El misterio de los Cuatros sombreros de oro de la Edad del Bronce

Las reliquias y artefactos descubiertos a lo largo de los siglos, han proporcionado una inmensa base de conocimientos acerca de cómo vivían nuestros antepasados, lo que creían, y qué habilidades que tenían.
De vez en cuando, un hallazgo sorprendente desafía nuestra comprensión de las sociedades y las culturas antiguas y proporciona nueva información sorprendente acerca de las civilizaciones del pasado.
Un tal hallazgo, fue el descubrimiento de cuatro sombreros de oro en forma de cono de la Edad del Bronce que fueron descubiertos en diferentes lugares, en diferentes momentos y comparten muchas similitudes en tamaño, forma, diseño y construcción.
Son objetos en forma de cono, con una altura de entre 30 y 88 centímetros, fabricados con láminas de oro y además decorados en los que destacan los motivos circulares, o sea, ello los hace únicos y solo se han encontrado cuatro de ellos en todo el mundo, y se concentran en Europa Central.
Tres de ellos aparecieron en tierras germanas y otro en el territorio de la actual Francia. Están datados al final de la Edad del Bronce y todos han aparecido a consecuencia de hallazgos casuales o expolio, lo que nos impide determinar su contexto arqueológico.
El primero en ser descubierto fue el sombrero de Schifferstadt (Alemania) en 1835, durante la realización de trabajos agrícolas y por lo que sabemos del momento de su hallazgo, este sombrero fue enterrado a propósito en una posición vertical sobre una losa de arcilla quemada.
Su interior se encontró relleno de una mezcla de tierra y ceniza de la que tristemente no conservamos pues ninguna muestra. Mide 29,6 centímetros y está decorado con círculos, discos y formas semejantes a ojos divididos en bandas horizontales. Actualmente se puede visitar en el Historical Museum of the Palatinate (Speyer, Alemania).
El segundo sombrero que se halló fue el de Avanton (Francia) en 1844, en la villa epónima pues tiene una altura de 55 centímetros, se encuentra decorado con bandas horizontales y símbolos circulares en su interior pues se encuentra en el Musée d’Archéologie Nationale (Saint-German-en-Laye, Francia).
El tercero se encontró en 1953 cerca de Ezelsdorf (Alemania) durante los trabajos de remoción de los tocones de unos árboles donde resulta ser el más alto de los cuatro sombreros con 88 centímetros de elevación.
Su decoración se subdivide en bandas horizontales en las cuales se insertan protuberancias circulares encerradas en hasta siete círculos concéntricos, motivos con formas de ojo, pequeñas ruedas de ocho radios y conos en miniatura así que se asemejan al propio sombrero donde la punta del cono está adornada con una estrella de diez puntas.
Por tanto, ern la actualidad este artefacto puede verse en el Germanisches National Museum (Nuremberg, Alemania).
El último de estos objetos del que tenemos noticia es el llamado sombrero de Berlín, o sea, sus orígenes son así más inciertos que los de sus semejantes anteriores.
Apareció en 1995 en el mercado internacional procedente así de una colección privada reunida entre los años 50 y 60 pues al año siguiente, conscientes de su valor patrimonial, fue adquirido por el Museum für Vor- und Frühgeschichte.
Mide 75 centímetros de alto y por su buen estado de conservación se piensa que también tuvo que ser así entonces cuidadosamente enterrado en posición vertical.
La decoración sigue los mismos patrones que sus hermanos anteriormente descritos: división del cono en unas bandas horizontales rellenas por diversas formas circulares y se puede visitar en el Neues Museum (Berlín, Alemania).
A día de hoy, aún no está claro el propósito de estos sombreros pues entonces durante algún tiempo resulta que los prehistoriadores pensaron que podían ser símbolos de la fertilidad, debido a su forma fálica.
También se enunciaron hipótesis sobre su posible uso como recipientes ceremoniales, parte de una armadura, como colofón para estacas en ceremonias y ritos, etc.
Más recientemente, los estudiosos de los sombreros dorados han propuesto la teoría de que estos artefactos serían utilizados por personas capaces de predecir el tiempo con la ayuda de la astronomía, asimilando así la decoración de estos objetos al movimiento del sol y la luna en el ciclo metónico.
Esta capacidad predictiva, muy útil en agricultura, daría la impresión ante el grupo de estar pues en presencia de seres mágicos con poderes sobrenaturales, capaces de prever el futuro.
Por ello, esta hipótesis habla de estos sujetos como «reyes-sacerdotes», figuras importantes en la comunidad que así justificarían el esfuerzo de realizar unos objetos tan preciados y únicos.
Fuente: https://www.prehistoriaviva.es/l/curiosidades-prehistoricas-los-sombreros-dorados/