Batalla del Paso de Kasserine

A principios de 1943, las fuerzas ítalo-germanas del Afrika Korps del mariscal Erwin Rommel se habían apropiado de Túnez después de la retirada sobre Egipto y Libia tras la derrota en la Batalla de El-Alamein frente al VIII Ejército Británico del mariscal Bernard Montgomery, y especialmente a causa del desembarco de contingentes de Estados Unidos sobre el África Occidental Francesa en Argelia y Marruecos durante la “Operación Torch”.
Como por aquel entonces el “Zorro del Desierto” sabía que el Ejército Estadounidense todavía era débil y sus tropas carecían pues de experiencia, optó por arremeter contra sus vulnerables posiciones en la frontera argelino-tunecina y sorprenderlas en el Paso de Kasserine.
La situación del Eje sobre la denominada “cabeza” de Túnez favorecía la defensa por ser un entorno natural entre las costas del Mar Mediterráneo, la Cordillera del Atlas y el Desierto del Sáhara con abundantes cadenas montañosas y dorsales sobre llanuras de roca y arena donde se desplegaban las fuerzas del I Ejército Italiano del general Giovanni Messe y del V Ejército Alemán del general Jürgen Von Arnim.
Ambas agrupaciones que contaban con 100.000 soldados ítalo-germanos dividieron sus fuerzas para contener a los Aliados, o sea, concretamente 70.000 sobre la “Línea Mareth” para impedir el paso al VIII Ejército Británico desde la frontera con Libia por la Tripolitania y 30.000 por detrás de Tébessa para cerrar el tránsito al II Cuerpo Estadounidense desde la frontera con Argelia.
El mariscal Erwin Rommel, artífice de las grandes victorias sobre África entre los años 1941 y 1942, sabía que en el sector que era custodiado por el II Cuerpo Estadounidense junto a Argelia, las fuerzas ítalo-germanas tenían más posibilidades de asestar un gran golpe a sus oponentes si se adelantaban atacando los primeros en lugar de permanecer atrincherados a la espera de que lo hiciese el enemigo, ya que como los norteamericanos todavía eran muy débiles y su experiencia en combate era mínima, se desmoronarían a la primera arremetida.
Así fue como el “Zorro del Desierto” ideó una ofensiva de carácter local sobre la frontera argelino-tunecina mediante unas dos alas convergentes que se desplegaron del siguiente modo: la primera conformada por elementos del I Ejército Italiano marcharía hacia Gafsa con las 131ª y 136ª Divisiones Blindadas “Centauro” y “Giovanni Fascisti”, la 101ª División Motorizada “Trieste”, luego la Agrupación Sahariana y las 1ª, 16ª y 80ª Divisiones de Infantería “Superga”, “Pistoia” y “Spezia; mientras que otros elementos del V Ejército Alemán se dirigirían hacia Sidi Bou Zid con las columnas acorazadas de las 10ª, 15ª y 21ª Divisiones Panzer, más la 90ª División Ligera y la 164ª División de Infantería, las cuales dispusieron de unos pocos modelos de los nuevos y poderosos tanques Tiger.
A principios de 1943 las tropas de Estados Unidos no tenían ninguna experiencia en combatir tanto contra el ejército Alemán o el ejército Italiano, ya que desde su entrada en la Segunda Guerra Mundial los soldados norteamericanos solamente se habían batido contra Japón en la Guerra del Pacífico o en todo caso contra la Francia de Vichy durante la “Operación Torch” en la zona el África Occidental Francesa.

El general Rommel en campaña, dirigiendo las operaciones desde primera línea
A raíz de tal motivo, el general Dwith Eisenhower que se encargaba de coordinar el esfuerzo bélico de los Aliados, ordenó así al II Cuerpo Estadounidense que ya se encontraba dentro de Túnez, concretamente entre Sfax y Sidi Bou Zid, atrincherarse a sabiendas de que todavía sus hombres no estaban preparados para atacar a los profesionales y veteranos soldados ítalo-germanos.
Así fue como todos los contingentes situados sobre la frontera argelino-tunecina, se convirtieron en fuerzas de bloqueo al Afrika Korps con las siguientes unidades: el II Cuerpo Estadounidense del general Lyod Ferdenhall con la 1ª División Blindada, la 1ª División de Infantería “Big Red One” y las 9ª y 34ª Divisiones de Infantería; la Fuerza Expedicionaria Británica por medio del general Kenneth Anderson con la 1ª Brigada de Infantería y el Regimiento de Guardias “Coldstream”; y el XIX Cuerpo Francés Libre del general Henri Giraud con la División de Marcha Marroquí, la División de Marcha Argelina y la División de Infantería Argelina “Orán”.
