Los barcos del tesoro chinos

Un barco del tesoro es el nombre para un tipo de buque de madera comandado por el almirante chino Zheng He en los siete viajes a principios del siglo XV en la Dinastía Ming.
Las supuestas dimensiones de estas naves de 137 m (450 pies) de eslora y 55 m (180 pies) de manga así hacen que tengan al menos el doble de eslora que las naves europeas más grandes a finales del siglo XVI, y son un 40% más largas y un 65% más anchas que cualquier otro barco de madera jamás construido.
Entre los años 1405 y 1433, el gobierno imperial Míng (1368-1644 e.c.) financió así una serie de grandes expediciones navales con el objetivo de construir nuevas alianzas y rutas comerciales.
Para esta tarea, se designó a Zhèng Hé, un eunuco de la corte, como capitán de la expedición, o sea, que Zhèng Hé viajó a la ciudad de Nánjīng para trabajar junto a otras cien personas en el diseño de los barcos que se utilizarían para recorrer los mares.
El plan era navegar en dirección oeste siempre cerca de la costa, para encontrar ciudades y pueblos pero el problema era que un viaje de tanto tiempo acarreaba muchos problemas, o sea, que lo principal era la seguridad.
Los marineros no podían saber si encontrarían otras culturas amigables u hostiles, por lo que necesitarían barcos de guerra y soldados. Además, llevarían presentes para los nuevos aliados y volverían luego con productos de tierras lejanas, por lo que serían objetivo de los piratas.
Los barcos de guerra necesitan ser móviles y tener una parte importante de su capacidad de carga sea así ocupada por el armamento, por lo tanto, no podrían cargar con los suministros necesarios para realizar el viaje, ni podrían transportar los productos que hubieran intercambiado para el emperador.
La necesidad de una gran armada y muchos soldados implicaba que se necesitarían muchos suministros, o sea, suponía llevar a muchos soldados y marineros que alimentar y dar de beber.
Además, se necesitaría mantener a esos hombres con una moral muy alta para resistir psicológicamente el viaje, por lo que habría que además proporcionarles algo de entretenimiento, incluso un área donde puedan ejercitar para mantenerse saludables y otra para que practiquen sus ritos pero resulta que estos barcos de guerra no disponían de estas áreas.
El capitán Zhèng Hé pensó que la mejor forma de cubrir las necesidades del emperador y sus hombres sería construir una gran flota, con muchos barcos especializados para cada tarea.
Algunos barcos se especializarían en el transporte y almacenamiento de los alimentos, otros tendrían así la misión de transportar soldados y caballos, habría barcos cisterna para la bebida y hasta habría barcos con áreas especiales para los ritos.
Esta gran comitiva sería lenta y viajaría como un convoy, protegida por una serie de barcos de guerra muy rápidos y fuertemente armados. La tripulación de guerra podría alternar con la de los barcos de carga y transporte para evitar el agotamiento de los soldados.
Para transportar suministros y los regalos y llevar de vuelta exóticos productos se construirían pues unos barcos de dimensiones gigantescas, con una gran capacidad de carga, o sea, a estos titánicos barcos se los llamó Bǎo chuán, «Barcos del tesoro».
Además de su gran capacidad, tendrían un área de ejercicio, donde los hombres podrían practicar pues deportes y hasta montar a caballo donde uno de los pisos sería claramente dedicado a los altos mandos expedicionarios y contaría con espacio suficiente para reunir a todos los capitanes de navío y una gran cantidad de instrumentos y material bibliográfico. El piso superior de la nave se usaría para llevar a cabo los ritos.
Escritos de la época aseguran que los Bǎo chuán (Barcos del tesoro), alcanzaban los 140 metros de largo y portaban 9 mástiles para las velas pues resulta que en algunas expediciones se llegaron a utilizar entre 30 y 50 de estos barcos, acompañados de casi 300 navíos más.
En realidad, existe mucha discusión sobre el verdadero tamaño del Bǎo chuán (Barco del tesoro), o sea, las descripciones de la época utilizan diferentes medidas imperiales Míng.
