La Pantanada de Tous

La Pantanada de Tous fue la inundación que el 20 de octubre de 1982 afectó a la cuenca del Júcar, produciéndose las inundaciones del río Júcar y del río Turia mientras hubo lluvias torrenciales tanto en la Comunidad Valenciana y Albacete, afectando también a la Región de Murcia con el desbordamiento del Segura.
El 19 de octubre empezaron las primeras lluvias extendiéndose por la costa mediterránea, debido a la estrangulación de una fuerte vaguada clara sobre la península, la interrupción del flujo de vientos del oeste y la formación de una zona depresionaria al norte de Argel.
Las lluvias superaron los 100 mm en la mayor parte de la cuenca del Júcar y los 600 mm en un área de 700 km² aguas arriba del pantano pues según los datos oficiales de las distintas estaciones de la zona y las isoyetas trazadas de acuerdo a ellas, la lluvia precipitada aguas arriba de Tous habría llegado a los 2.000 hm³.

Imagen que muestra la altura hasta la que llegó el agua
Esto provocó gran afluencia de agua, y debido a la deficiencia de los muros (construcción de escollera) y ante la imposibilidad de abrir las compuertas, debido a una sucesión de acontecimientos inesperados, o sea, la pérdida de corriente eléctrica debido a la intensa lluvia y fallo del grupo electrógeno de emergencia por inundación de la sala; la presa de Tous comenzó a ceder.
La presa se vino abajo hacia las 19:15h del 20 de octubre, provocando pues una crecida con una punta de 15.000 m³/s y con ello arrasando las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baja.
Si bien la no apertura de las compuertas puede parecer que fuera la causa del derrumbamiento, quizás no se hubiera podido salvar la presa, porque el caudal de entrada posiblemente superó el caudal de diseño de 7.000 m³/s.
En las poblaciones más inmediatas al pantano (Sumacàrcer, Beneixida y Gabarda) el agua llegó a los ocho metros de altura donde la mayor parte de las casas acabaron con graves deficiencias estructurales por la violencia y la fuerza del agua.

Imagen de la rotura de la presa de Tous el 20 de octubre de 1982
Debido a esta situación, y con clara intención de proteger a los pueblos con más riesgo de futuras avenidas, se trasladaron pues los núcleos urbanos de Gabarda y Beneixida a zonas más elevadas.
En el caso de Benegida sólo se conserva la iglesia del pueblo y en el caso de Gabarda la iglesia y algunas casas habitadas se han mantenido en su sitio y por último en Sumacàrcer no se ha hecho ningún traslado.
En ciudades como Carcaixent o Alzira se superaron los cuatro metros, o sea, el agua llegaba al primer piso de altura en algunos barrios y la población se refugió en las montañas próximas.
En el caso de Sueca fue el papel de la Albufera el que salvó la ciudad de un más que probable desastre, el río se dividió en dos, parte de el continuó su curso normal hacia Cullera, ubicada junto a la desembocadura del río, y el otro brazo de desvió hacia la Albufera, por lo que la ciudad quedó del todo aislada como una isla en medio del río.
Algunos testigos que ocupaban cargos de responsabilidad, afirmaron que debido a la colaboración entre los alcaldes de Valencia y Sueca, esta ciudad, y en general toda la Ribera no sufrió mayores daños debido a que éste, en el momento en el que se dio cuenta de la magnitud del problema, solicitó pues al alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, que ordenara la apertura de las diferentes Golas de la Albufera.
Esta acción, favoreció una mayor capacidad de desagüe y se trató de una de las pocas labores preventivas que se llevaron a cabo ante el aviso de la clara crecida del río.

Inundación en la localidad de Alzira
En la ciudad de Alicante, donde cayeron 217 mm en pocas horas causando 3 muertos, una crecida de 400 m³/s en la Rambla de las Ovejas e inundaciones en el centro y numerosos barrios; y Morella, en el noroeste de la provincia de Castellón, donde el río Bergantes, subafluente del Ebro, experimentó una fuerte crecida.
Las comarcas de la Ribera alta y Baja fueron socorridas por el ejército que mando cientos de efectivos para ayudar a la población a limpiar e intentar recuperar las diferentes poblaciones.
Las principales tareas aparte de la limpieza se centraron en restablecer el agua corriente y también la luz eléctrica con la mayor rapidez posible.
En las labores y trabajos de suministro para hacer llegar los víveres a todas las personas afectadas también colaboraron diferentes organismos como la Cruz Roja y protección civil.
Hay que remarcar la solidaridad de las poblaciones de la Comunidad y del resto del territorio español que no dudaron en enviar todos los menesteres de primera necesidad que podían.
Tras la catástrofe se mantuvo un largo período de litigios con el Estado para determinar quién era el culpable de las diferentes negligencias debido a las consecuencias fatales que tuvo.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pantanada_de_Tous