El fantasma de la casa Villa Verdi
Originalmente, la casa fue ocupada por sus padres, pero, después de la muerte de su madre, su padre volvió a Busseto.Verdi y Giuseppina Strepponi, la cantante de ópera con la que convivió antes de hacerla su esposa en uno de los primeros escándalos en que se vio involucrado llegaron a vivir en ella en 1851.
Verdi amplió la casa original de la propiedad mediante la adición de dos alas con terraza al frente, además de invernaderos, una capilla, y garajes para coches en la parte trasera y una expansión considerable de las zonas verdes que rodean la casa y la plantación de árboles, algunos muy exóticos, en su origen. Hoy en día, la villa es propiedad de descendientes de Verdi.
Sin embargo, a pesar de la gran belleza de la edificación este no es su mayor encanto pues alrededor de ella se tejen una serie de intrigas que acompañaron la vida del célebre compositor y que parece siguen después de su muerte y que hablan de una serie de misteriosas desapariciones, muertes y otros tantos sucesos los que aparentemente dejaron una huella tan profunda en la posada que incluso dejaron a sus propios fantasmas habitándola, dando para la historia una de las fotografías más misteriosa, más clara y más estudiada.
Habitación de Giuseppe Verdi
El 14 de noviembre de 2000 cuando se cumplian 103 años de la muerte de la anfitriona de la casa la fotógrafa Blanca Berlín encargada por Alonso Ibarrola, un apasionado de la ópera y los viajes le pide que saque unas fotos de la casa para ilustrar un reportaje suyo sobre las rutas de Verdi. Cuando comienza a escoger las mejores imágenes se encuentra con algo que no esperaba, un acompañante más de quien no habían tenido noticias, pues en el momento allí solo se encontraban la guiadora del museo, Alonso y Blanca; lo cierto del caso es que la imagen está allí.
El equipo del jesuita José María Pilón analizó la foto con uno de sus colaboradores, Lorenzo Plaza, físico óptico del CSIC y experto en temas fotográficos, su criterio fue que acudiesen al laboratorio fotográfico que reveló la foto y pidiesen una investigación exhaustiva para poder descartar un posible accidente de revelado o de sobreimpresión.
Tampoco es posible que se cruzase alguien en la trayectoria de la cámara en el momento del disparo, realizado con trípode a una velocidad no inferior a 1/8 de segundo, pues se constató en la imagen del scanner que la figura no presenta el más mínimo rastro de movimiento, si la figura hubiese estado inmóvil, se habría impresionado con la misma nitidez que el propio piano. Y ni la fotógrafa ni las otras tres personas presentes durante la sesión vieron a nadie y, además, la casa estaba cerrada al público. El criterio del laboratorio fue que no había habido sobreimpresión.
La familia niega reconocer al personaje en la fotografía como igualmente se niegan a continuar cualquier investigación al respecto de tal modo que el misterio del hombre del piano continua y sigue vagando por los rincones de Villa Verdi.
Fuente: https://misterios.co/
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