Ann Hodges, la única persona herida por un meteorito

El 30 de noviembre de 1954, Hodges estaba durmiendo la siesta en su casa en Sylacauga, Alabama, cuando una piedra se estrelló contra el techo, le rebotó en el radio y la golpeó en un costado, lo que le dejó un hematoma enorme.
Resulta que el objeto que colisionó contra la mujer era un meteorito de cuatro kilos que había venido del espacio exterior y que todavía estaba caliente al tacto.
Al mismo tiempo, los lugareños habían informado haber visto «una luz rojiza brillante como una vela que arrastraba humo», con increíbles explosiones que provenían de «una bola de fuego, como un gigantesco arco de soldadura».
No pasó mucho tiempo para que se corriera la voz acerca de la mujer que había sido golpeada con una de las rocas espaciales y, en cuestión de días, su patio se llenó de curiosos.
«Siento que el meteorito es mío», dijo. «Creo que Dios lo mandó para mí. ¡Después de todo, me golpeó!»
Un día después de ser golpeada, un agricultor local, Julius Kempis McKinney, conducía su carreta tirada por mulas a unos pocos kilómetros de distancia cuando una extraña roca en el camino hizo que sus mulas se resistieran.

Los Hodges con su meteorito
Cuando escuchó las noticias sobre el meteorito de Ann, regresó a recoger la roca y la vendió casi de inmediato pues con la ayuda de un abogado se compró un auto y una casa.
Unos meses más tarde, los militares habían terminado el análisis del meteorito y estaban preparados para devolverlo, pero sólo había un problema.
Al conocer su valor, el propietario de la casa de Ann, Birdie Guy, ahora reclamaba la roca y le dijo al ejército que había aterrizado en su propiedad y demandó a la mujer pero todo se solucionó cuando Ann le pagó quinientos dólares.

La casa que Bertie Guy había alquilado a los Hodges
Ann y su esposo Eugene recibieron una llamada del Museo Smithsoniano, pues estaban interesados en comprar el meteorito pero está se negó debido a todo lo que tuvo que hacer frente.
Sólo dos años después de que los acontecimientos que la hicieron famosa, Ann terminó donando la pieza al Museo de Historia Natural de Alabama y sufrió un largo ataque de nervios después de que toda la conmoción pasó y tuvo que ser hospitalizada.

El meteorito expuesto en el Museo de Historia Natural de Alabama
Toda esta serie de acontecimientos repercutió en su relación con Eugene, la pareja acabó divorciándose en 1964 y ocho años después murió en un asilo de ancianos con apenas cincuenta y dos años.
Hoy en día, el meteorito «de la mala suerte», con un parche de alquitrán del techo de Anne Hodges aún visible, todavía se encuentra en posesión del Museo de Historia Natural de la Universidad de Alabama.
Fuente: https://fabiosa.es/dvgfes-ctlfrle-rsara-aufcr-pblgn-mujer-sobreviviente-meteorito/