Cernégula, el pueblo de las brujas

Está considerado como el pueblo de las brujas, o sea, tratado de lugar maldito porque era frecuentado por brujas que llegaban a esta localidad montadas en escobas procedentes de Cantabria y Navarra que huían del Santo Oficio.
La leyenda y las tradiciones del lugar aseguran que en la laguna de este municipio se reunían las brujas de toda Castilla para realizar aquelarres y poner en común las últimas recetas mágicas que habían aprendido.
La propia Inquisición española ha dejado crónica de que el mismo Satanás presidía y bendecía los ritos, las pócimas y los brebajes alucinógenos de estas brujas hasta el canto del gallo.
Como recuerdo de aquel pasado, gran parte de las casas de Cernégula mantienen su legado en forma de veletas con la figura de una vieja montada en su escoba que lucen en sus tejados.
En esta purga de captura de brujas, tuvo especial protagonismo un lugareño, el inquisidor Alonso Salazar Frías, encargado de llevar a cabo miles de interrogatorios no tan abusivos.
El burgalés recorrió buena parte del norte de la península ibérica para cuestionar algunas de las sentencias que otros inquisidores habían interpuesto sin fundamento alguno.
Salazar Frías dejó para la posteridad este dicho: “No hubo brujos ni embrujados en este lugar, hasta que se comenzó a tratar y escribir de ellos”.
Fuente: https://www.lugaresconhistoria.com/cernegula-burgos