Las niñas desaparecidas de la calle madrileña Hilarión Eslava

El sábado 24 de mayo de 1924 desaparecieron tres niñas que vivían en una modesta casa de vecindad en el número 71 de la calle Hilarión Eslava: María Ortega (10 años), Angelita Cuevas (8) y María del Val (7).
La madre de María charlaba en el rellano de casa con María Escudero, una mujer que hacía las veces de profesora a domicilio en la barriada, cuando ésta mandó a la pequeña a comprar patatas a El Progreso, la tienda de la cercana plaza del Caño Gordo siendo acompañada para hacer el recado por sus dos amigas.
Las madres de las niñas, al ver que no regresaban, decidieron ir a la tienda para ver qué pasaba. Vieron que no estaban pero el dependiente de la tienda les dijo que sí habían estado en la tienda.
Por ello, las tres madres decidieron, una vez que las buscaron por el barrio, poner una denuncia en la comisaría aunqu een un primer momento, no les hicieron mucho caso.
El abuelo de Angelita Cuevas confesó que observó a un hombre siniestro, enjuto, de ojos saltones, con una larga blusa blanca, con un envoltorio bajo el brazo, dando vueltas por el barrio, al cual persiguió pero le perdió la vista después de que este empezara a correr.
También se persiguió a un cura al que se le había visto jugar con niños en el barrio, a una curandera y a un grupo circense de gitanos, llamados “Los titiriteros», que estaban acampados en la Pradera de San Isidro y que se marcharon de Madrid el día de la desaparición.
Pero, tras varios meses de búsqueda y de miedo generalizado en el barrio, en agosto de 1924 el juez encargado del caso mandó interrogar a la maestra de una de las niñas y fue detenida el 6 de agosto. Asimismo, mandó interrogar a las vecinas de la maestra que declararon que Escudero había intentado implicar a otras personas en la desaparición.
Una de ellas, además, declaró que Escudero, antes de la desaparición, vivía modestamente pero que su situación económica había cambiado, y de la noche a la mañana había dado mil pesetas para el traspaso de una lechería.
Escudero, al ser preguntada por el dinero, relató que pretendía pedir un préstamo a su amiga catequista, Mercedes Morales, que se encontraba de vacaciones en Cantabria.
Tras su vuelta, esta fue encarcelada durante tres días. A pesar de ello, Morales fue la señalada pues por la opinión pública hasta que en junio de 1925 murió debido a un cáncer de estómago.
Pero, en febrero de 1928, durante unas obras en el cruce de las calles Hilarión Eslava y Cea Bermúdez, un obrero encontró una calavera y, posteriormente, aparecieron varios huesos, una bota y algunas monedas, o sea, tras la interveción policial, los familiares reconocieron los restos de ropa de las niñas desaparecidas.
A día de hoy, se desconoce quién fue el causante de la desaparición de las niñas y qué pasó exactamente en la calle Hilarión Eslava aquella tarde de 1924.
Fuente: https://www.madridiario.es/468290/desaparecen-las-tres-ninas-de-hilarion-eslava-por-un-encargo-de-patatas