Los asesinatos de Jane Toppan

Jane Toppan (17 de agosto de 1854 – 29 de octubre de 1938), nacida como Honora Kelley, fue una asesina en serie de EE.UU. y que después de su arresto en 1901, confesó 31 asesinatos, aunque se sospecha que sus víctimas pudieran ser muchas más.
Tras una breve estancia en un orfanato, Nora fue adoptada por la familia Toppan y cambió su nombre por Jane pues a partir de entonces llevó una vida muy normal hasta que de joven su novio la dejó y debido a ello tuvo así un ataque de nervios e intentó suicidarse sin éxito.
Jane pronto se haría conocida como un «Ángel de la Muerte», o sea, en 1885, Jane Toppan comenzó a prepararse para ser enfermera en el Hospital de Cambridge y mientras ella estaba allí, tenía muchos amigos, y era muy querida.
A diferencia de sus primeros años, donde fue descrita como «brillante y terrible», en el hospital era consideraada como una persona muy querida, deslumbrante y agradable.
Una vez que Jane se convirtió en cercana con los pacientes, escogió a sus favoritos como víctimas que en la mayoría de los casos eran ancianos que estaban muy enfermos.
Jane creía que les estaba ayudando, porque eran viejos y no tenían mucho tiempo de vida, o sea, durante su estancia en el hospital, usó a sus pacientes como conejillos de Indias en experimentos con la morfina y la atropina alterando sus dosis prescritas para ver lo que les hacía a su sistema nervioso.
Sin embargo, pasaría un tiempo considerable a solas con los pacientes, creando cuadros clínicos falsos y medicándolos para que entraran y salieran de la conciencia, y hasta metiéndose en la cama con ellos.
Se desconoce si alguna actividad sexual ocurrió cuando sus víctimas se encontraban en ese estado, pero cuando Jane Toppan fue interrogada (después de su arresto), declaró que tuvo una emoción sexual con los pacientes que estaban cerca de la muerte (erotofonofilia), «volviendo a la vida y muriendo de nuevo».
Toppan les administraba una mezcla de medicamentos a los pacientes que escogía como sus víctimas, se acostaría con ellos y los mantendría cerca de ella cuando murieran.
Toppan fue recomendada por el prestigioso Hospital General de Massachusetts en 1889 donde fallecieron pacientes de forma misteriosa antes de ser despedida al año siguiente por otras razones.
Ella regresó brevemente a Cambridge, pero pronto fue despedida por prescribir opiáceos imprudentemente y a partir de entonces, comenzó una carrera como enfermera privada y el trabajo próspero pesea las quejas de algunos hurtos pequeños.
Toppan comenzó su ola de envenenamientos en serie en 1895 al matar a sus propietarios y en 1899, asesinó pues a su hermana adoptiva Elizabeth con una dosis de estricnina.
En 1901, Toppan se mudó con el señor mayor Alden Davis y su familia a Cataumet para cuidar de él tras la muerte de su esposa (a quien Toppan había asesinado) y en cuestión de semanas también mató a Davis y a dos de sus hijas.
A continuación, regresó a su ciudad natal y comenzó a cortejar al marido viudo de su fallecida hermana adoptiva y tras ello asesinó a la hermana de este envenenándola mientras cuidaba de ella cuando estaba enferma para poder mostrar que era capaz de cuidar pacientes de nuevo.
Incluso mientras la envenenaba quería evocar su simpatía pero como la estratagema no funcionó él terminó echándola de su casa.
Los miembros supervivientes de la familia Davis ordenaron un examen de toxicología en la hija menor de Alden Davis y tras la autopsia el informe encontró que había sido envenenada, y las autoridades locales pusieron en alerta a la policía sobre Toppan.
El 29 de octubre de 1901, fue detenida por asesinato, en 1902 había confesado 31 asesinatos y el 23 de junio de 1902 el tribunal del condado de Barnstable, finalmente la encontró no culpable por razones de demencia y a permanecer así confinada de por vida en el hospital para insanos de Taunton.
Poco después del juicio, uno de los periódicos de William Randolph Hearst, el New York Journal, imprimió lo que pudo ser la confesión de Toppan a su abogado de que había matado a más de 31 personas y que quería que el jurado así la declarara con locura para que ella eventualmente pudiera tener la oportunidad de ser liberada.
Ella permaneció en Taunton durante el resto de su vida y durante su estancia en Taunton, le dijo a los reporteros que si hubiese estado casada y tenido una familia feliz, nunca habría comenzado con los asesinatos.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Jane_Toppan