El último muerto de la Primera Guerra Mundial: Henry Gunther

Las primeras negociaciones comenzaron en el mes de octubre; el armisticio se firmó el 11 de noviembre, antes del amanecer, en el famoso vagón de tren del bosque de Compiégne, en Francia.
El mismo vagón que años más tarde un Hitler victorioso emplearía como escenario para la firma de la rendición y sometimiento de los franceses y que poco después tuvo que llevarse lejos y quemarlo.
Ya que sus paneles de madera habrían podido servir perfectamente como patíbulo para los líderes nazis tras producirse la enésima derrota de los alemanes.
Los militares y políticos firmaron la paz a las 6 de la mañana acordando que las armas dejarían de sonar a las 11 de la mañana, o sea, curiosamente a la 11 de la mañana del día 11 del mes de noviembre.
El último muerto directo de la I Guerra Mundial perdió la vida tan sólo un minuto antes del final de la contienda pues era un soldado estadounidense de 23 años llamado Henry Gunther que recibió un disparo a las 10:59 horas.
Los testimonios de sus compañeros dijeron que Gunther se lo había buscado pues parece ser que la censura militar había interceptado una carta suya en la que se quejaba de lo mal que se vivía en las trincheras, y que por eso había sido degradado de sargento a soldado.
El 11 de noviembre todos, en uno y otro frente, sabían que la guerra iba a terminar a las 11 de la mañana, pero él tenía que aprovechar los últimos momentos para demostrar su valor, a él y a sus camaradas, y tal vez recuperar sus galones de sargento.
Unos minutos antes de las 11 de la mañana su unidad se encontró con un nido de ametralladoras alemanas, cuyos servidores les avisaron de que no disparasen, o sea, solo debían aguantar todos unos minutos y se pondría fin a la Gran Guerra.
Sin embargo, Gunther no quiso desaprovechar su última oportunidad para ser un héroe, por lo que avanzó hacia el enemigo, desoyendo a su sargento y a los propios alemanes que cuando vieron que se ponía a disparar fue abatido.
Unos segundos más tarde entró en vigor el tratado de paz donde alemanes y americanos soltaron las armas dando gritos de júbilo y a partir de entonces cualquier soldado que hubiera matado a otra persona habría sido reducido por sus propios camaradas y condenado a muerte por asesinato.
El cuerpo de Gunther aún manaba sangre cuando la guerra terminó a su alrededor y tiempo después le devolvieron sus galones de sargento además le esculpieron una lápida.
Fuente: https://antoniombeltran.wordpress.com/2018/11/11/once-del-once-final-de-la-primera-guerra-mundial/
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