La mañana del 19 de Febrero de 1941 el Afrika Korps inició el avance hacia la frontera con Argelia tras designar el mariscal Erwin Rommel como objetivo prioritario la conquista previa del Paso de Kasserine, que era la principal ruta de acceso custodiada por el II Cuerpo Estadounidenses.
Después de un bombardeo preliminar de artillería y el ataque desde el aire de oleadas de Stukas, la 21ª División Panzer y algunos elementos menores del I Ejército Italiano chocaron contra la primera línea defensiva sostenida por una mezcolanza de unas tropas adscritas a la 1ª División de Infantería “Big Red One” y a la 34ª División de Infantería, así como algunas unidades menores de la Fuerza Expedicionaria Británica y el XIX Cuerpo Francés Libre.
Contra todo lo esperado los tanques germanos y las tropas de élite italianas “Bersaglieri” arrollaron las defensas de los Aliados con relativa facilidad, pues en menos de veinticuatro horas les expulsaron de sus atrincheramientos y se apoderaron así de la ciudad de Sbiba que cayó el 20 de Febrero.

Soldados del ejército Estadounidense en la Batalla del Paso de Kasserine.
A las 8:30 horas de la mañana del 20 de Febrero comenzó la Batalla del Paso de Kasserine cuando soldados italianos “Bersaglieri” de la 131ª División Blindada “Centauro” y granaderos alemanes de las 10ª y 15ª Divisiones Panzer cargaron repentinamante por los flancos de los Aliados, rodeando la cadena montañosa de 150 metros y cayendo sobre una llanura de 800 metros de ancho, en la que se hallaban desplegadas las tropas estadounidenses a lo largo de un tramo de 2 kilómetros sobe el desierto.
Ante lo inesperado del ataque que tuvo un éxito incuestionable porque los asaltantes tomaron la ciudad de Kasserine y su castillo medieval, a las 10:00 se unieron de frente los tanques ítalo-germanos, entre estos algunos Tiger, los cuales sobre la Carretera Nº13 terminaron de desalojar a los últimos rezagados norteamericanos que huyeron despavoridos en torno a las 1:00 horas del mediodía.
Veinticuatro horas más tarde, el 21 de Febrero, acudió en ayuda de la 1ª División de Infantería “Big Red One” los tanques de los Sherman y Stuart M3 de la 1ª División Blindada que apenas pudieron hacer nada para contener a los carros alemanes Tiger y los Panzer IV, así como a unas pocas tanquetas italianas Semovente.
Ante la incuestionable superioridad técnica de los tanques germanos tanto en blindaje como en el cañón de la torreta, entonces los norteamericanos se retiraron a sabiendas de que no tenían ninguna posibilidad, por lo que de manera inmediata, las tropas del Eje dejaron atrás el Paso de Kasserine, avanzaron 2 kilómetros sobre la Carretera Nº13, cruzaron la frontera con Argelia a través del sector de Djebel Semmama y conquistaron la estratégica ciudad argelina de Tébessa.
La jornada del 22 de Febrero de 1943 se produjo el inevitable choque entre la 1ª División Blindada y la 1ª División de Infantería “Big Red One” contra la 15ª División Panzer y la 131ª División Blindada “Centauro”.
Como en aquella ocasión la retirada era imposible debido al colapso de tráfico y a los continuos problemas que generaba con ello el entorno desértico, ambas formaciones se enfrentaron en una terrible batalla, cuyo desarrollo se decantó por ello en detrimento de los norteamericanos, incapaces con sus tanques Stuart M3 y Sherman de penetrar la coraza de los Tiger que con sus cañones de 88 milímetros destrozaron a infinidad de carros enemigos.
A la matanza también se unió la infantería italiana y alemana que por ser mucho más experimentada no tuvo dificultad alguna en arrollar a los estadounidenses, quienes por culpa de la confusión reinante no supieron sacar provecho del soporte aéreo, todo lo contrario que el Eje que disfrutó del apoyo táctico de bombarderos en picado Stukas.

Mapa de Túnez y Argelia durante la campaña de 1942-1943.
Gracias a aquella impresionante victoria del mariscal Erwin Rommel, se destruyeron más de un 100 tanques norteamericanos y se hicieron 571 prisioneros a costa de perderse tan sólo 20 carros germanos del Afrika Korps.
El próximo objetivo del Afrika Korps era el dispositivo de los Aliados entre Thala y Le Kef que fue atacado por la 10ª División de Panzer el 23 de Febrero. No obstante y contra todo lo esperado, los carros germanos que avanzaban sobre la carretera adentrándose sobre un sector muy bien protegido por trincheras, fortificaciones y una violenta barrera de 84 piezas de artillería.
