Expedición del Corynthia

La Expedición del Corynthia fue una acción armada que se llevó a cabo en las montañas de Oriente contra la entonces dictadura de Fulgencio Batista, y fue financiada por el expresidente cubano Carlos Prío Socarrás.
La llegada de los revolucionarios se había producido el 23 de mayo por Cabonico, Mayarí, al mando de Calixto Sánchez White y tras el desembarco y de camino a la Sierra del Cristal fueron sorprendidos, hechos prisioneros casi todos y posteriormente todos ellos ejecutados de forma sumaria, para luego ser presentados como «muertos en combate».
El yate Corynthia, de unos cien pies de eslora y 12 de manga, fue adquirido por nueve mil dólares, pese a las advertencias hechas a Carlos Prío de que presentaba serios fallos técnicos, incluyendo un motor en mal estado.
Pertenecía a un grupo que bajo las banderas del Partido Auténtico recibieron entrenamiento durante 6 meses en Santo Domingo, y que Prío había aprovechado las diferencias existentes entonces entre Batista y Trujillo para entrenar a todos sus hombres en Santo Domingo.
Ellos pensaban que habían sido reclutados para venir a Cuba a contribuir a derrocar al tirano y entonces conocidos los verdaderos intereses de Prío la mayoría de los hombres llevaba en sus mentes romper con Prío y su organización y buscar la forma entonces de incorporarse al movimiento liderado por Fidel Castro, quien luchaba en la Sierra Maestra desde hacía cuatro meses.
El 19 de mayo de 1957 a las 6:00 p.m., reunidos en un pequeño apartamento en Miami, supieron que ese mismo día a las 9:00 p.m. zarparían rumbo a Cuba.
Zarpó desde Miami rumbo a Cuba el yate Corynthia conduciendo a un grupo de jóvenes revolucionarios, la mayoría pertenecientes a la Organización Auténtica (OA) comandados por Calixto Sánchez Whyte, con la intención de desembarcar así en un punto de la costa oriental de la isla, próximo a Baracoa, y abrir un nuevo Frente guerrillero.
Los expedicionarios sufrieron las penalidades de una navegación con mal tiempo, por espacio de cuatro días y esto unida a la poca experiencia del maquinista que fungía como patrón, impidió el desembarco por el lugar proyectado.
La expedición no era un secreto para los servicios de inteligencia de Batista, quien estaba al tanto de los preparativos, organización y armamento, así como del lugar de desembarco.
El día 23 de mayo de 1957, pescadores que se encontraban en Los Coquitos, en la costa norte del Cayo Saetía, Nicaro, ayudaron a desembarcar a los expedicionarios, quienes indagaron cómo llegar a la Sierra Cristal. Así, en dos grupos, uno por tierra y otro por mar, los condujeron hasta la playita de La Llanita.
Luego, en pequeños grupos cruzaron en botes el canal de Boca de Carenerito, con el propósito de llegar hasta Dos Bahías, en tierra firme, donde descansaron y esa fue la última vez que los pescadores los vieron.
Los expedicionarios reemprendieron la marcha hacia el sur para tratar de alcanzar las estribaciones de la Sierra Cristal pero resulta que las condiciones físicas del grupo rebelde eran pésimas.
Al cansancio, la fatiga y los pies llagados debido a la agotadora jornada de cinco horas, se unía la angustia de no poder contar con un guía que los condujera a un lugar seguro.
Tras desembarcar por Cabonico, Mayarí (al norte de la antigua provincia de Oriente), la expedición dirigida por Calixto Sánchez White (al frente de un grupo de jóvenes del Partido Auténtico) fue perseguida de inmediato por tropas del Regimiento de Holguín.
Dichas tropas estaban al mando del connotado asesino Fermín Cowley Gallego (el autor de la “noche del terror), quien recibía la orden del presidente Batista (desde La Habana) de exterminar a los osados combatientes e impedir a toda costa pues que el frente auténtico se hiciera fuerte en la «Sierra Cristal».
A media tarde del 24 de mayo la radio cubana interrumpía sus señales para dar la noticia de que en la madrugada de ese día, que a bordo del yate Corynthia, habían desembarcado en la bahía de Cabonico cerca de Mayarí, veintisiete expedicionarios procedentes de Miami.
Por desperfectos técnicos del yate, este no desembarcó cerca de Baracoa, como había previsto Prío y esperaba Fulgencio Batista- gracias a la delación-, sino en Cayo Saetía, frente a la Bahía de Cabonico, a unos diez kilómetros de la planta niquelífera entonces de Lengua de Pájaro, en la costa norte de la actual provincia de Holguín.
En botes de pescadores arribaron a tierra firme y cuando emprendieron la marcha, Calixto Sánchez encomendó a los lugareños dar parte a las autoridades para que no corrieran peligro y según el combatiente e historiador William Gálvez: Ese fue su error, la tropa necesitaba la ventaja de la sorpresa para ganar los accesos de la zona montañosa, aún distante.
