La primera mujer en cruzar nadando el Canal de la Mancha: Gertudre Ederle

Gertrude Ederle nació en Nueva York en 1906 y pertenecía a una familia de clase trabajadora (eran seis hermanos) donde sus padres eran inmigrantes alemanes y tras instalarse en Manhattan su padre abrió una carnicería con la que sacó a su numerosa familia, prosperando con los años.
Según relatan algunos cronistas, de pequeña Gertrude Ederle cayó en un lago, durante un viaje familiar pues como no sabía nadar tuvo que ser rescatada.
Al contrario de otros niños y niñas que pasan por lo mismo, decidió no cogerle miedo al agua y pidió a sus padres que la enseñaran a nadar, demostrando tener muy buenas habilidades y con los años acabó siendo admitida en la ‘Women’s Swimming Association’.
Durante su adolescencia ganó numerosas competiciones, tanto locales como nacionales, siendo seleccionada, a los 18 años de edad, para participar en los Juegos Olímpicos de 1924 que se celebraron en París donde ganó una medalla de oro, dos de bronce y, además, batió un récord.
Gertrude Ederle tenía una personal y particular forma de entrenar para ser la mejor pues se dio cuenta que nadaba mejor y mucho más rápida con un traje de baño que no le cubriese desde el cuello hasta los tobillos, por lo que lo puso en conocimiento de sus superiores en el club de natación, con el fin de que le permitieran llevar en traje de baño más corto.
Se le permitió pero con la condición de que debía llevar un albornoz antes de cada competición, tan solo se lo podía quitar en el momento de ir a lanzarse a la piscina y volvérselo a poner rápidamente nada más salir del agua.
Dos años después de los JJOO de París, llegó el momento cumbre en la carrera de Gertrude, protagonizando una hazaña que la llevaría a ser inmensamente famosa y por la que sería conocida como la ‘Reina de las olas’.
El verano de 1926, Gertrude realizó una gesta que tan solo cinco hombres habían conseguido hasta aquel momento y, además, lo hizo batiendo un doble récord: ser la primera mujer en realizarlo y en un menor tiempo que sus predecesores. Tal hazaña fue cruzar nadando el Canal de la Mancha.
Se entrenó a fondo y concienzudamente, poniendo en práctica las más avanzadas técnicas: usó unas de motoristas, que le proporcionaban una mayor amplitud de visión que iban ajustadas al máximo además de el uso de un pegamento especial, que las adhería totalmente al rostro, haciendo que no le entrase ni una gota de agua de mar en los ojos.
Fuente: https://mujeresbacanas.com/gertrude-ederle-1905-2003/