El terremoto de Guatemala de 1717

El terremoto de Guatemala de 1717 fue un terremoto que tuvo lugar en la ciudad de Guatemala el 29 de septiembre de 1717 pues tuvo varias réplicas y una magnitud estimada de 7.4 grados en la escala de Richter.
Con una intensidad de aproximadamente IX en la escala de Mercalli, el sismo destruyó mucha de la arquitectura de Antigua Guatemala, que era la capital colonial de la Capitanía General de Guatemala en esa época y cerca de tres mil edificios fueron dañados incluyendo varias iglesias.
Desde principios de la noche del 27 de agosto tuvo lugar una erupción muy fuerte del Volcán de Fuego, que se extendió hasta el día 29 de agosto y cuyos retumbos atemorizaron a los pobladores de la ciudad pues los vecinos de la ciudad pidieron ayuda al Santo Cristo de la catedral además de la Virgen del Socorro que eran los patronos jurados contra el fuego del volcán, mediante procesiones, rogativas y novenas.
El 29 de agosto salió la Virgen del Rosario en procesión pero hubo muchas más procesiones de santos hasta el día 29 de septiembre, día de San Miguel; donde los primeros sismos por la tarde fueron leves, pero a eso de las 7 de la noche se produjo un fuerte temblor que obligó a los vecinos a salir de sus casas y dañando la mayoría de las estructuras de la ciudad;.
Los terremotos de San Miguel dañaron la ciudad provocando un abandono parcial de la ciudad, escasez de alimentos, falta de mano de obra y muchos daños en las construcciones de la ciudad; además de numerosos muertos y heridos.
Estos terremotos hicieron pensar a las autoridades en trasladar la ciudad a un nuevo asentamiento menos propenso a la actividad sísmica; los vecinos de la ciudad se opusieron rotundamente al traslado, e incluso tomaron el Real Palacio en protesta al mismo.
Al final, la ciudad no se movió de ubicación, pero el número de elementos en el Batallón de Dragones para tratar de poner orden a la situación que se incrementado fue considerablemente.
El propio capitán general Francisco Rodríguez de Rivas —que gobernó de 1717 a 1724— donó de sus propios fondos para reconstruir el oratorio de San Felipe Neri y la parroquia de El Calvario.
El intento de traslado originó un conflicto entre las autoridades reales y las eclesiásticas ya que el obispo Juan Bautista Alvarez de Toledo era partiradio del traslado y el presidente de la Audiencia, Francisco Rodríguez de Rivas, se oponía al mismo.
El obispo pretendía que el rey lo nombrara presidente de la Audiencia, pero no lo consiguió, pues por real cédula se agradeció al presidente Rodríguez su labor en la reconstrucción de la ciudad, y no se autorizó el traslado de la misma.
Tras los terremotos que se dieron después de los de Santa Marta de 1773, en 1776, la Corona española finalmente ordenó que la capital se trasladase a otro sitio, al Valle de la Ermita (la actual Ciudad de Guatemala).
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_Guatemala_de_1717