Vuelo 143 de Air Canada

El 23 de julio de 1983, el Vuelo 143 de Air Canada, un Boeing 767-200, se quedó sin combustible a una altitud de 12.500 metros (41.000 pies), casi a media distancia de su vuelo desde Montreal a Edmonton, Canadá y donde toda la tripulación fue capaz de planear el avión a un aterrizaje de emergencia en el Gimli Industrial Park Airport, una antigua base de la Fuerza Aérea de Canadá en Gimli, Manitoba.
El 23 de Julio de 1983, en el aeropuerto internacional de Dorval, en Montreal (Canadá) se iba a realizar pues un vuelo rutinario, era el vuelo 143 de Air Canada, solo que este vuelo tenia algo especial, o sea, se iban a llevar a cabo en uno de los 12 recien adquiridos Boeing 767-233.
A los mandos del avion matricula C-GAUN estaria Robert Pearson y junto a el estaria otro experimentado piloto, o sea, el primer oficial Maurice Quintal y además habrian 6 sobrecargos mandados por el jefe de sobrecargos de ese vuelo y era Robert Desjardins.
Mientras el vuelo se llevaba a cabo el capitan Pearson repasaba mentalmente el vuelo del dia anterior, el 22 de Julio, ya que habia hecho un viaje en ese mismo avion desde Toronto hasta Edmonton, luego del mismo sometió al avion a una revision preventiva y una vez qu ele comunicaron que todo estaba en orden salió de Edmonton vacio para ir dirección a Montreal y llevar a cabo el vuelo 143.
Pero no todo estaba en orden, el tecnico habia notado que estaban fallando los sensores del combustible, pero en un avión tan nuevo se podía esperar que tal vez fuera una falla de la computadora, y ademas esta tenía un sistema alterno que podia suplir las funciones de cualquier indicador que fallase, mientras tanto este técnico trataba de reemplazar así la pieza defectuosa para hacer que los medidores funcionaran, pero no la tenía, asi que le dijo al capitan Pearson que a pesar de ello que no se preocupara, que el sistema alterno lo guiaria sin problemas.
Asi que, al momento de llevar a cabo el vuelo 143, el capitan Pearson estaba sin medidores de combustible, pero no se preocupaba, por que según el, los de mantenimiento lo habian cargado con bastante conbustible y lo habian medido con unas varillas calibradas para asegurarse de que todo estaba en orden.
Pero las cosas estaban a punto de empeorar, o sea, volaban ya a 41,000 pies (12,500 mts) cuando sonaron los primeros 4 bips de alarma, vieron la pantalla para consultar de que se trataba y se percataron entonces de que habia presion del combustible de la bomba delantera en el ala izquierda muy baja.
Entonces, leyeron el manual de referencia y hallaron que para corregir el problema debían de abrir entonces la válvula de alimentacion cruzada, asi al pasar el combustible de un ala a la otra se corregiria el problema.
Asi lo hicieron y por unos momentos todo pareció estar en orden, otros 4 bips y otra vez la pantalla, ahora resulta que la bomba trasera del ala izquierda estaba fallando tambien pues Pearson ordenó de inmediato ir a Winnipeg pues no iba a correr riesgos innecesarios.
Ronald Hewett estaba de turno en la torre de Winnipeg cuando le llegó el llamado de alerta del vuelo 143 en el pues sentido que tenian un problema de combustible y que era imperativo que les dejaran el campo libre para regreso de emergencia,
Gracias a ello, Hewett autorizó descenso a discreción, mientras tanto Pearson llamó a Desjardins para empezar así los procedimientos de aterrizaje de emergencia.
Los bips de alarma no dejaban de sonar, y una pregunta asaltó a los pilotos, ¿Será posible que nos estemos quedando sin combustible?, Pearson no queria ni pensarlo, pero parecia que asi era, y a 9 minutos desde la primera alarma así el motor izquierdo se apagó, los pilotos empezaron a recitar la lista de verificacion para cerrar así la alimentacion de ese motor, pero ahora las alarmas indicaban que el motor del lado derecho tambien estaba agonizando.
Quintal anunció a Hewett en Winnipeg que ya habian perdido un motor y que necesitaban todo el auxilio posible pues Hewett respondió que haria lo posible y todas las unidades de emergencia fueron a lo largo de la pista que habrian de ocupar para el aterrizaje forzoso.
A las 8.21 hora local el motor derecho se apagó tambien y las pantallas se desvanecieron, Pearson no lo podia creer y Quintal encendió una unidad electrica auxiliar para poder tener radio y bajó el servomotor de hélice para poder tener algo de movilidad hidraúlica necesaria para mover los timones y alerones del avion.
En la cabina de pasajeros todo era inquietud, no comprendian por qué se habian quedado a oscuras y por qué las sobrecargos estaban dando indicaciones sobre aterrizaje forzoso, algunos empezaron a llorar, creian que iban a morir.
Al apagarse el otro motor el avión se quedó sin energia para que el transponder funcionara, y por lo tanto se hizo así invisible en el radar de Winnipeg, pero por suerte aún funcionaban los antiguos radares primarios de esos que dan la vuelta y aparece el puntito en pantalla, asi que los localizaron y por medio de radio les estaban indicando en donde se encontraban.
