Cristianismo: el fraude de un emperador
Eusebio de Cesarea y Lactancio fueron los autores de todos los libros del Nuevo Testamento
A esta conclusión ha llegado el investigador Fernando Conde Torrens y la plasma en su libro “Año 303. Inventan el Cristianismo“. Miles de horas de estudio y doce años indagando entre los Evangelios y demás textos de esa época han dado como consecuencia este extraordinario descubrimiento.
En el libro, una reconstrucción histórica en forma novelada, su autor expone año a año el proceso por el que Lactancio y Eusebio de Cesarea preparan en secreto la redacción de todos los escritos del Nuevo Testamento, Evangelios, Epístolas, Hechos y Apocalipsis para el advenimiento del Cristianismo. Simultáneamente, Constantino se hace dueño absoluto del Imperio, desplazando a todos los demás Emperadores…


Lactancio Eusebio de Cesarea
Lactancio fue el verdadero creador de la nueva religión, pero Eusebio se opuso a la falsificación y preparó los textos para dejar huellas de que todo era un invento. En el libro se detallan las tres técnicas que empleó: La doble redacción, las estructuras y los acrósticos, o firmas, en todos los escritos, ya que interpoló los que había escrito Lactancio a la muerte de éste.
En el libro se muestran como ejemplos 14 firmas de Simón, la mayoría múltiples, en Evangelios, Epístolas, pasajes de Flavio Josefo, Plinio el Joven y en la propia Historia eclesiástica, la obra más conocida de Eusebio de Cesarea. El autor demuestra que todos esos pasajes son obra de Eusebio y llevan su firma característica (Simón).
“Las consecuencias del mayor fraude de la historia de Occidente quedan en evidencia y ayudan a explicar muchos aspectos de nuestro mundo. La obra descubre además las raíces del odio hacia los judíos y hace un rápido repaso de las doctrinas que el Cristianismo sepultó”, comenta Fernando Conde Torrens.
El libro “Año 303. Inventan el Cristianismo” pone fin a una investigación que se inició en la Universidad de Tubinga (Alemania) en torno al año 1.850 y que ha durado 150 años. Sólo algunos investigadores independientes han trabajado en este tema. El autor, cuyos conocimientos de latín, griego y hebreo le permiten acceder a los escritos en su idioma original, señala que “lo más relevante de este libro es que aporta pruebas documentales de que estamos ante una manipulación gigantesca que ha durado 17 siglos y que ha afectado a tres continentes”.
Deja un comentario