El Altar de la Victoria

El Altar de la Victoria fue instalado en la casa romana del senado (la curia) que llevaba una estatua de oro de la diosa Victoria. El altar fue establecido por César Augusto en el año 29 a. C. para celebrar la clara derrota de Marco Antonio y Cleopatra en Actium.
La estatua representaba a una mujer con alas, que sostiene una palma y descendiendo para otorgar una corona laurel al victorioso. La estatua fue capturada por los romanos en 272 a. C. al rey Pirro de Epiro.
El emperador cristiano Graciano el Joven la quitó en 382 y después de su muerte, Quinto Aurelio Simmaco, prefecto de Roma y pagano, escribió al nuevo emperador, Valentiniano II, en 384 solicitando la reinstalación del altar.
Su petición fue satisfecha con una gran resistencia de Ambrosio, o sea, que era el obispo de Milán, quien llevó a cabo una gran presión sobre el joven emperador, en parte debido a la residencia de la corte imperial en Milán. El altar fue restaurado por Eugenio, durante su breve reinado (392–394).
Otras peticiones para restaurar la estatua fueron rechazadas en 391 por un decreto del emperador cristiano Teodosio I el Grande como parte de política de supresión de las viejas religiones paganas. Sin embargo, durante la visita del Emperador Honorio a Roma en 404, el altar se volvió a restaurar.
La Estatua de la Victoria se hallaba presente en el Senado Romano, de claro origen pagano y fuente de continuas disputas en la antigüedad tardía en el Imperio romano, donde las luchas de poder entre los senadores paganos y senadores cristianos hacían retirar la estatua y traerla al senado una y otra vez como símbolo de la dominación del cristianismo sobre el paganismo y viceversa.
Dicha disputa duró más de un siglo y llegó recibir el nombre de la guerra de las estatuas, ya que se supone que la sustitución de estatuas paganas era lo que provocaba gran agitación entre partidarios y detractores de las mismas.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Altar_de_la_Victoria