Desastre en El Fuerte Navidad

En la noche del 27 de noviembre de 1493 las naves castellanas fondearon frente al lugar donde habían construido el fuerte durante el primer viaje de descubrimiento casi un año antes.
La oscuridad imposibilitaba ver si había bajos o elementos peligrosos en el agua por lo que optaron por esperar al día siguiente para acercarse más a la costa y desembarcar ya con la luz del día.
No vieron ningún movimiento ni luces en tierra, incluso dispararon sus lombardas y no obtuvieron respuesta alguna pero antes de arribar a la zona, concretamente en el puerto de Monte Cristo, vieron dos cadáveres que estaban flotando en el agua.
A las pocas horas encontraron otros dos cadáveres siendo uno de ellos barbudo, lo cual era indicio de que seguramente fueran españoles, los nativos americanos eran imberbes. Los peores augurios se batieron sobre la expedición.
Al día siguiente desembarcaron varios marineros y se encontraron el fuerte reducido a cenizas con todo desperdigado y destruido por alrededor, pero de los españoles del fuerte no vieron a ninguno, ni vivo ni muerto ¿dónde estaban?
Estos marineros fueron a informar a Cristóbal Colón de la situación y éste no bajó a comprobarlo hasta el día siguiente pues hizo una batida por la zona buscando indios que le pudiesen explicar lo acontecido pero todos huían hacia la selva.
Frustrado regresó a la nao Marigalante y luego llegó a las naves una canoa de indios de Guacanagaríx que le explicaron que el cacique no podía ir a visitarle porque se encontraba herido y le invitaba a él a visitarle muy cerca de su poblado.

Construcción del Fuerte Navidad
Colón acudió a la cita ansioso por saber qué había ocurrido y se encontró al cacique recostado en una camilla con una pierna vendada.
Explicó que en la lucha por defender el fuerte Navidad resultó herido y el médico de la expedición D. Diego Álvarez de Chanca se ofreció a ayudarle y le examinó, pero no observó ninguna herida.
Como consecuencia de ello, podría parecer que estuviese fingiendo pero el daño podría ser interno, aunque algunos sospecharon.
El cacique les contó que Caonabo, uno de los caciques más poderosos de la isla y de origen caribe, celoso del poder de los invasores, observó que el grupo dejado en el fuerte se dividió en dos por disensiones entre ellos provocadas por el oro y las mujeres.
Uno de estos grupos decidió abandonar el fuerte e internarse en la isla en donde fue fácilmente cazado por los guerreros de Caonabo.
Inmediatamente éstos se dirigieron al fuerte a finiquitar la tarea y terminar con los restantes marineros que allí permanecían junto a Diego de Arana.
Objetivo alcanzado a pesar del apoyo prestado por Guacanagaríx a los cristianos, cuyo poblado también fue arrasado y quemado, como bien pudo comprobar Colón al visitarlo disipando las pocas dudas que pudiese tener sobre la lealtad del cacique taíno.

El Fuerte Navidad en la actualidad
Volvieron al fuerte y el almirante quiso comprobar si los marineros asesinados habían cumplido la orden de ir guardando el oro que encontrasen en un pozo escarbado en el fuerte a tal efecto pues cavaron hasta llegar al fondo y no encontraron nada.
Estos hechos fueron un duro golpe para Colón ya que tenía esperanzas de que aquellos 39 marineros dejados en el fuerte hubiesen avanzado en la exploración de la zona y realizado importantes hallazgos.
Sin embargo aquello se convirtió en un fracaso frente a los castellanos y los reyes, o sea, su prestigio comenzó a palidecer.
Ante el evidente peligro de que Caonabo volviese a atacar la zona decidieron buscar un emplazamiento más seguro hacia el este y allí fundar la primera ciudad española en el Nuevo Mundo: La Isabela.
Fuente: https://www.historiadelnuevomundo.com/desastre-en-el-fuerte-navidad/