Cuadros malditos y embrujados

Muchos de los relatos que rondan sus lienzos son tan escalofriantes que hay quienes preferirían no conservar obras antiguas entre sus propiedades pues los fenómenos paranormales que sufrieron aquellos que las tuvieron fueron testigos de apariciones, enfermedades, pérdidas y desgracias que terminaron en la muerte.
Entre ellos destacamos los siguientes:
Cartas de amor

Existe en Texas un hotel presuntamente “embrujado”, cuya fama se ha extendido por todo el mundo debido a que conserva un tenebroso misterio que puede sentirse desde que se atraviesan las puertas para entrar.
Allí está el cuadro de una pequeña niña que, según relatan, transmite muchísima tensión. La pequeña del retrato era la hija de un senador de Estados Unidos, se llamaba Samantha Houston y tenía solo 4 añitos cuando cayó por las escaleras del hotel y falleció.
Visitantes, trabajadores, investigadores y clientes aseguran que la pequeña de la pintura hace gestos, parpadea, cambia su postura y ríe de vez en cuando, pues su espíritu aún está presente en ese viejo cuadro.
La Venus del espejo

Esta icónica pintura del gran Diego Velázquez, inspirada en la diosa romana viendo su reflejo, ha sido rechazada por galerías, museos e importantes hoteles por la supuesta “mala suerte” que acompaña a los propietarios de los recintos en donde se ha colocado.
Muchos de sus anteriores dueños enfermaron de gravedad hasta morir lento y de las maneras más crueles que puedan existir, o incluso a sus familias las ha perseguido la desdicha desde que el cuadro llegó a sus vidas.
El trabajador de un museo en donde estuvo en exhibición y la sufragista Mary Richardson intentaron acuchillar este lienzo maldito, pero hasta ahora no muestra ningún daño aparente sobre la superficie.
El hombre angustiado

Generación tras generación, una familia conservó esta pintura sin saber la condena que arrastraba con su historia. Luego de las constantes energías negativas que se manifestaron, la tensión y las desgracias en los integrantes, ellos comenzaron a relacionar ciertos incidentes con el lienzo y es que el autor de la perturbadora imagen se suicidó inmediatamente después de haberla terminado.
Lo macabro de su procedencia es que el hombre utilizó su propia sangre para pintar al hombre del retrato, y cuando a la familia se le ocurrió registrar frente a una cámara fija el vídeo del cuadro colgado en una habitación, puertas y ventanas comenzaron a moverse y se escucharon ruidos estremecedores.
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