El fin de la Cárcel de la Corte, consumida por las llamas

El 4 de octubre de 1791, un devastador incendio reducía a cenizas la Cárcel de la Corte y al parecer, los 200 presos salvaron la vida, aunque las pérdidas documentales fueron cuantiosas.
Fue el fin de la cárcel más famosa de Madrid ya que el 4 de octubre de 1791 ardía de una forma «rápida y voraz» la Cárcel de la Corte, el palacete de plaza de la Provincia, junto a la Plaza Mayor, pues hoy sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Así lo contaba el Mercurio de España en una crónica que daba cuenta de la virulencia de las llamas, en la que solo dejaron en pie la fachada del imponente edificio.
El fuego comenzó entre las dos y las tres de la tarde donde según contaba el periódico, un descuido del Capellán de la cárcel fue el origen del incendio, que pasó de su cuarto a la capilla y desde allí, a través del retablo, al resto del edificio.
«A poco tiempo ocupó casi todo el edificio por la parte superior, en cuyo conflicto el primer cuidado y así la atención se dirigió á salvar los presos, y a que no hicieran fuga», contaba la crónica.
Una semana después del suceso, Diario de Madrid publicaba un grabado, probablemente realizado por un testigo ocular, sobre las labores de extinción del fuego, que fueron capitaneadas por el Maestro Mayor de obras del municipio, Don Juan de Villanueva.
En él puede verse un grupo de reclusos puestos a salvo pero maniatados, para evitar, tal y como contaba el Mercurio, fugas y a pesar de ello, un hombre y una mujer, aprovecharon la confusión del momento para huir pero a la mujer la apresaron de nuevo poco después.
Aunque el rumor corrió como la pólvora, se negó que ningún preso, de los dos centenares que había en la cárcel, hubiera muerto en el incendio.
Sí que hubo algunos heridos, de los que Mercurio destacaba las quemaduras de poca conideración de un hombre, tres mujeres y una niña de una de las presas, la contusión en las costillas de otra interna y una muñeca dislocada en otra mujer.
Aunque la crónica del Mercurio se esforzó por contar que se había conseguido salvar el grueso de los papeles del archivo de la cárcel, lo cierto es que las pérdidas documentales fueron cuantiosas hasta el punto de que en algunos casos, irreparables.
Tras el suceso, el mismo Juan de Villanueva que había coordinado las labores de extinción recibió luego el encargo de reconstruir el edificio, que había sido inaugurado un siglo y medio antes.
Fuente: https://www.madridiario.es/460716/efemerides-incendio-carcel-corte