Entre tanto en la cabina de mandos Pearson y Quintal hacian cálculos manuales para determinar así en que ángulo de caida estaban y a que velocidad estaban, mientras el control de Winnipeg los guiaba, pero tenian la certeza de que no llegarian bien y entonces el controlador Hewett les dijo que estaban en ese momento a 105 kms de Winnipeg y a unos 72 kms de un aeropuerto militar abandonado llamado Gimli, tenia una pista larga y era usado por avionetas, o sea, que podrian tener una oportunidad de salvamento.
Mientras tanto insistian en tratar de llegar a Winnipeg, pero el ritmo de caida era muy rápido y Quintal dijo a Pearson que les faltarian unos 19 kms para llegar, y precisamente a 19 kms estaba en ese momento el aeropuerto de Gimli, a la derecha del avión, asi que Pearson hizo un viraje brusco hacia ese lado y a Gimli se enfiló.
Para hacer resistencia al viento y asi disminuir un poco la velocidad Pearson ordenó bajar el tren de aterrizaje y resulta que Gimli no contaba con seguridad aeroportuaria como la de las grandes terminales, solo tenian pues a los bomberos normales, aun asi esa era la única esperanza, y Pearson habia notado que iban demasiado alto y demasiado rapido, asi que hizo algo increíble.
Pearson sabia volar planeadores lígeros, y una maniobra para frenarlos antes de aterrizar consistía entonces en poner el aeroplano de lado, o sea, viraban el timón hacia un lado y que los alerones hicieran contrafuerza hacia el otro lado, el resultado era que el costado del planeador presentaría resistencia al viento para ser frenado y asi aterrizar a menos velocidad.
Pearson hizo pues la maniobra y el avión reaccionó volando de lado, con el ala izquierda apuntando casi al suelo y el costado derecho estaba presentando resistencia al viento en tanto los alerones de las alas lo forzaban a una vuelta a la izquierda y el timón de profundidad trataba de dar la vuelta a la derecha.
Dentro del avión, todo estaba traqueteando de manera alarmante, los pasajeros estaban aterrados, creian entonces así que el capitán había perdido el control de la nave y que solo era cuestion de segundos para morir.
A unos 12 metros del suelo por fin nivelaron el avión pero entonces otro problema, y muy grande, resulta que estaban descendiendo en la pista equivocada y que la que aún estaba en uso tenia el pavimento muy oscuro y no se veia bien desde el aire y además no contaba con suficiente iluminación, estaban cayendo en la que si tenía pintura pero estaba cerrada.
Resulta que el Club de Carreras de Winnipeg empleaba esa pista como tramo final en carreras de karts, incluso habian cercado ese tramo, y las personas ya habian invadido la pista por que habian terminado las carreras de ese dia, nunca vieron que les estaba cayendo el 767 silencioso hasta que un niño en bicicleta alzó la vista y lo vió, y entonces empezó a pedalear gritando «…¡un avion…un avion…va a estrellarse, vamonos de aqui!…».
En medio del terror de los asistentes a las carreras el 767 cayó en la pista sobre el tren de aterrizaje principal donde al final reventaron dos de las llantas, el tren de la proa no estaba asegurado y se replegó al peso del avión haciéndolos el caer de nariz, y rozando la pista levantaba chispas por doquier.

El avión tras su aterrizaje en Gimli
El ruido metálico espantaba tanto a pasajeros como a los asistentes a las carreras por igual, hasta que después de un pae de segundos de escalofrio por fin se detuvo el avión, de inmediato las puertas se abrieron y los toboganes pues se desplegaron y las 69 personas del vuelo sobrevivieron al accidente.
Luego de que a todos los pasajeros se les atendiera se iniciaron las investigaciones sobre el por qué un avión pues tan moderno se había quedado sin combustible, y aparecieron detalles curiosos.
En 1976 el gobierno de Canadá decidio implementar el sistema métrico decimal, o sea, que hasta entonces se usaba el sistema ingles o imperial de medidas: las cosas ya no se pesarian en libras, sino el kilos, las medidas no serian en pies, sino en metros, las distancias no serian en yardas ni en millas, sino en metros y kilometros y eso a muchos canadienses no les hacia gracia.
La medida alcanzó a la Air Canada, cuyos ejecutivos pidieron que los nuevos 767 deberian llevar las especificaciones en sistema métrico decimal, y los técnicos de mantenimiento estaban confundidos con eso.
El dia que fallaron los medidores del vuelo 143 los técnicos median los tanques con varillas expresadas en el sistema métrico decimal, pero al hacer las multiplicaciones cometieron un grave error, usaron un factor matemático que daba el peso en libras en lugar de kilos, por consiguiente al avión le habian metido menos combustible del que se suponía.
Se llevaron acabo las sanciones a la Air Canada por no capacitar bien a los técnicos de mantenimiento por los errores de conversión y por no tener a tiempo las refacciones del avión afectado, a Robert Pearson se le suspendio seis meses y a Maurice Quintal por dos semanas, a tres técnicos se les suspendió tambien pero los pilotos apelaron de la sanción.
Al final a los pilotos Pearson y Quintal se les homenajeó por haber llevado a feliz termino el vuelo 143, con certificados al Mérito de la Asociación de Pilotos Canadienses de Líneas Aéreas y también por parte de la Federación Aeronaútica Internacional, sobre todo a Pearson se le reconoció haber echado mano de sus conocimientos de planeadores para así poder aterrizar al 767 en condiciones adversas.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_143_de_Air_Canada