Muchas de estas medidas se habían perdido y fue necesario un importante trabajo arqueológico para así descubrir a que medidas actuales equivalen.
Por otro lado, algunas descripciones suman los desplazamientos o las medidas de todos los Bǎo chuán (Barcos del tesoro) y no aclaran cuántos barcos habían sido enviados.
Durante décadas, algunos historiadores creyeron que las medidas eran exageraciones para dotar a los Míng de un poder que no habían tenido pues las dudas eran más que razonables, o sea, resulta que hasta la invención de las quillas de metal a principios del siglo XIX, un barco de madera que superara los 100 metros de largo era estructuralmente muy frágil.
Desde principios del siglo XX, los arqueólogos chinos han trabajado sobre los restos del astillero imperial Míng de Nánjīng, o sea, los primeros estudios no mostraban que un barco tan grande pudiera haber sido construido allí.
Los diques secos y los fragmentos de los barcos descubiertos coincidían con los barcos de guerra y de suministros que formaban parte del convoy, pero no había evidencias de barcos que superaran los 60 metros.
El hallazgo de una regla utilizada en la construcción de los barcos permitió transformar las medidas Míng en metros actuales pues hasta entonces algunos historiadores dudaban de las medidas que se asumían y creían que en la construcción naval podrían utilizar una unidad más corta.
Por tanto, la datación de la regla es coincidente con la época de construcción de estos grandes barcos y la conversión a metros se encuentra, en efecto, alrededor de los 140 metros.
En 1957, los arqueólogos recuperaron un timón de más de 11 metros y utilizando esta pieza se calculó el tamaño del barco que debía portarla: entre 146 y 163 metros de largo y el tamaño inferido coincide con los relatos de los Bǎo chuán (Barcos del tesoro). ¿Pero, realmente existieron estos grandes barcos?
Unos cortos fragmentos de yemeníes y árabes describen así la llegada de grandes barcos chinos con su impactante escolta, pero ninguno coloca una medida más allá de describirlos como barcos muy grandes y la única persona que les coloca una medida es Niccolò da Conti (1395-1469), explorador y comerciante.
En sus escritos describe los barcos de un convoy Míng:
“Ellos fabrican barcos más grandes que cualquiera de los nuestros, es decir, de 2.000 toneladas, cinco mástiles y muchas velas”.
La diferencia entre los 9 mástiles y los 5 descritos por Conti puede deberse a que este se encontraba observando un barco más pequeño. Un buque de madera que desplazara 2.000 toneladas debería así superar los 100 metros de largo.
Aún existen dudas sobre las medidas de los Bǎo chuán (Barcos del tesoro) pues algunos autores creen que los restos arqueológicos y las descripciones podrían corresponder a una serie de barcos utilizados por la familia imperial para navegar por los grandes ríos de China, y que no fueron pues usados en las expediciones marítimas.
Hoy en día existe evidencia suficiente para pensar que tal vez fueron utilizados por Zhèng Hé en las expediciones y la cantidad de regalos enviados por los Míng, así también como la gran cantidad de productos exóticos que llevaron a China, que incluían cebras, jirafas y rinocerontes, ayudan a reforzar la idea de que se utilizaron.
Algunos detalles en el diseño de construcción de estos barcos también refuerzan la idea de que fueron utilizados donde un complejo sistema de compartimientos permitía que, si el barco comenzaba entonces a inundarse, se pudiera cerrar una cámara para evitar que el barco se hundiera.
También contaba con un cuidado sistema de ventanas que permitían el ingreso de la luz, pero impedía el que entrara agua pero estas mejoras no serían tan importantes en la navegación de ríos.
Nuevos descubrimientos arqueológicos futuros podrán respondernos si se utilizaron o no. Mientras tanto, podemos intentar imaginar cómo debió haber sido observar aquella imponente flota de casi 300 barcos, navegando en formación sobre una superficie de 10 kilómetros cuadrados y la sorpresa que debieron haber sentido los pueblos que los vieron y quedaron asombrados más por el tamaño que por el número de barcos.
Fuente: https://www.chinadesdeelsur.com/2021/05/el-barco-del-tesoro-ming.html