese motivo el ejército francés establece en Chiclana gran parte de las fuerzas destinadas a sitiar las plazas de la Isla de León (hoy San Fernando) y Cádiz, las únicas ciudades españolas que el invasor nunca llegarían a ocupar.
Como consecuencia de la entrada de los franceses en Chiclana se paralizan las obras que entonces se estaban acabando en su Iglesia Mayor, y que los invasores utilizarían sin reparo como cuartel y caballerizas.
Al frente de las tropas españolas se nombra al teniente general don Manuel Lapeña, por entonces Capitán General de Andalucía y jefe interino del Cuarto Ejército, quien disponía de más de 6.000 soldados que formaban un ejército muy heterogéneo, entre las que había 500 unidades de caballería y 7 unidades de apoyo de artillería.

Mapa con indicación del despliegue de tropas sobre La Loma.
El mando de la parte aliada corría a cargo de sir Thomas Graham, asimismo teniente general y contaba con un ejército, algo menor, estaba formado por unos 5.100 soldados, entre los que había 206 jinetes y 10 cañones, sumando unidades británicas y portuguesas.
El Jefe del Estado Mayor de las tropas expedicionarias era el brigadier don Luis Lacy, persona de indudable capacidad para el cargo, pero de carácter fuerte que motivaría más de una situación de enfrentamiento entre las propias filas en torno a la acción bélica.
Y por último, estaba el general don José de Zayas, militar de gran valía y conocimiento, que acantonada en la Isla de León esperaba el momento oportun
Los efectivos franceses estaban dirigidas por el Mariscal Victor con su Primer Cuerpo del Ejército, que por entonces contaba con unos 23.000 soldados.
Y algo más rezagado, en el frente oriental se encontraba el Cuarto Cuerpo de las tropas del Mariscal Sebastiani con 19.000 soldados más, que desde Málaga y Granada estaba preparado para ayudar al primero.
Tras varias escaramuzas por ambos bandos, hacia la una de la tarde el general Graham recibe aviso de que el enemigo se presentaba en el llano, y sin consultar ni esperar instrucciones de Lapeña decide hacerles frente, cosa que luego justificaría diciendo que creía en peligro a su general en jefe y a su Estado Mayor.
Graham forma dos grupos, uno a la izquierda mandado por el coronel Wheatley y otro a la derecha por el brigadier Dilkes. En el centro el mayor Duncan situó sus diez artillerías con un eficaz fuego contra la división de Leval.
Los 1.764 soldados de la brigada del coronel Wheatley avanzaron donde fue decisivo el batallón de Reales Fusileros Irlandeses que llegaron sin disparar hasta a menos de 60 metros de los batallones franceses.
Cuando hicieron fuego y se lanzaron con las bayonetas provocó claramente que el enemigo huyera de forma desordenada, siendo perseguido y también quedó totalmente desorganizado.
Como consecuencia, los imperiales sufrieron 720 bajas de los 1.460 soldados que formaban sus dos batallones, pues durante el conflicto entre otras cosas perdiendo artillería y estandartes.
A su vez, por el lado derecho Dilkes atacó a la división francesa Ruffin que estaba formada por 1.221 soldados y de nada sirvió el contraataque francés de los granaderos de Chaudron-Rousseau mandados por Victor, con un total de 6.000 soldados. Victor trataría de reorganizar sus fuerzas en un último intento, pero al verlo inútil ordenó la retirada.
El combate contra las columnas de Ruffin y Leval duró poco más de media hora, y en esa franja de tiempo los franceses tuvieron más de 2.000 bajas entre muertos y heridos, además de 400 prisioneros, entre ellos Ruffin, herido de gravedad. Por su parte, Graham perdió 1.241 soldados entre muertos y heridos, y los españoles, unos 300 soldados.
Al anochecer de ese día 5 de marzo, Graham y Lapeña se entrevistan en la cercana Casa del Coto (o Casa del Guarda), para planificar acciones futuras; pero la pugna entre ambos mandos hace que de modo inesperado Graham se retira del lugar de la batalla y atraviesa el puente de barcas en dirección hacia la Isla de León.
Ante el comunicado de Graham de su negativa a colaborar en una posible maniobra que podía suponer el repliegue decisivo de los franceses, Lapeña se dirije a caballo a informar al Consejo de Regencia y propone continuar las acciones sin ayuda de los aliados.
Y sin esperar respuesta volvió al frente quedando a la espera durante todo el día siete. Al día siguiente, y a través de un comunicado oficial, Lapeña es destituido del mando de las tropas expedicionarias, siendo sustituido por el General Zayas.
Fuente: http://enciclopedia.us.es/index.php/Batalla_de_Chiclana_(1811)#:~:text=El%20combate%20en%20la%20Loma%20del%20Puerco,-la%20Casa%20del&text=Graham%20forma%20dos%20grupos%2C%20uno,contra%20la%20divisi%C3%B3n%20de%20Leval.