La paz de Cateau-Cambrésis

La Paz de Cateau-Cambrésis fue el tratado de mayor importancia de la Europa del siglo XVI, por la duración de sus acuerdos, que estuvieron vigentes durante un siglo al confirmarse en la Paz de Vervins, y porque dieron lugar a una nueva situación internacional a través de la cual se inició la preponderancia española y -por tanto- un desplazamiento de los problemas hacia Occidente y así por la unión de Portugal a la Monarquía hispánica en 1580.
Desde el siglo XV Francia y España habían tenido disputas por el control de territorios italianos como Reino de Nápoles o Sicilia y era una lucha que venía desde los tiempos de la Corona de Aragón.
Como consecuencia de ello, Fernando el Católico continuó la guerra que más tarde pasaron a su nieto Carlos I de España y V de Alemania.
Será en el siglo XVI cuando la guerra entre Francia y España tendrá su apogeo, o sea, había una máxima rivalidad entre los reyes Francisco I de Francia y Carlos I de España hasta el punto de ser una rivalidad personal, sobre todo tras la batalla de Pavía de 1525 en la cual Carlos I apresó al rey francés.
Durante los reinados de Enrique II de Francia y Felipe II de España continuaron con la guerra pues entonces entre 1552 y 1559 se produciría la cuarta guerra contra Francia desde el inicio del reinado de Carlos I en 1516 donde España contaría así con Inglaterra como aliada, fruto del matrimonio entre Felipe II y la reina María de Inglaterra (María Tudor).
En 1556 los españoles de Nápoles reanudan la guerra contra el Papado, sostenido por Francia y temeroso del poder español así en Italia y donde el Duque de Alba marcha hacia Roma para forzar la paz con el papa Paulo II, cosa que consigue en 1557.
Pero el frente principal estaba en los Países Bajos ya que en agosto de 1557 tiene lugar la batalla de San Quintín, con clara victoria española. Sin embargo, la victoria no resultó ser total ya que las tropas de Felipe II no pudieron llegar hasta París.
En 1558 la alianza con Inglaterra peligra al morir María Tudor. Además, poco antes de la reina de Inglaterra, el duque de Guisa se hizo con Calais, último reducto inglés en Francia desde la guerra de los Cien Año y aún así, el 13 de julio de 1558 se llevó a cabo la batalla de Gravelinas, con victoria de la alianza hispano-inglesa.
Pero esta victoria no supuso el fin de la guerra ya que en agosto de 1558 los dos ejércitos rivales permanecían a la espera pero así España y Francia empezaban a tener problemas con los protestantes dentro de sus territorios, o sea, España en los Países Bajos y Francia en diversas zonas de su propio territorio.
Por estos motivos, los comisionados representantes de los reyes empezaron las negociaciones de paz en la abadía de Cercamp pues luego se trasladarían al castillo de Le Cateau-Cambrésis, en territorio español cercano a Francia donde se firmarían los tratados de paz.
Por tanto, entre el 2 y 3 de abril de 1559 se firmaron dos tratados de paz.
El 2 de abril de 1559 los representantes de Francia e Inglaterra acordaron:
- La entrega de Calais, tomada el 8 de enero del año anterior por Francisco de Guisa, a los franceses por un periodo de ocho años pero transcurrido dicho período debería ser devuelto y, en caso contrario, deberían pagar 500.000 escudos de oro.
Al día siguiente, Felipe II de España y Enrique II de Francia acordaron:
- España devolvería las plazas de San Quintín, Ham y Châtelet a Francia y el rey de Francia devolvería a España las plazas de Thionville, Marienburg, el condado de Charolais y la comarca de Hesdin.
- Francia conservaba las plazas de Metz, Toul y Verdún, que habían sido ocupadas por Francia en el transcurso de la guerra.
- España renunciaba definitivamente al ducado de Borgoñ que había sido reclamado durante la primera mitad del siglo XVI y en cambio mantendría el Franco-Condado, que incluía Charolais.
- Francia renunciaba a sus pretensiones territoriales sobre Italia, o sea, al reino de Nápoles y al Milanesado.
- En Italia, las plazas que Francia y España habían ocupado en el Monferrato se pondrían en posesión del duque de Mantúa donde Córcega se entregaría a la república de Génova y Valenza, situada en Lombardía, se reintegraría al ducado de Milán.
- Se devolvía el ducado de Saboya a Manuel Filiberto y la independencia del ducado era importante puesto que servía como colchón entre territorio francés y territorio español en Italia (Milán).
- Francia y España se comprometían a poner todos sus esfuerzos en defender a la Iglesia Romana y los acuerdos del Concilio de Trento debido a la situación de Enrique II de Francia respecto al incremento del protestantismo dentro de sus territorios.
- Se pactó la perpetua amistad entre los dos reyes, así como entre los herederos de ambos reinos y los aliados de ambos países.
- Se permitía la libertad de tráfico de comercio entre ambos países.
Finalmente, para consolidar el tratado, se acordaron dos matrimonios:
- Manuel Filiberto, duque de Saboya, con Margarita, duquesa de Berry, hermana de Enrique II.
- Felipe II con Isabel de Valois, hija de Enrique II. La paz consolidó la hegemonía española.
La Paz de Cateau-Cambrésis significó un largo período de tranquilidad en la península italiana, tras la presencia del poder español y los problemas civiles franceses.
Cuando en la segunda mitad del siglo XVII las tornas se volvieron y la decadencia española fue evidente, Francia se interesó por otras áreas geográficas como los Países Bajos españoles, Alsacia y Lorena.
Por tanto, hasta el siglo XVIII, los Estados italianos pudieron vivir en paz, aunque marginados de los principales asuntos europeos.
Durante los festejos de celebración de la paz, participó en un torneo contra el conde de Montgomery y una lanza atravesó el ojo de Enrique II, que murió poco después y le sucedió su hijo Francisco II de Francia, que cumplió el tratado firmado.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Paz_de_Cateau-Cambr%C3%A9sis