El extraño ser antropomorfo del cementerio del Casar
“Cuando yo la vi me llevé una impresión tremenda. Realmente era algo inusual y jamás visto en la arqueología. Los restos romanos y celtibéricos, con los que se la asoció, son radicalmente distintos. Estas tradiciones culturales intentaron, en la provincia, reflejar lo más fielmente a los retratados. Las estelas funerarias antropomorfas son de otro tipo, no existen de cuerpo entero… y menos con esos ojos, ese cráneo, esas botas… y esa inscripción misteriosa aún no traducida”.
Estas palabras dichas por el escritor trujillense, Alfonso Naharro, que descubrió la losa con este curioso ser esculpido en relieve en una tapia del cementerio del Casar de Cáceres, ilustran y resumen a la perfección tan excepcional hallazgo. El que algunos llaman “extraterrestre” celtibérico del Casar, se encontraba en un tapia que daba hacia el exterior del cementerio, mirando hacia el cielo y el campo. En la piedra de granito se puede ver una estela antropomórfica que representa una figura humana muy geométrica, desnuda, frontal, de cabeza abombada, ojos orientales sonrientes, largo cuello, hombros levantados, piernas desproporcionadas y musculosas y pies calzados con lo que parecen unas gruesas botas.
Entrada al cementerio de Casar de Cáceres
Se data en el apartado de las estelas de la Edad del Bronce, sobre el siglo I a. de C. No se sabe de donde fue extraída ni quien o cuando fue adosada a la tapia del cementerio. Sobre el cuerpo, están talladas unas serie de inscripciones que muchos investigadores han tratado de resolver con escaso éxito. La única palabra completa que se ha podido analizar es “ILUCIA”, que según el geólogo Juan Gil puede tener su raíz en “Lux-Lucis”, o lo que es lo mismo, “LUZ”.
Según otras investigaciones, pese a que las inscripciones son letras latinas, el dialecto se asemeja a una lengua indoeuropea céltica influida por corrientes íberas. Curiosamente, el cementerio del Casar se encuentra en muy cercano a Arroyo de la Luz, considerado desde hace cientos de años como un “punto caliente” en cuanto a avistamientos ovni y apariciones que se han atribuido en muchas ocasiones a un origen divino.
Ya en 1134 existen leyendas de extrañas entidades que ayudaron a los cristianos en una de las batallas de la reconquista pues toda la zona está plagada de tumbas de origen celta, en forma de colmena, donde los reportes de avistamientos de extrañas luminarias se han vuelto algo de lo más común. En la actualidad, la estela se encuentra en el museo provincial de Cáceres.
Imagen del astronauta en la tapia del cementerio
Empotrada en la tapia SE del cementerio de Casar de Cáceres mirando hacia el cielo fue encontrada por el druida Cauceno, hace más de 40 años, es una de las piezas más extrañas jamás halladas en Extremadura.
Respecto a estas inscripciones, epigrafistas e historiadores no se ponen de acuerdo, habiéndose hecho bastantes lecturas de la inscripción. En lo que si coinciden muchos es en señalar que la críptica inscripción pudiera estar escrita en alguna lengua indoeuropea céltica, lusitana o vetona, influida por corrientes íberas y transcrita usando caracteres latinos.
Otra figura que se encuentra a más de 11000 kilómetros de este lugar, en la pampa peruana, en las conocidas pistas de Nazca, muestra otro ser de apariencia muy similar conocido como “el astronauta”, permanece inmóvil mirando al cielo desde hace 2500 años. No se puede negar que la similitud entre ambas figuras es asombrosa y no podemos más que hacernos algunas preguntas como; ¿Es esto fruto de la casualidad o simplemente nuestros antepasados hicieron toscas reproducciones de lo que vieron?
Dos imágenes del astronauta de Casar
Para muchos estudiosos la figura de la estela representa a un guerrero centinela que vigila las almas que duermen en el sueño eterno, otros piensan que su origen podría estar honrando la presencia de algún antiguo dios. Sobre su origen, unos la consideran de época tardorromana y otros, en cambio, piensan que es celtibérica. A pesar de estar fechada en aquella época lo extraño es que la figura aparezca representada de cuerpo entero, pues en aquellos tiempos las estelas funerarias eran realizadas a partir del busto de la persona o deidad en cuestión.
Por otro lado, este tipo de figuras se tallaron en más lugares de Europa y en distintas épocas. Parece ser que era una especie de estilo que se caracterizaba principalmente por la forma de la cabeza, con lo que podría ser un casco o birrete. El origen y la conexión entre ellas no acaba de estar muy claro.
El prestigioso epigrafista Ricardo Hurtado, tras décadas estudiando el significado de las enigmáticas inscripciones que hay en la lápida del ser antropomorfo de Casar de Cáceres, ha llegado a la conclusión de que no se corresponden con nada de lo conocido hasta ahora en epigrafía. Hurtado está convencido de que ese extraño mensaje puede ser obra de otra civilización o de habitantes de otros mundos. A continuación, la traducción personal que él ha realizado del texto completo:
“En el dia de la marcha/mi imagen permanecerá/ILUCIA/Esposa madre amantísima/En el dia cien de las kalendas de agosto/ascendió la nave.”
Fuente: https://fronterainvisible.wordpress.com/