Batalla de Madonna del Olmo

Con la conquista de la fortaleza de Demonte, se había obtenido una base en el territorio piamontés, el ejército franco-español bajo el mando de Luis Francisco de Borbón, príncipe de Conti, descendió por el valle de Stura en dirección a Coni que era una importante fortaleza de Saboya.
Frente a una fuerza de 39.000 de infantería y 10.000 de caballería, el ejército saboyano se retiró a Saluzzo entre el 23 y el 24 de agosto para evitar un enfrentamiento desfavorable.
Mientras tanto, la ciudad de Cuneo, cuyo comando fue confiado al barón Wilhelm von Leutrum había sido llamado por el rey Carlos Emmanuel III de Saboya para defender la ciudad, dada su experiencia.
Los preparativos fueron frenéticos: la guarnición llegó a contar con unoc 3.244 hombres, encuadrados en 3 Bns suizos (regimientos Guibert y Kalbermatten), un Bn alemán (regimiento Schulenberg) y 4 Bns de Saboya (Monferrato, Fucilieri, regimientos provinciales de Vercelli y provinciales de Chiables), más un millar de ciudadanos voluntarios y además con un armamento de 50 cañones y 16 morteros con una reserva de 35.112 balas de cañón.
Sin embargo, debido a conflictos entre el príncipe de Conti y el comandante español el marqués de Las Minas, resulta que la ciudad no fue investida hasta el 12 de septiembre, después de que los franco-españoles saquearon así algunas ciudades cercanas.
Los franceses sufrieron de inmediato acciones guerrilleras continuas contra sus líneas de suministro llevadas a cabo por las milicias de Saboya, que al concentrarse en la zona montañosa del valle Stura solo podían ser contrarrestadas con la dificultad y malos resultados por los sitiadores. Fue precisamente esta precariedad de suministros la que fue una de las principales causas del resultado infructuoso del asedio.
El asedio comenzó el 15 de septiembre de 1.744 con la caída de la primera bomba contra los muros de Cuneo, a lo que los ciudadanos de Cuneo respondieron con tanta ferocidad que silenciaron a sus enemigos durante más de dos días.
La lucha continuó durante mucho tiempo con los franco-españoles que destruyeron campanarios y chimeneas y ante ello los piamonteses hicieron todo lo posible para alejarlos motivados por el Barón Wilhelm von Leutrum.
El 26 de septiembre, desde Saluzzo, el rey de Cerdeña partió con 21.000 saboyanos y 5.000 austriacos (de los 40.000 de todo el ejército de Saboya) para auxiliar Cuneo, pero debido al mal tiempo, llegaron el 29 de septiembre a Cuneo, y se atrincheraron en el convento de la Madonna del Olmo y una granja cercana, ambos bien ubicados para poder llevar a cabo el control del camino hacia Saluzzo.
El 30 de septiembre de 1.744, el ejército de Saboya desplegó en la orden de batalla frente a Madonna del Olmo con la intención de no entrar en la batalla.
Saboya disponía 21.000 infantes encuadrados en 32 Bns, 4.000 de caballería encuadrados en 32 Escons de los RCs de Guardia de Corps (2), coraceros de Piamonte (5) y Saboya (5); y de los RDs del Rey (5), Génova (5), Reina (5) y Piamonte (5).
- Ala derecha se apoyaba en el Stura, estaba mandada por el teniente-general Cincan, en primera línea mandada por el conde de la Roque con 6 Bns de la brigada de Saboya y 24 Cías de granaderos mandados por el conde de Aiseri y en la segunda línea toda la caballería al mando del mayor general de la Ville con 25 Escons (dragones de Piamonte [5], junto a los dragones de Saboya [5], coraceros de Saboya [5], dragones del Rey [5], dragones de la Reina [5] y también junto a los coraceros de Piamonte [5]).
- Centro mandado por el mayor general Guivert, en primera línea mandada pues por el teniente-general de Aix con la brigada de Roches (RIs de Guardias [2], de Re [2], y fusileros [1]); brigada Guibert (RIs Monferrato [2], junto a milicia de Pinerolo [1], y suizo de Guibert [2]); brigada Ducker (RIs Schollembourg [1], suizo de Reydt [2], y Saboya [2]); BGs (8 Cías). En segunda línea bajo el mando del teniente-general Pallavicini con la brigada Trinita (RIs milicia de Torino [1], de Baden-Durlach [1], milicia de Lombardía [1], suizo de Kalbermatten [2], y Clerici [2]), y la brigada de Bricherasso (RIs suizo de Audibert [1], milicia de Niza [1], de Diesbach [2], milicia de Casale [1], milicia de Tarantasia [1], y Saluzzo [2]).
- Ala izquierda mandada por el general Corbeau. En primera línea la brigada de los Guardias y 6 Cías de granaderos y en segunda línea el RI Pallavicini, 6 Cías de granaderos y 5 Escons bajo el brigadier de Requesens.
- Reserva las compañías carabineros de todos los cuerpos y los guardias de Corps (2).
El centro y la derecha estaban protegidos por caballos de frisa y por 3 piquetes infantería de 100 hombres cada uno.
Los 32 cañones de artillería se distribuyeron en 5 Bías, una de 8 piezas de a 8 en el ala derecha, y las otras 4 de 6 piezas distribuidas en el centro.
Los hispanos franceses disponían de 30.000 efectivos, 10,000 españoles y 20.000 franceses, tienen 16-26 batallones de infantería y 4.000 jinetes, alineados en dos líneas.
