El sello más caro del mundo
El sello «Magenta de un penique de Guayana Británica», emitido en 1856 y único superviviente de una serie especial reducida impresa en esa entonces colonia británica, ha alcanzado el precio récord de 9,013 millones de dólares (unos 6,65 millones de euros) en una subasta de la casa Sotheby’s en Nueva York.
La valía de este sello viene de que la Guayana Británica recibía los sellos de la metrópoli, pero en 1856 un problema con los envíos causó una escasez que amenazaba con bloquear los envíos postales.
Por ello, las autoridades locales acudieron a la imprenta de un periódico para salir del paso y así nacieron unos sellos conocidos por su precio y color: el magenta de un penique, el magenta de cuatro peniques y el azul de cuatro peniques.
Publicado en 1856 en la capital de la Guayana Británica, está imperforado e impreso sobre papel magenta. En él podemos ver un buque con el lema de la colonia Damus Petimus Que vicissim (dar y esperar a cambio) en el centro.
Vernon Vaughan Philipp von Ferrary
Esta colonia recibía los sellos de la metrópoli, pero ese año un problema con los envíos amenazaba con bloquear los envíos postales. Para solucionar provisionalmente el inconveniente, las autoridades locales acudieron a la imprenta de un periódico para sacar una serie de tres sellos. El magenta de un penique y dos sellos de 4 peniques, uno azul y otro magenta. Nuestro sello en cuestión es la única copia que existe y está firmado en su lado izquierdo.
En 1873, Vernon Vaughan, un estudiante escocés de 12 años, lo encontró entre unas cartas de un familiar suyo en el pueblo guyanés de Demerara. En aquél momento nunca se hubiera imaginado el incalculable valor del mismo.
Vaughan lo vendió unas semanas después de encontrarlo por unos cuantos chelines a N.R. McKinnon, un distribuidor local. Cinco años más tarde la pieza llegaría al Reino Unido siendo comprada por uno de los mayores coleccionistas de sellos de la historia, el conde Philipp von Ferrary . A partir de este momento siempre que se ha puesto en subasta fue incrementándose su precio de venta.
En 1922 un millonario estadounidense llamado Arthur Hind, pagó 35.000 dólares y después de otras pujas, se realizaría la última en 1980 pagando 935.000 dólares el también millonario pero excéntrico y controvertido John DuPont.
En la actualidad se cree que permanecía encerrado en una cámara acorazada de un banco, mientras que su propietario John DuPont murió en el año 2010 mientras cumplía desde 1997 una condena de 30 años por asesinato. La última vez que se vio el sello en público fue en 1986.
Fuente: http://franciscojaviertostado.com/