Combate naval de Punta Gruesa

El combate naval de Punta Gruesa, o también la pérdida de la Independencia, ocurrida el día miércoles 21 de mayo de 1879 y de la cual la goleta chilena Covadonga, al mando de Carlos Condell, había emprendido la huida hacia el sur pero siendo perseguida por la fragata blindada peruana Independencia, bajo el mando de Juan Guillermo Moore Ruiz.
Cuando la Covadonga puso rumbo al sur, un proyectil del monitor Huáscar la atravesó de banda a banda, hiriendo así gravemente al cirujano Videla y observando desde tierra el movimiento de la nave chilena, el coronel Juan Buendía dispuso desde Iquique que lanchas con tropas de fusileros hicieran fuego sobre la goleta por lo que Condell abandonó el puerto de Iquique hacia la bahía de Cheurañete.
Luego de dejar la bahía de Iquique, la Covadonga pasó muy cerca de la isla Iquique, donde recibió disparos de fusilería de toda la guarnición peruana.
Luego, en la caleta Molle, el comandante Moore al acercarse a la Covadonga, realizó disparos contra la nave chilena, haciendo así fuego de estribor y la guarnición peruana en Alto Molle, conformada por el Zepita y el Dos de Mayo al mando del coronel Andrés A. Cáceres, también realizó disparos de fusilería contra la nave chilena.
En la persecución por la bahía de Cheurañete, utilizó el espolón dos veces, pero la Covadonga avanzó más hacia el sur.
La tripulación de la Independencia no estaba preparada para el combate, era novata ya que había sido embarcada pocos días antes de zarpar del Callao y no había hecho ejercicios de tiro, o sea, al enfrentarse a la Covadonga los tiros de la Independencia eran así erráticos y la Covadonga, con fuego de fusilería, lograba abatir a los sirvientes del cañón de proa del buque peruano.

La goleta Covadonga
Esto, sumado a que poco después de iniciado el combate, al blindado peruano se le desmontó el cañón de 150 libras que llevaba en popa y el de 250 libras en proa hizo que Moore se decidiera a utilizar el espolón para tratar de hundir a la Covadonga.
Por su parte, Condell, para evitar que la Independencia empleara su espolón contra su nave, navegaba lo más cercano a la costa así gracias a que el menor calado de la Covadonga se lo permitía.
En estas circunstancias, ambas naves llegaron a la altura de Punta Gruesa, unas diez millas al sur de Iquique, con la Independencia siguiendo aguas a la Covadonga a muy corta distancia y muy cerca de la costa donde Moore intentó espolonear a la goleta en dos oportunidades, pero la baja sonda impidió la maniobra, ante lo cual Condell se acercó más hacia la costa.
En esos momentos, se sintió a bordo de la Covadonga que el buque rozaba la quilla con el fondo pues Condell cayó a estribor para alejarse de la costa y Moore por su parte ordenó toda la caña a babor, para poder rebasar al buque chileno y atacar así con ventaja por la otra banda, pero esta orden no se efectuó con la rapidez necesaria ya que los tres timoneles de la Independencia habían sido heridos previamente.
Acto seguido, Moore ordenó poner la máquina marcha atrás y aproximadamente a las 12:35, cuando la Independencia se prepara a embestir a la Covadonga con el espolón, la fragata peruana encalló en una roca que, según Moore, no figuraba así en las cartas de navegación.

Hundimiento de la fragata Independencia
A consecuencia de este choque, se llenó completamente de agua la parte inferior del buque, apagándose los fuegos; y un segundo y tercer choque inundaron completamente las otras secciones.
La fragata cayó sobre su costado de estribor entrando el agua por las portas de la batería pues Moore detalló que tras el impacto, y debido a la falta de experiencia marinera de la tripulación, una parte de esta se arrojó al agua corriendo el riesgo de perecer todos ahogados, por lo que mandó bajar los botes para enviarlos a la orilla.
En su parte oficial, Condell informa que realizó un giro y abrió fuego sobre la Independencia ante el apremio de asegurarse así de inutilizar al principal buque enemigo y ya que, a pesar de haber encallado, su tripulación no había arriado su bandera ni perdido el poder de fuego.
Condell reporta que la tripulación de la Independencia habría arriado la bandera peruana y la habría reemplazado por una bandera de parlamento.
Según el mismo parte oficial, Moore le habría comunicado a viva voz el arrío de su pabellón y le habría solicitado un bote lo que no habría podido llevar a efecto debido a la proximidad del Huáscar.
Al respecto cabe precisar, que Moore escribió una carta a Condell un mes después del combate rechazando su informe, sobre así la supuesta rendición y conversación entre ambos.
Algunos autores narran que la fragata comenzó a inundarse y que la Covadonga regresó para repasar a los sobrevivientes mediante disparos sobre los náufragos inermes.

El Huáscar
Sin embargo, en su parte oficial Moore señala que los tripulantes del Independencia contestaron el fuego del buque chileno con los cañones primero, que luego se inundaron, luego con las ametralladoras, finalmente con rifles y revólveres así hasta quedarse estos sin municiones, mientras que la Covadonga habría seguido disparando «a mansalva» y que una bomba habría destruido el asta con el pabellón peruano y que él habría mandado a izarlo inmediatamente en otra driza.
La tarea de reponer el pabellón fue del marinero Federico Navarrete y de Monsieur Schofield, quienes fueron heridos y así según el Teniente Fortunato Salaverry de la dotación de la fragata, la Covadonga permaneció haciendo fuego sobre la Independencia un total de 40 minutos después de la varada, interrumpiendo el ataque y retomando su huida cuando avistó al Huáscar acercándose en el horizonte.
Tras rescatar a los 57 sobrevivientes de la Esmeralda, el Huáscar avistó a la Independencia a las 14:20 a 9 millas de distancia y así conforme se desplazaba se apreció que la fragata estaba inmóvil, alcanzándose a distinguir a la Covadonga alejándose hacia el sur.
Una vez que el Huáscar llegó frente a la fragata a las 15:10. la encontró varada y con solo 20 tripulantes a bordo, entre ellos estaba Moore, ya que el resto había desembarcado en botes.
El blindado peruano continuó la persecución de la Covadonga durante tres horas, hasta que Grau, convencido que la distancia que lo separaba de ella no podía acortarse antes de la puesta del sol, decidió regresar en auxilio de la Independencia.
Grau estimó entonces que la pérdida de la fragata era total y envió las embarcaciones del Huáscar por los tripulantes que entonces aún se encontraban a bordo dando la orden de incendiar el buque.
La Covadonga llegó a Tocopilla en la noche del jueves 22 de mayo con serias averías producto del combate y en la tarde del día 23 zarpó en dirección a Antofagasta, pero regresó a medianoche y ese día 23 también 271 sobrevivientes de la Independencia viajaron de Iquique a Arica en el transporte Chalaco.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Combate_naval_de_Punta_Gruesa