Richard Thomas James y el Slinky

Un slinky es un sencillo juguete con forma de muelle helicoidal que puede realizar una serie de trucos como descender por un tramo de escalones de forma automática con la única ayuda de la gravedad y un pequeño impulso inicial.
El juguete fue ideado de forma casual por el ingeniero naval Richard T. James en el año 1943 mientras se encontraba desarrollando unos nuevos resortes que pudiesen soportar y estabilizar instrumentos de navegación a bordo de barcos en mares agitados.
El ingeniero golpeó accidentalmente uno de estos muelles haciéndolo caer desde la estantería donde se encontraba y durante esa caída, el muelle se estiró y encogió varias veces tras golpear una pila de libros, mesa y acabar finalmente en el suelo recuperando su forma original.
Este efecto le pareció realmente curioso y decidió seguir investigando con diferentes tipos de alambre de acero hasta que encontró el material idóneo para hacerlo «caminar».
Un año después, en 1944, el ingeniero terminó un prototipo que mostró a los niños que vivían en su vecindario, los cuales mostraron un grandísimo interés por él.
Unos meses después, James y su esposa Betty pidieron un préstamo de 500 dólares para formar James Industries (originalmente James Spring & Wire Company).

Richard Thomas James en su despacho con un Slinky
Con este dinero, el matrimonio fabricó 400 unidades del famoso muelle a través de un taller de maquinaria local pero durante un tiempo, Richard y Betty tuvieron grandes dificultades para distribuir las unidades de Slinky a las jugueterías.
En noviembre de 1945 lograron finalmente realizar una demostración en los almacenes Gimbles de Filadelfia causando furor entre los asistentes, los cuales compraron las 400 unidades en apenas 90 minutos.
Durante los siguientes años, James Industries presentó el Slinky en la feria del juguete, abrió una tienda en Albany y creó una máquina que fabricaba los muelles en segundos.
También aparecieron nuevas líneas de producto como el Slinky Dog, el Slinky Suzie o el Slinky Worm, y por supuesto los slinkys de plástico, que aparecieron como una alternativa más segura a los slinkys metálicos, ya que no representaban un peligro cuando se introducían en enchufes eléctricos.
En el año 2000, el Slinky fue incluido en el Salón de la Fama del Juguete junto a otros míticos juguetes como la bicicleta, el frisbee, la Barbie, los Lego, el Etch A Sketch o el Monopoly.
Se estima que, a día de hoy, se han vendido más de 300 millones de Slinkys en todo el mundo, convirtiéndose así en uno de los juguetes más populares de la historia.
Fuente: https://www.elcondensadordefluzo.com/2019/10/slinky-richard-t-james-1943.html