El fantasma malagueño de la Alcazaba
Nos encontramos en la Málaga de 1936, entre las excavaciones de la Alcazaba había un barrio llamado Cuartos de Granada en el que vivían personas de bajo nivel económico.
Es verano y el calor hace que algunas tareas domesticas se dejen para “la fresquita”, que corresponden a esas horas posteriores a la puesta del sol en verano, una vecina escuchó un ruido y fue a comprobar que ocurría cuando pudo ver en uno de los torreones el contorno de una extraña figura humana y de grandes proporciones que se movía, asustada avisó a algunas de sus vecinas que también pudieron verla, la figura al sentirse observada desapareció, mientras que una gran piedra caía en medio de la reunión de vecinas.
A la mañana siguiente la visión espectral fue la comidilla de todos, y serían las once de la mañana cuando una lluvia de piedras empezó a caer sobre el barrio, las piedras venían de todos lados pero especialmente de la casa que correspondía al número 24, que se encontraba vacía desde que falleció su inquilina hacía poco tiempo y la lluvia de piedras se sucedieron a lo largo del día provocando algunos heridos.
Aquella noche, la figura volvió a aparecer, en esta ocasión acompañada de lamentos y ruidos de cadenas. Los hombres, los más valientes, decidieron coger palos y capturar a aquel ser, que cuando se vio acorralado decidió salir corriendo, no se esfumó como podríamos pensar, sino que huyó corriendo hasta conseguir despistar a sus perseguidores.
Al día siguiente, tres mujeres fueron heridas a pedradas que provenían de la casa 24, por lo que decidieron “asaltar” la fatídica “casa de la muerte” como había empezado a ser conocida.
Cuando consiguieron “tirar la puerta” pudieron comprobar que en la cerradura tenía puesta las llaves desde el interior, pero dentro de la casa no había nadie, y la única ventana que tenía, era de un tamaño tan pequeño que ni un niño podía salir o entrar por ella, por lo que la opción de que se trataba de un fantasma comenzó a tener “más fuerza”.
El que mejor pudo ver al “fantasma” fue un joven llamado Jaime Morales, que pasaba por delante de la casa 24 con unos amigos y decidió entrar, cosa que hizo solo, ya que sus amigos prefirieron esperarlo en la puerta, las explicaciones que da Jaime son dignas de copiarlas textualmente, ya que hay una descripción muy detallada del “espectro”.
Artículo de “Mundo gráfico” sobre la aparición de un fantasma en la Alcazaba
“Hay un muchacho que ha visto al «fantasma», me dicen. Lo buscamos y hablamos con él. Se llama Jaime Morales. Es despierto y simpático.
—Sí, señor—me dice—. Yo he visto al “fantasma”. Sólo que no estaba envuelto en ninguna sábana, sino que vestía como cualquiera de nosotros. Verá usted… Por la tarde, cuando todo estaba tranquilo y la gente en sus trajines, yo pasaba por delante del 24, con dos chicos. “Voy a entrar”, le dije. Di a la puerta un empujón, y pasé adentro.
—¿Entraron con usted los chicos?
—No se atrevieron. Se quedaron a la puerta. Yo entré, y en el patinillo, sobre unas matas verdes, estaba sentado un hombre. Era muy moreno; vestía chaqueta azul y tenía puesta una gorra a cuadros. Fui a echarme sobre él; pero más rápido que yo, él, de un salto, se subió a la Ventana y me tiró un ladrillo, que me dio en medio del pecho, haciéndome caer. He tenido que curarme. Mientras me reponía del golpe y me levantaba, el individuo logró huir nuevamente.
Al «fantasma» no se le ha vuelto a ver desde entonces. ‘
Avisadas las fuerzas de Asalto, enviaron una camioneta con guardias, que rápidamente cercaron, registraron y buscaron por todo el barrio; Pero la verdad es que la Policía nada ha visto.”
En el artículo no se explica como era posible que si por la ventana no podría pasar un niño, pudo hacerlo el “fantasma” que vio Jaime
Fuente: http://leyendasyfabulas.com/