El incendio de El Chiado

El incendio del Chiado se inició a las 3 de la madrugada del día 25 de agosto de 1988 en los Almacenes Grandella, junto a la Rua do Carmo en el barrio del Chiado en Lisboa y aún hoy en día no se sabe si fue accidental o provocado.
Las llamas se extendieron con gran rapidez y los equipos de bomberos asistieron, impotentes, a su gran propagación, por suerte el mismo incendio se limitó a arder dentro del cuadrilátero formado por las calles Do Ouro, Do carmo, Garrett, Sacramento, Ivens y Nova Almada.
Las llamas desmesuradamente altas, se avivaban con la fuerte brisa que venía del Tajo, y hacían retroceder a lo bomberos pues el calor intenso iba provocando explosiones que desmoronaban muros y paredes.
Un millar de hombres, decenas de vehículos, motobombas y escaleras se utilizaron en la lucha contra el fuego, pero el caos y la confusión impedían que fuera sofocado pues además las calles eran estrechas lo que impedía a los coches de bomberos maniobrar.
Por ello, a pesar de más de 1500 bomberos, 300 vehículos y más de 15 horas de esfuerzo luchando contra las llamas, no fueron suficientes para evitar la destrucción de parte de uno de los barrios con más encanto de la ciudad.
El resultado del incendio fueron decenas de edificios, comercios y pequeñas empresas destruidos, más de 2.000 trabajadores sin empleo; unos 3.000 vecinos debieron ser evacuados, hubo 42 heridos y tan sólo 2 muertos.
El plan para su recuperación se confió al arquitecto Álvaro Siza Viera, que se empeñó pese a la oposición de otros arquitectos, a mantener y respetar el ambiente histórico y arquitectónico de la zona, o sea, el de mantener la fisonomía pombalina de finales del siglo XVIII en el exterior de los edificios, mientras que su interior los dotó de instalaciones modernas y seguras.
A parte de los Almacenes Grandela, el fuego también acabó con las tiendas de ropa Chiado y Eduardo Martins, las más grandes de la ciudad y con los Grandes Almacenes del Chiado que estaban situados así al lado de los de Grandela, incluso se comunicaban a través de un patio lo que hizo que estos también acabaran incendiados.
También acabaron destruidas Valentim de Carvalho, almacén de discos más importante del país, al igual que el salón de té Ferrari, famoso por el novelista Eça de Queirós, y por Fernando Pessoa que había así sido fundada en 1821, y mantenía aún la arquitectura y la decoración originales.
Otros locales que perecieron fueron la Casa Batalha, una tienda de joyería que contaba con 354 años de historia, que se salvó del terremoto de 1755, pero cayó pasto de las llamas en 1988.
Fuente: https://descubriendonuevasciudades.blogspot.com/2015/09/lisboa-25-de-agosto-de-1988-el-chiado.html