Las carreteras más embrujadas de México
Vídeo que relata cuales son las carreteras más embrujadas de México y los fenómenos paranormales que en ellas tienen lugar.
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¿Las casas pueden tener vida propia y afectar negativamente a las personas?
Una familia se muda de casa. A los pocos días comienzan a escuchar ruidos extraños. A los meses ven con sus propios ojos sombras oscuras cruzando por los pasillos y las habitaciones. Los más pequeños de la familia no quieren dormir solos en sus habitaciones. Un año después la familia comienza a tener graves problemas financieros, pero lo peor es que todos los miembros de la familia sufren extrañas enfermedades y su perro aparentemente sano muere de forma repentina. La ansiedad, la desesperación, el miedo, la angustia se apodera poco a poco de todos ellos, sin poder ver una luz en ese oscuro túnel.
El anterior relato es el de un caso real, el de una familia que nos escribió desesperada por su dramática situación sin saber muy bien lo que les estaba ocurriendo. Tanto el padre como la madre creían que su casa estaba embrujada y que estaban siendo testigos de fenómenos paranormales causados por ciertas entidades. Sin embargo, y aunque pueda parecer increíble, no tenía nada que ver con ese tipo de fenomenología, la realidad es que su casa tenia vida propia y se estaba alimentando de sus miedos. Y este tipo de“drenaje energético” era sentido por todos los miembros de la familia en forma de enfermedades.
Son muchas las personas que son víctimas de las llamadas casas enfermas, y que no tiene nada que ver con la clásica casa embrujada. Hay ciertas condiciones que crean un ambiente ciertamente inquietante, y esos mismos factores que pueden energizar un lugar también pueden transferir energía a los ocupantes. Los seres humanos son sensibles a este tipo de propiedades físicas, donde la información residual se impregna en las paredes, suelos y otros detalles arquitectónicos.
Se sabe que los seres humanos son sensibles a las frecuencias de infrasonido debajo de nuestro rango de audición; a las tormentas geomagnéticas, que pueden llegar a ofrecer extraños sueños vívidos; dolores de cabeza antes de los terremotos; la piel de gallina en lugares embrujados; y una sensación de Déjà vu, sin razón aparente. Los seres humanos han incorporado herramientas que ni siquiera conocen y pueden ser activadas en cualquier momento.
Algunas personas creen que los espíritus en una casa pueden ser el factor de activación de dichas capacidades en las personas, haciéndoles actuar de manera diferente o teniendo problemas, pero no es así en todos los casos. Hay casas que con el paso del tiempo han llegado a cobrar vida, con la capacidad de manipular la sensibilidad y comportamientos de sus ocupantes, incluso llevándolos a límites insospechados.
Generalmente se trata de casa antiguas, pero se han llegado a documentar casos en nuevas edificaciones. Pero los síntomas son siempre los mismos, comienza con algo tan simple como con sentimientos de inquietud, agitación, nerviosismo, ansiedad o depresión. La vida de los ocupantes de la casa parece desmoronarse, problemas en el trabajo, en la economía y personales.
Esto conducen a conductas de insomnio y cambios de personalidad, que les obliga a medicarse. Con el tiempo, las personas son sensibles al lugar y sienten que todo lo que hacen les sale mal. Por no comentar la sensación de apego, ya que, aunque quieran no se pueden marchar, la casa les retiene. La razón de todos estos síntomas es que la casa aprovecha cualquier vulnerabilidad causada por la enfermedad para atacar a una persona y agravar el problema. Por lo tanto, incluso una enfermedad que puede haber comenzado como puramente psicológica, en la mayoría de los casos acaba complicándose.
“La casa” reproducirá ciertos fenómenos paranormales, como si se tratara de una casa embrujada, con la única intención de alimentarse del miedo de todos los que viven en ella. Los “sonidos fantasmas”pueden ser en forma de voces, música o ruidos repetitivos que se producen a intervalos regulares. También está el sonido característico de los pasos durante la noche, risas, llantos o música procedentes de un lugar indeterminado. La casa puede crear sonidos para llamar la atención, por lo que emitirá golpes en las paredes sin causa identificable.
Los puntos fríos sin ninguna razón física también acompañan a las casas que tiene vida propia. La teoría es que la casa necesita la energía de su interior, por lo que ciertas áreas del hogar pueden sentirse más fríos. A diferencia de los puntos fríos causados por los espíritus y fantasmas, estos permanecen constantemente en un área un período prolongado. Otro dato a tener en cuenta es que la casa no le gusta las reformas, por lo que creará cierta actividad inexplicable mientras se trabaja en su remodelación.