Dos de los expedicionarios se negaron a seguir la marcha, alegando sentirse extenuados y otros dos se rezagaron; y la jefatura de la expedición decidió dejarlos bajo la custodia de Fernando Virelles quien quedó al frente de los cuatro hombres y mientras el grueso del contingente continuó la marcha.
Cuando Virelles se despertó con los primeros claros del día, descubrió que los dos hombres bajo custodia habían escapado pues así rápidamente se alejó del lugar con los otros dos expedicionarios.
Capturados por el ejército batistiano, para salvar la vida, aportaron decisiva información sobre el grupo y Cowley personalmente interrogó a los dos expedicionarios.
El día 26 se inició a las 3:00 am. la operación de cerco a los expedicionarios (que estaban perdidos y no se rindieron), dirigida por Cowley con 500 soldados y 200 guardias rurales.
Aproximadamente a esa hora, los pescadores habían llegado al Faro de Saetía, distante unos 8 kilómetros del lugar de desembarco, a dar cuenta a la Marina de Guerra, de acuerdo con lo que le habían indicado los expedicionarios.
De inmediato fueron alertados el Puesto Naval de Antilla y el Escuadrón 84 de la Guardia Rural de Mayarí, acerca de lo informado por los pescadores, y se cursó un radiograma a la Jefatura de la Marina de Guerra en La Habana.
En la mañana del 28, en las cercanías de un lugar conocido como Monte Santo, el grupo fue localizado y la sorpresiva acción hizo creer a los expedicionarios que estaban perdidos y se rindieron.
Dos de los expedicionarios no aceptaron aquella decisión y escaparon pero el resto fue trasladado al campamento sito en Cabonico cercano a las comunidades de Téneme y Barredera donde el ejército con una diferencia de 30 soldados por cada expedicionario así logró cercarlos
La orden fue tajante: Rendidos no, muertos y mientras realizaban el traslado la radio trasmitía la noticia de la muerte en combate de los expedicionarios del Corynthia, así los revolucionarios se enteraron de cual sería su verdadero destino.
Chirino y sus voluntarios no caminaron mucho para cometer el asesinato pues el lugar escogido fue un pequeño naranjal a orillas del arroyo La Marea y unos minutos más tarde, se escuchó una descarga de fusilería seguida de ráfagas de subametralladoras.
Ese mismo día, unas pocas horas antes, el Ejército Rebelde ponía en libertad a 16 soldados del régimen, hechos prisioneros tras la rendición del cuartel de El Uvero y el capitán Pablo Cárdenas Taylor, por órdenes del coronel Cowley, asesinó a los combatientes prisioneros lo que estremeció al pueblo de Cuba.
A fines de mayo de 1957 Francisco Gutiérrez, quien dirigía el M-26-7 en Dos Caminos, Cabonico, le comunica entonces a Antonio González Feal que tres expedicionarios del Corynthia estaban protegidos y que hacía falta que los rescataran.
Feal propone el plan en conjunto con Luis Orlando Fernández (Papi Fernández) y Alberto Matos Bozán, que era el dueño del bote. y a las 4:00 p.m. se salió a cumplir con dicha misión desde la piscina de Cabal, a las 6:00 p.m. fue el regreso de El Carbón misión que fue responsablemente cumplida.
Los expedicionarios rescatados fueron Antonio Cáseres, Carlos Octavio Rafull y Fernando Virelles, quienes subieron a pie por el parque de El Dos y durmieron en la barraca de los guardias jurados.
Ángel Velázquez (jefe del M 26-7 en Nicaro) y el sargento Urbina, quien actuaba encubierto para el M 26-7 en Nicaro, fueron los que facilitaron este hecho.
Al día siguiente salieron con cascos y unas chapas medio opacas en el carro particular de Pelayo Rondón, quien era el enlace entre Nicaro y Mayarí, iban con destino a Banes.
El 23 de noviembre de 1957 un comando revolucionario al mando del capitán William Gálvez, ajusticiaron pues a Fermín Cowley Gallegos, conocido como el «Chacal de Holguín» por su papel en las Pascuas Sangrientas de 1957 y la masacre del Corynthia.
El grupo de jóvenes miembros del Movimiento 26 de julio lo integraban Carlos Borjas, Ramón Cordero, Dagoberto Sanfield, Alex Urquiola Marrero, Alfredo Abdón y Fredesvinda Pérez.
La acción se lleva a cabo en las instalaciones de la Cuban Air Co, donde el miembro del comando Carlos Borjas, realizó disparoa y ajustició al hombre que mandó a asesinar a 23 revolucionarios del norte de Oriente en las conocidas Pascuas Sangrientas de 1956.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Expedici%C3%B3n_del_Corynthia