Batalla de Okehazama

La batalla de Okehazama ocurrió en mayo de 1560 donde Oda Nobunaga venció a Imagawa Yoshimoto, y se estableció como uno de los daimyō más importantes en el período Sengoku y fue la primera en una serie de campañas exitosas de conquistas militares de Nobunaga en el Japón.
El 12 de mayo de 1560, Yoshimoto Imagawa, con un ejército de 25.000 hombres, marchó desde Sunpu (Shizuoka) hacia Kioto y él tras entrar en los territorios del clan Oda en la provincia de Owari, tomó las fortalezas fronterizas de Washizu y Marune antes de el acampar en un cañón boscoso conocido como Dengaku-hazama.
Como consecuencia de este movimiento realizado por Yoshimoto, Oda Nobunaga fue informado por sus exploradores, y así dirigió a su ejército a posicionarse en un templo llamado Zenshōji.
Si Nobunaga hubiera decidido un ataque frontal, seguramente habría perdido la batalla, pues su ejército era superado en número en una relación de diez a uno por el de Imagawa.
Por otro lado, defender Zenshōji atrincherados no era práctico, pues no podrían aguantar más que unos pocos días y en vista de esa situación, el líder de los Oda decidió un ataque sorpresa al campamento de Imagawa.
Nobunaga dejó un pequeño grupo de soldados en el templo como señuelo, para llamar la atención del ejército enemigo y distraerlo de su fuerza principal, compuesta de unos 3.000 hombres, que se estaba moviendo hacia su campamento de forma tortuosa a través de las colinas boscosas.
El ejército de Imagawa no esperaba un ataque, y no estaban en alerta gracias al increíble calor que estaba haciendo entonces y así la posibilidad de que detectaran la aproximación de las fuerzas de Oda se desvaneció aún más por el repentino aguacero y tronada que cayeron mientras los atacantes hacían sus movimientos finales hacia el campamento.
Cuando el temporal pasó, los hombres de Oda entraron en el campamento desde el Norte, y los soldados de Imagawa, tomados así completamente por sorpresa, huyeron en desorden y además dejaron la tienda del comandante indefensa, mientras los soldados de Oda se acercaban más hacia ella.

La tumba de Yoshimoto Imagawa en Okehazama
Yoshimoto Imagawa, ignorante de lo ocurrido, escuchó el ruido y salió de su tienda gritando a sus hombres que mantuvieran así la compostura (pues creía que estaban ebrios) y regresaran a sus puestos.
Cuando se dio cuenta, momentos más tarde, que los samurái ante él no eran los suyos, fue demasiado tarde: esquivó el ataque de la lanza de un samurái, Hattori Koheita, pero fue decapitado por otro (Mori Shinsuke) y la batalla apenas duró dos horas.
Con su líder muerto, y con sólo dos de sus oficiales superiores vivos, los oficiales de Imagawa desertaron para unirse pues a otras fuerzas, y en poco tiempo la facción Imagawa fue destruida.
La victoria de Nobunaga Oda fue considerada milagrosa, y además constituyó con ello ser el primer paso hacia su sueño de llevar a cabo la unificación de Japón.
Uno de los oficiales que desertaron de la facción Imagawa fue Motoyasu Matsudaira de la provincia de Mikawa, junto con Honda Tadakatsu.
Matsudaira formó su propia facción en Mikawa, y más tarde se convertiría en aliado de Nobunaga Oda, y el último de los Grandes Unificadores.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Okehazama