- Ala derecha apoyada en el santuario de la Madonna del Olmo, mandada por el mariscal de campo de la Mina con los RIs de Córdoba (2), suizo de Jung-Reding (3), Asturías (2), Saboya (2), Victoría (2), Toledo (2), Lyonnais (2), Languedoc (1), y Beauce (1); el RD desmontados de Edimburgo (3).
- Centro primera línea mandada por el teniente-general Chevert, con los RIs franceses Languedoc (2) y de Chavoc (2), los RIs españoles de Reales guardias Valonas (6) y Reales guardias Españolas (6), los RCs españoles guardias de Corps (2), carabineros Reales (1), granaderos Reales (1), Montesa (5) y RD de la Reina (5).
- Centro segunda línea manda por Camposanto con los RIs de Granada (2), de Ibernia (2 ), Navarra (2), Mallorca (2), Conti (2), Stainville (1), guardias de Lorraine (1), Vivarais (1); con 2 RCs españoles Príncipe (5) y Sevilla (5) y 2 RDs españoles Numancia (5) y Lusitania(5).
- Ala izquierda, apoyada contra unas pocas casas dispersas guarnecidas por el RI Lyonnais, estaba mandada por el teniente general de Courrier con los RIs franceses de Poitou (3) Flandes (1) Foix (1), milicias de Quercy (1) y milicias de Isle de France (1); con los RCs de Principe (5), Commissaire-General (2), de Cahbot (2), de Conti (2), Royal Piédmont (2), y Anjou (2); y los RDs de Frisia (5) y Pavía (5).
- Reserva el regimiento de Calatrava.
Los austro-sardos realizaron sucesivos asaltos desde el ala derecha usando tropas selectas: compañías de granaderos reunidas e infantería ligera croata, además de la brigada de Saboya.
A pesar de sus numerosas bajas, estas fuerzas no cejaron en sus intentos, hasta que lograron abrir una clara brecha en el dispositivo de las fuerzas borbónicas, concretamente donde se encontraba el RI Lyonnais y a pesar de ello resulta el hecho de que las unidades de caballería del ala izquierda, los RDs de Frisia y Pavía, se mantuvieron en sus posiciones.
Gracias a ello, dos cuerpos provenientes de la segunda línea, Numancia y Lusitania, tuvieron tiempo para acudir a ese punto amenazado y gracias a ello consiguieron detener la progresión del enemigo al tiempo que el Lusitania pasó así al contraataque.
Sus hombres intentaron, mediante sucesivas cargas, buscar el flanco de la columna atacante, pero fueron a su vez pues enfilados desde la izquierda por el fuego de los sardos, que disparaban al abrigo de los caballos de frisa. Ello, unido a la difícil compartimentación del terreno, a base de canalillos y acequias, acabó por desorganizar al regimiento.

Despliegue de fuerzas
Dos tercios del Lusitania quedaron fuera de combate y a pesar de ello ya habían acudido nuevas unidades, incluido un batallón francés, que tomó a la bayoneta calada la batería que apoyaba el ataque austro-sardo.
Los austro-sardos intentarían de nuevo romper la línea borbónica, sin lograrlo y los contraataques de sus adversarios tampoco tendrán mayor éxito; así, fracasó una carga de los dragones de Pavía a caballo.
Ante este panorama, estaba claro que el rey Carlos Manuel no iba a poder auxiliar a Cuneo por lo que al anochecer, se retiró.
La batalla le había costado a los borbónicos 3.500 muertos y heridos, 800 prisioneros (4.300 de 25.000), tres piezas y otras tantas banderas mientras que los austro-śardos perdieron 2.000 mueros y 2.000 heridos (4.000 de 26.000).
Socorrida la plaza de Cuneo por los aliados del rey sardo, y habiendo firmado el marqués de La Mina la decisión de regresar de nuevo a Saboya y al Delfinado, el Lusitania se acantonó en Niza el 18 de noviembre, donde repuso así sus bajas con nuevos efectivos y ganado.
El Lusitania fue premiado, debido a su heroico comportamiento en la batalla de Madonna del Olmo, con la concesión de un nuevo privilegio, caso único en los anales de la caballería: llevar tres calaveras con las tibias cruzadas pues en las bocamangas.
Posteriormente, las tres calaveras se cambiaron por tres triángulos, para indicar que el Regimiento siempre era igual a sí mismo y más tarde y, según la tradición, dado que dichas figuras geométricas se podían interpretar como un claro símbolo masónico, se sustituyeron por tres botones.
Asimismo, se le concedió al regimiento Lusitania, como emblema, una calavera y dos tibias, y el derecho a ostentar en su estandarte una corbata negra en recuerdo de esta batalla.
En lo sucesivo se podrá comprobar que el negro será una constante, como color de la divisa y además en casi todos los uniformes que habrán de usar sus componentes junto con las divisas “Vencimos en Tamames” y “Lusitania Tessera Onmi Armatura Fortier” (Los valientes del Lusitania no necesitan armadura).
El príncipe Conti no logró tomar la gran fortaleza de Coni y tuvo que retirarse pues a Delfinado para sus cuarteles de invierno. Por lo tanto, el ejército de Gallispan nunca se reunió con el ejército español bajo el conde de Gages en el sur ya que otro ejército austro-sardo se encontraba entre ellos.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Madonna_del_Olmo