El misterio de la muerte de Paolo Pasolini

Pier Paolo Pasolini (Bolonia, Emilia-Romaña; 5 de marzo de 1922-Ostia, Lacio; 2 de noviembre de 1975) fue un escritor, poeta, director de cine italiano y uno de los artistas más reconocidos de su generación, así como uno de los realizadores más venerados de la filmografía de su país.
También se distinguió como actor, periodista, filósofo, novelista, dramaturgo, pintor y figura política pues considerado un personaje controvertido en Italia, debido a su estilo contundente y la temática sexual de algunos de sus trabajos, considerados tabú, por los que debido a ello se le condidera destacada figura de la literatura y de las artes cinematográficas europeas.
Además de todo ello, su asesinato provocó conmoción en Italia y el resto del mundo pues la autoría y las circunstancias de su asesinato siguen siendo objeto de debate.
La carrera del cineasta se trunca cuando, en 1975, se estrena en los cines una película que convulsiona así a toda la sociedad italiana y hace que el autor sea objeto de multitud de amenazas de muerte y presiones incluso políticas: Salò o los 120 días de Sodoma.
En esa película Pier Paolo adopta un tono autocrítico hacia algunos pasajes de su obra anterior y así en la que adapta al Marqués de Sade con toda crudeza y con la mayor libertad con la que un creador se haya dotado a sí mismo nunca, desdibujando los límites convencionales y cinematográficos que encierran pues el erotismo, pornografía, expresión, sadismo, provocación y degradación humanas.
La noche antes de morir dio una entrevista, hoy famosa, a Stampa Sera, en la que recuerda el peligro del fascismo del momento.
Esto no evitó que, a raíz de esta última película y en circunstancias aún no del todo aclaradas, Pier Pasolini muriera asesinado pues un auto de seguridad de los carabinieri detuvo un veloz coche Alfa Romeo cerca de Roma.
El conductor, Giuseppe Pelosi, un estafador de 17 años, trató de huir cuando fue arrestado al robar el auto de Pasolini ya que dos horas después, se encontró el cuerpo del director.
Pasolini fue asesinado, siendo atropellado varias veces por su coche y falleciendo el 2 de noviembre de 1975 en el balneario de Ostia.
Tenía múltiples fracturas óseas y estallamiento de los testículos debido a lo que parecía ser una barra de metal y además la autopsia reveló que había sido quemado con gasolina después de haber muerto.
Teniendo en cuenta estas observaciones aportadas por el servicio forense, el estilo de asesinato vengativo de la mafia, era casi imposible que solo una persona hubiese realizado toda la operación.
Pasolini era para entonces un intelectual ampliamente reconocido y gozaba de una posición económica acomodada, pero, como se ha comentado, la polémica que le rodeó en vida se había agudizado en los últimos tiempos, y la Italia «oficial» de la época acabó por hacerle pagar.
Así, durante las primeras investigaciones, las declaraciones del presunto asesino acerca de que lo había matado porque el director le proponía tener relaciones sexuales, no convencieron a toda Italia y siempre flotaron en el ambiente las teorías de que ciertas personas poderosas del gobierno deseaban ver muerto al director debido a las críticas que hacía continuamente a través de sus películas, sus libros y discursos políticos, a la vez que el día de su asesinato desconocidos lo habían llamado para chantajearlo y además devolverle rollos con escenas inéditas de Salò. Fue sepultado en Casarsa, en su amado Friuli.

Pelosi llevando a la policía al lugar del asesinato
Pelosi confesó: Pasolini lo había invitado a comer en un restaurante que el director conocía, Al Biondo Tevere, cercano a la Basílica de San Pablo Extramuros.
Tras ello, a las 23:30 horas se encaminaron hacia Ostia, donde Pasolini «preguntó algo que no entendí» acerca de que el chico lo sodomizara con un palo de madera. Pelosi se negó, Pasolini le pegó.
Pelosi corrió, cogió dos piezas de una mesa, del tamaño de un garrote, y golpeó a Pasolini hasta matarlo pues luego escapó en el coche, corrió y llegó hasta un bache en el camino. «Maté a Pasolini», dijo a su compañero de celda y a la policía, junto con «otros desconocidos» por lo que fue condenado en 1976.
29 años después, el 7 de mayo de 2005, Pelosi se retractó de su confesión, diciendo que había sido bajo amenazas de violencia a sus familiares. Mencionó que tres personas jóvenes «con un acento meridional» habían cometido el asesinato, insultando a Pasolini como un «sucio comunista».
Estos nuevos elementos provocaron que un amplio sector del entorno político y cultural de Italia pidiese la reapertura del caso para esclarecer el crimen pues además de ello, Pino Pelosi murió el 20 de julio de 2017, también en circunstancias sospechosas, sin haber aclarado nunca suficientemente el asesinato de Pasolini.
Otras evidencias descubiertas en 2005 determinaron que posiblemente Pasolini había sido asesinado por un extorsionador, o sea, el testimonio de un amigo de Pasolini, Sergio Citti, dice que algunos rollos de la película Saló habían sido robados y que Pasolini había ido a ver a los ladrones después de realizar la visita a Estocolmo el 2 de noviembre de 1975.
Posteriormente la policía de Roma reabrió el caso del homicidio de Pasolini, en mayo de 2005, pero los jueces encargados de la investigación determinaron que los nuevos elementos eran insuficientes para así continuar con la querella.
Tras su muerte, se han realizado diversos homenajes y películas documentales que analizan así su figura desde distintas percepciones, tanto biográficas al uso como ensayísticas sobre su repercusión así a escala internacional, su eco en el cine posterior, la verdadera dimensión de su universo personal, etcétera.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pier_Paolo_Pasolini