Formula 1: La historia del Gran Premio de Mónaco

El Gran Premio de Mónaco nació casi por accidente ya que fue una idea relámpago de Antony Noghès cuando, en octubre de 1925, los miembros de la Asociación Internacional de Automóviles Clubs Reconocidos, el órgano de gobierno de la Federación Internacional, manifestaron ciertas reticencias a la admisión como miembro de pleno derecho del Automóvil Club de Mónaco.
Una de las condiciones exigidas, la organización de una gran manifestación automovilística, no se cumplía, ya que sus miembros entendían que el Rally de Montecarlo no era una prueba monegasca sino europea.
Noghès decidió organizar una competición que permitiera satisfacer los requisitos exigidos por la Asociación y entonces concibió el trazado del posible circuito solicitando la ayuda de Louis Chiron, uno de los mejores pilotos del momento.
El 14 de abril de 1929, con Rudolf Caracciola y su Mercedes como favoritos, se dio la salida al primer Gran Premio de Mónaco donde la victoria fue para William Grover que conducía el Bugatti Tipo 35.

Trazado del Circuito de Mónaco
Al año siguiente, la prueba se repitió y los pilotos comprobaron de forma clara las dificultades y la dureza del trazado ya que solo seis de los 17 que salieron llegaron a la meta.
Los grandes premios se sucedieron, y el prestigio no hizo sino ir en aumento gracias a duelos que pasaron a la posteridad, como el Varzi y Nuvolari en 1934.
En 1950, el primer campeonato del mundo, vio como Fangio se consagraba ganador del Gran Premio de Mónaco, consiguiendo una impresionante hazaña.
Este es el único Gran Premio en el que un coche, el de Alberto Ascari, ha caído al agua (durante la edición de 1955) y un accidente similar estuvo a punto de repetirse en 1957, cuando los Ferrari de Hartwort y Collins quedaron prácticamente colgando en el muelle.
El mayor triunfador en el Gran Premio de Mónaco fue Ayrton Senna, quien conquistó seis victorias, seguido de Graham Hill y Michael Schumacher con cinco y Alain Prost con cuatro.
El circuito de Mónaco es cruel y no perdona a nadie pues eso es lo que le sucedió a Jack Brabham en 1970 cuando, al abordar el último viraje verdadero (el gancho de La Rascase) se salió recto.
Los frenos le venían dando problemas, fallaron y chocó contra las balas de paja, prosiguió con el morro torcido y a baja velocidad, justo cuando el austriaco Jochen Rindt, autor de una espléndida remontada, le superaba a menos de 200 metros de la meta.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Premio_de_M%C3%B3naco