Concretamente 48 cañones de la 9ª División de Infantería Estadounidense y 36 bocas de la Fuerza Expedicionaria Británica, que se cebó contra sus filas matando a numerosos alemanes y destruyendo algunos blindados pues milagrosamente pues los italianos y los germanos sufrieron un ralentizamiento en su progreso, todavía tuvieron la capacidad suficiente para repeler un contraataque de los norteamericanos, a los que pusieron en retirada y destruyeron 38 tanques y 28 camiones.
Cuando el Afrika Korps estaba a punto de alcanzar Thala y peleaba junto a las orillas del Río Hatab, tuvo lugar un hecho fortuito que modificó el curso de la campaña de Túnez.
Todo sucedió después de que en uno de los flancos entre las dunas del desierto, aparecieron cinco tanques estadounidenses que se habían extraviado y atacaron un grupo de carros germanos entre los que se encontraba el general Jürgen Von Arnim.
Aunque los alemanes no sufrieron bajas durante el breve encuentro y destruyeron con facilidad a los cinco tanques del ejército de EE.UU., el general Jürgen Von Arnim que lideraba el V Ejército Alemán, interpretó que la presencia de esos blindados respondía a que sus oponentes poseían unas reservas mucho mayores de las supuestas y que estaban organizando una contraofensiva, algo que era totalmente erróneo porque el II Cuerpo Estadounidense se hallaba en una situación pésima y vulnerable.
De este modo y tomando una decisión unilateral sin consultar al mariscal Erwin Rommel, ni tampoco a sus superiores del Estado Mayor Alemán en Berlín, el general Jürgen Von Arnim ordenó la retirada total de Argelia, poniendo fin a la Batalla del Paso de Kasserine e interrumpiendo su exitoso avance por Argelia.
La injustificada retirada de los elementos del V Ejército Alemán por parte del general Jürgen Von Armin, dejó a las unidades del Afrika Korps del mariscal Erwin Rommel y del I Ejército Italiano del general Giovanni Messe en una situación expuesta y muy peligrosa en la demarcación con Argelia, pues al no contar con un ala de avance en su flanco, se arriesgaban a ser contraatacadas y embolsadas por los Aliados.
Así fue como justo después de recibir los comandantes una fuerte reprimenda por parte de un colérico y enfurecido Adolf Hitler, las fuerzas del Eje fueron autorizadas a retirarse nuevamente al interior de Túnez sobre una nueva línea de defensa entre Gafsa y Sbiba, las únicas posiciones que mantuvieron los ítalo-germanos desde el inicio de la ofensiva.
De hecho los mandos del II Cuerpo Estadounidense, que no dieron crédito a la repentina huida de sus victoriosos oponentes y tuvieron que efectuar varios vuelos de reconocimiento para asumir que era cierto, se apresuraron a reanudar la marcha en sentido contrario para recuperar el terreno perdido, reconquistando Sbiba y Feriana el 24 de Febrero, así como Sbeitla, Sidi Bou Zid y el Paso de Kasserine el 25.
Los Aliados sufrieron 10.080 bajas entre 6.054 muertos o heridos y 4.026 prisioneros, distribuyéndose en 9.500 estadounidenses (3.300 muertos, 2.200 heridos y 4.000 cautivos) y 500 franceses libres (300 muertos y 200 heridos), así como pérdidas materiales que sumaron la destrucción de 315 tanques, 104 semiorugas, 616 vehículos y 208 cañones.
El Eje sufrió 1.597 bajas entre 453 muertos, 536 heridos y 608 prisioneros (73 alemanes y 535 italianos), así como la pérdida material de 34 tanques, 67 vehículos y 14 cañones.
El resultado de la Batalla del Paso Kasserine que acabó con el cumplimiento de todos los objetivos asignados por el Afrika Korps y la posterior retirada del 70% del territorio conquistado, en realidad fue una incuestionable victoria táctica del Eje puesto que se cumplió el cometido principal que era dejar fuera de combate al II Cuerpo Estadounidense, cuyas divisiones quedaron inoperativas prácticamente dos meses hasta Abril de 1943, permitiendo a los ítalo-germanos disfrutar de un teatro de operaciones tranquilo en la frontera occidental de Túnez.
De hecho las pérdidas en hombres y material fueron gigantescas para los norteamericanos, quienes fueron capaces si quiera el de provocar un mínimo de bajas al enemigo, algo que derivó en una investigación por parte del Estado Mayor de Washington y en la destitución del general Lyod Ferdenhall por el general George Patton.
No obstante y a pesar de esta amarga experiencia en su primer combate contra el Ejército Alemán, el Ejército de los EE.UU. pues aprendería de sus errores y con el tiempo se convertiría en una fuerza militar muy competente que en 1945 llevaría a Norteamérica a ganar la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: https://www.eurasia1945.com/batallas/contienda/batalla-del-paso-de-kasserine/
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