El mayor enigma de los Borgia: ¿ Quién mató al hijo mayor de la familia?
La familia valenciana que dio dos papas al mundo es recordada por su leyenda negra como ejemplo típico de nepotismo, corrupción e intrigasen el corazón de Roma. El malvado Rodrigo Borgia, nombrado Papa como Alejandro VI, la lasciva Lucrecia Borgia, el ambicioso César Borgia… son algunas de las etiquetas, en su mayor parte injustas, que la historiografía y la literatura asignaron a una familia vista como extranjera y hostil entre los italianos. Entre los crímenes y misterios que rodearon a los Borgia llama especialmente la atención la extraña muerte del hijo mayor y capitán de las tropas papales, Juan Borgia, el cual fue asesinado en un callejón de Roma sin que se conocieran nunca los culpables.
Juan de Borgia y Cattanei era hijo de Rodrigo Borgia y de su amante favorita, Vannozza Cattanei. Se dice que era el hijo mayor y preferido de los que Rodrigo tuvo con esta amante, pero los historiadores ni siquiera tienen del todo claro cuál es su fecha de nacimiento, probablemente 1474. A diferencia de su hermano César Borgia, frio y calculador cuando era necesario, Juan era de carácter inestable y dado a ataques de ira, aunque también un inteligente conversador y un buen camarada en tiempos de guerra. Heredero del ducado familiar de Gandía, Juan fue nombrado por Alejandro VI capitán general de los ejércitos papales. Participó en la campaña contra los Orsini, con modestos resultados, y fue derrotado en Soriano en 1497. También luchó en la conquista de Ostia junto a Gonzalo Fernández de Córdoba, «El Gran Capitán».
¿Quién asesinó a Juan Borgia?
Los malintencionados rumores apuntaron como autores del asesinato al propio Alejandro VI y al hermano de Juan, César Borgia, celosos padre e hijo del amor que Lucrecia profesaba a Juan. El canciller papal, el alemán Johann Burchard, afirmó que el pontífice «tras secarse las lágrima, se consoló entre los brazos de madame Lucrecia, la causa del asesinato». Una apreciación sin fundamento que recogió la leyenda negra, surgida a mediados del siglo XVI: el asesino estaba dentro de la familia y la causa estaba vinculada con Lucrecia. Pero los argumentos de esta teoría eran meramente literarios (el mito de Caín y Abel con una mujer de por medio), puesto que la relación entre los dos hermanos era excelente y la relación incestuosa es una falacia vertida por los enemigos del Papa. Además, César Borgia no se benefició a ningún nivel de la muerte de su hermano, ya que sus títulos nobiliarios, como el Ducado de Gandía, pasaron directamente al hijo del fallecido.
Disputa de Santa Catalina en los Apartamentos Borgia
En opinión de los autores del libro «Un inédito Alejandro VI liberado al fin de la leyenda negra», «no hay razón alguna para imaginar un fratricidio. Sí hay razones, sin embargo, y muchas, para pensar en lo más lógico: una venganza de los enemigos de los Borgia, una trampa, una emboscada». Además de los Orsini y el resto de enemigos declarados de Juan Borgia, entre los que estaba incluso Fernando «El Católico», el principal sospechoso durante mucho tiempo fue el vicecanciller Sforza, investigado a fondo a cuenta de sus encontronazos recientes con el hermano mayor de los Borgia. No se pudo demostrar su implicación, como tampoco se pudo encontrar nada contra los maridos y familiares de las muchas amantes de Juan.
Solo un mes después del asesinato, el Papa dio orden de interrumpir las investigaciones policiales porque es mejor callar para preservar la paz, según declaró él mismo. Su rápida reconciliación con los Sforza, a los que eximió públicamente del crimen, advierte en qué dirección iba la conciliadora frase del patriarca de los Borgia.
Fuente: http:// www.abc.es/