La historia de Citroën

Finalizada la Primera Guerra Mundial, André Citroën decide dejar la dirección de una fábrica de obuses para fundar su propia empresa, una marca de automóviles.
Su idea era tomar ejemplo de Henry Ford, y para ello se desplaza a Estados Unidos para estudiar la fabricación en cadena de la marca pues toma nota de los procesos empleados y los traslada a su taller de París.
El primer modelo se denomina tipo A y llega a las calles el mismo 1919 convirtiéndose en el primer coche europeo fabricado en serie y en 1924, con la ayuda del ingeniero estadounidense Edward Gowan Budd, introduce la primera carrocería de acero para automóviles.
A principios de la década de 1930 André Citröen trató de sortear la crisis de su empresa lanzando un revolucionario modelo llamado Traction Avant, que llegó al mercado en 1934.

Fabricación de vehículos Citroën en cadena de montaje
Este vehículo tuvo mucho éxito, pero no fue suficiente para salir del bache ya que en 1935 Pierre Michelin reemplazó a André Citroën en la dirección de la empresa.
La segunda guerra mundial causó que la marca tuviera muy poco trabajo en 1941 y 1942, llegando a detener la producción en 1943 provocando que los prototipos de un pequeño coche revolucionario fueron destruidos u ocultados en Auvergne por Michelin.
De este coche nacería el 2CV en 1948, que llegó a las calles en 1949 donde su principal gancho era su coste muy asequible, que se adaptaba a la perfección a los bolsillos de la época.
Se avecinaban buenos años para Citroën pues en 1965 pasó a tomar el control de Panhard y en 1967 compró Maserati, un movimiento que a la postre pudo resultar contraproducente.
Con el estallido de la crisis del petróleo, Citroën se vio inmersa en serios problemas económicos ya que su gama de coches, demasiado amplia y descompensada, no le permitió adaptarse a los tiempos que corrían.
Tan mal estaba la situación para la firma, que en 1975 Peugeot se hace con ella, constituyéndose el Grupo PSA, Peugeot-Citröen y la coexistencia de ambas se hizo difícil en sus inicios, ya que no se complementaban entre ellas.

Sede de Citroën en Vigo
PSA optó por abandonar los diseños ambiciosos de Citröen en favor de unos más conservadores y tradicionales pues para recortar costes, decidieron compartir piezas para fabricar sus automóviles pues no sentó nada bien a los modelos de Citroën, que parecían clones de Peugeot.
Con el cambio de aires producido con la llegada de Jean-Martin Folz a la presidencia del Grupo PSA, Citröen parece haber vuelto a la senda del éxito ya que los nuevos modelos destilan carácter y estilo propio.
Los antiguos talleres situados a orillas del Sena fueron convertidos después de su demolición en un extenso parque bautizado con el nombre del creador de la marca André Citroën.
Las fábricas de Citroën están situadas en las ciudades francesas de Aulnay-sous-Bois, Rennes y en la española de Vigo. Las nuevas fábricas del grupo PSA, fabrican indiferentemente modelos de las dos marcas.
Fuente: https://noticias.coches.com/historia/la-historia-de-citroen/9390