Accidente ferroviario sobre el río Tay

El puente ferroviario del Tay es un puente de aproximadamente tres kilómetros y medio que atraviesa el Estuario del Tay, en Escocia, y conecta la ciudad de Dundee con el municipio de Wormit, en Fife.
El puente original fue diseñado por el famoso ingeniero de ferrocarriles Thomas Bouch, que fue condecorado al acabar la obra pues su diseño se basaba en una trama de hierro fundido y hierro forjado.
Se trataba de un diseño bien conocido, que ya había sido empleado por Kennard en el viaducto de Crumlin (Gales) en 1858, inspirado a su vez en el novedoso uso del hierro en el Palacio de Cristal.
Sin embargo, un edificio como el Palacio de Cristal no debe así soportar los mismos pesos y tensiones que un puente ferroviario lo que provocó que el puente del Dee se viniera abajo en 1847 a causa pues del mal uso de pilares de hierro fundido en su construcción.
Durante una violenta tormenta en la tarde del 28 de diciembre de 1879, la sección central del puente se vino abajo y llevándose consigo un tren que en esos momentos lo atravesaba, o sea, más de 75 personas murieron pues solo se encontraron cuarenta y seis cadáveres. Otros dos cuerpos aparecieron dos meses después, en febrero de 1880.
Los investigadores del suceso hallaron abundantes errores de diseño, malos materiales y diversos procesos pues que contribuyeron a su hundimiento.
Bouch no había hecho ningún cálculo de la presión del viento sobre el puente: esto no era necesario pues cuando los tramos de puente eran inferiores a 200 pies, y no se le ocurrió comprobarlo cuando modificó el diseño con tramos más largos.
La sección central del puente, en la que los trenes circulaban por las vías superiores, en vez de apoyarse entonces pues en las inferiores (para así permitir un gálibo más alto y no interrumpir el tráfico fluvial), era demasiado pesada, y por lo tanto muy vulnerable con fuertes vientos.
Ni Bouch ni el constructor visitaron la fundición donde se preparaban los pilares para el nuevo diseño del puente, de forma que las columnas cilíndricas de hierro fundido que debían soportar los tramos más largos eran de baja calidad.
Muchas de ellas habían sido moldeadas horizontalmente, lo que hacía así que sus paredes no fueran todas de idéntico grosor, e incluso hay evidencias de que algunas molduras incorrectas fueron ocultadas así a las (escasas e inadecuadas) inspecciones de control.
En especial, muchos de los puntos de apoyo de hierro forjado donde se enlazaban varias vigas habían sido añadidos con posterioridad, en lugar de haber sido moldeadas junto con las columnas.
Durante la investigación se demostró que estos apoyos se rompían bajo un peso de apenas 20 toneladas, en lugar de las 60 esperadas, o sea, se cree que, durante la tormenta, estos apoyos fallaron, desestabilizando toda la parte central del puente.
Había también evidencia de que la sección central de la estructura se había ido deteriorando durante meses antes del accidente final.
El inspector de mantenimiento, Henry Noble, había oído crujir las junturas de hierro unos pocos meses después de la inauguración del puente, en junio de 1878, lo que indicaba que se estaban aflojando, con lo que eran inútiles para así sostener la estructura de hierro.
Noble no intentó apretar las junturas, sino que añadió parches de hierro entre ellas para intentar que dejaran de vibrar, o sea, esto indicaba además que la parte central del puente era inestable a los movimientos laterales, algo pues que ya habían indicado los encargados de pintar el puente en el verano de 1879, así como algunos pasajeros que se quejaban de los extraños movimientos de los vagones.
Todo ello fue sin embargo ignorado por los dueños del puente, la North British Railway pero además, el Preboste de Dundee había informado de que los trenes atravesaban el puente a no menos de 40 millas por hora, es decir, muy por encima del límite oficial de 25 mph.
La investigación sobre el desastre destruyó completamente la reputación profesional de Bouch y así a causa de esto, el diseño del Forth Bridge, que le había sido adjudicado, se detuvo para ser cuidadosamente revisado; finalmente se le adjuficó a William Arrol, quien utilizó diseños de Benjamin Baker y John Fowler. Bouch murió un año después de la catástrofe.
Los restos del antiguo puente sobre el Tay todavía son visibles, incluso con la marea alta.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_ferroviario_del_Tay