Didio Juliano

Marco Didio Severo Juliano, también conocido como Juliano I fue emperador del Imperio romano del 28 de marzo de 193 al 1 de junio de ese mismo año.
Nació el 30 de enero de 133 en Mediolanum (Italia) y descendía de una de las familias más respetadas de la ciudad pues su madre, Emilia Clara, procedía de la ciudad africana de Hadrumentum y su padre, el jurista Publio Salvio. Juliano, fue uno de los abogados más importantes durante el reinado del emperador Adriano y criado por Domicia Lucilla, madre del emperador Marco Aurelio.
Juliano trató de subir en su carrera política, logrando ser nombrado pretor en el año 162 pues luego gobernó sobre Mogontiacum, donde comandó la Legión XXI Rapax y en el año 170 fue nombrado gobernador de la provincia de Gallia, en Bélgica durante un periodo de cinco años.
Su defensa de un ataque germano procedente de la otra orilla del Elba le valió un consulado suffectus en 175, entre los años 176 y 177 fue nombrado gobernador de la provincia de Iliria y en 178 gobernó Germania Inferior, y posteriormente regresó a Italia.
Fue nombrado gobernador de Bitinia tras exiliarse en su ciudad natal durante un breve periodo al ser acusado de formar parte de la conspiración urdida a fin de derrocar a Cómodo.
Posteriormente se trasladó a África, donde sirvió como procónsul donde designado procónsul de Asia, gobernó la provincia en dos fases (188 – 190) y ( 192 – 193)
En el 193, el emperador romano Pertinax fue asesinado por la Guardia Pretoriana que subastó el trono imperial entre los hombres más ricos e influyentes de Roma, algo intolerable para la sociedad romana de la época.
Didio Juliano se impuso a Tito Flavio Sulpiciano, suegro de Pertinax y por tanto peligroso para los pretorianos, o sea, entonces el precio final por el trono se estipuló en 25.000 sestercios por soldado y tras la compra del trono, los pretorianos obligaron al Senado a nombrar nuevo emperador a Didio Juliano.
La ira del pueblo aumentó cuando Didio Juliano comenzó a realizar promesas a largo plazo, o sea, trató así pues de ganarse al ordo equester para su causa, y de calmar al pueblo mediante la supresión de varias medidas tomadas por Pertinax, pero no concedió los honores debidos al anterior emperador por miedo a enajenarse a la facción militar.
Otorgó tanto a su esposa Manlia Escantila como a su hija Didia Clara el título de Augusta y las ediciones monetarias de su reinado, que muestran a su esposa y sus hijas, señalan su voluntad de crear una dinastía propia.
Además, desde su proclamación como emperador, Juliano encontró resistencia no sólo entre la plebe, sino también entre el propio ejército.
Tras unas semanas, tres gobernadores de provincia, Clodio Albino, Pescennius Niger y Septimio Severo se rebelaron ante el nuevo orden, o sea, el primero y el tercero de estos se unieron y marcharon juntos sobre Roma.
El levantamiento del ejército de Septimio Severo acantonado en Panonia, al que pronto se unieron las tropas desplegadas en los Balcanes y Germania comprendía 15 legiones veteranas y fuertemente armadas. Por su parte, a Pescennius Niger se le unieron las legiones acampadas en Siria y las tropas enviadas por el emperador Vologases V.
Juliano respondió a la amenaza que se le presentaba fortificando Roma tan rápido como las fuerzas de que disponía le permitían y mientras los rebeldes ya se encontraban en Rávena, donde capturaron gran parte de la flota romana.
Es posible que Juliano empleara a los elefantes destinados a servir en el circo de la ciudad para defenderla pero cometió un error; o sea, envió una brigada integrada por pretorianos a realizar trabajos en las murallas de la ciudad.
Los hombres que formaban este destacamento eran soldados de élite, que aprovecharon esta situación para escapar, o sea, debido a ello Juliano perdía la confianza de la tropa y un buen número de soldados.
Septimio Severo proseguía su marcha sobre la capital del Imperio, haciendo que los senadores decidieran enviarle una delegación en la que le juraban lealtad y muchos ciudadanos huyeron de la ciudad por miedo a lo que podía pasar.
Desesperado, Juliano envió a su prefecto del pretorio a Septimio Severo a fin de que le solicitara compartir el trono de una manera simultánea.
No obstante, éste mató al mensajero y envió un mensaje a los pretorianos diciéndoles que si entregaban a los asesinos de Pertinax les garantizaría la impunidad, oferta que los pretorianos aceptaron.
El 1 de junio el Senado se reunió y proclamó por unanimidad a Septimio Severo nuevo emperador del Imperio Romano entretanto Juliano permaneció en el Palacio Imperial, pero fue asesinado al día siguiente por órdenes del nuevo emperador.
Fuente: https://www.ecured.cu/Didio_Juliano