Pero posiblemente el síntoma más importante lo encontremos en los animales. Las mascotas tienen comportamientos extraños en una casa viviente. Tienen alteraciones en su comportamiento, pueden llegar a ladrar hacia ciertas zonas de la vivienda, incluso pueden negarse a entrar en algunas habitaciones. Pero en los peores casos, una mascota sana puede acabar enfermando misteriosamente y muriendo, siendo esta la primera víctima de la casa.
Muchas personas confunden a las casas que tiene vida propia con el estrés geopático, que es la distorsión de las energías geo-electromagnética en tierras con cursos de agua subterráneos, depósitos minerales o cavidades subterráneas. En el caso del estrés geopático, las energías distorsionadas o negativas pueden irradiar a través de una casa o lugar de trabajo, también afectando a la salud de sus ocupantes de diferentes maneras.
Mientras que las casas que cobran vida propia pueden causar directamente enfermedades, el estrés geopático no las causa, aunque puede debilitar el sistema inmunológico de una persona debilitándole el cuerpo por lo que una enfermedad es más lenta de curar y más susceptible a enfermedades como el cáncer. En el estrés geopático las áreas árboles frutales no producen, las plantas y las flores se mueren con facilidad, y los rayos impactan con cierta frecuencia.
Nuestra primera y única recomendación es que cualquier persona que sea víctima del poder de una casa lo que tiene que hacer es marcharse, sin miedo a lo que será de su vida ya que “la casa” hará lo posible para retenerlos. Pero por desgracia, hay muchas personas que no pueden o no se atreven a dar ese paso. Por lo que algunos expertos recomiendan utilizar el Feng Shui.
Hay que mantener la casa bien iluminada y ordenada, con áreas libres y abiertas para que la energía fluya. En el blog de la reconocida psíquica y vidente Elise Defer podrás encontrar herramientas valiosas para eliminar la energía negativa y transformarla en una buena energía para el hogar. Otras recomendaciones es reproducir música suave feliz con fotos felices de la familia u objetos asociados con buenos sentimientos, como el juguete de un niño. Este tipo de cosas puede ayudar a controlar la energía de una casa de este tipo. Esta buenas practicas pueden servir para los casos menos graves, pero para los más grabes la única solución es marcharse sin mirar atrás, ya que nuestro dulce hogar se puede convertir en la peor de las pesadillas.
Fuente: http://www.mundoesotericoparanormal.com/
Harry Price, el «Caza-Fantasmas»
¿Quién ha escuchado hablar de Harry Price? En nuestros días el nombre quizá haya quedado en el olvido, pero hubo un tiempo en que este hombre fue considerado el mayor y más importante investigador paranormal del mundo.
Desde la década de los 20 y hasta mitad de los años 40, ningún periódico o artículo de revista sobre temas que involucraran sucesos paranormales, fantasmas, apariciones, o programas de radio hablando del fenómeno poltergeist, estaba completo sin la participación y opinión abalada de Price. En vida fue un talentoso y prolífico escritor, periodista, ensayista y promotor de sus propias hazañas. Durante una carrera que se extendió por casi cuatro décadas, Price visitó a una enorme cantidad de médiums, investigó cientos de fenómenos inexplicables y exploró todo tipo de casas embrujadas por Inglaterra (que no fueron pocas).
Llegó a fundar una institución dedicada exclusivamente a investigar tales fenómenos, el Laboratorio Nacional de Investigación Psíquica, una especie de departamento cuyo propósito era examinar el mundo paranormal desde un perfil científico. Este laboratorio reunió miles de documentos y formó una notable colección de libros y textos sobre ocultismo, magia, filosofía y religión. En la actualidad, la Biblioteca Price aun sirve a estudiantes e investigadores interesados en profundizar en las ciencias ocultas.
Nadie se dedicó más que Harry Price a develar los secretos de la llamada “época de oro” del espiritismo. De la misma forma respetado y detestado por muchos enemigos, no hay forma de negar la influencia de Price como uno de los personajes más prominentes del estudio paranormal durante el siglo XX. Con una personalidad carismática y brillante, se convirtió en lo que podríamos llamar un “cazador de fantasmas”, aunque el término de “celebridad paranormal” está igual de próximo. Quizás, el mayor mérito de Price haya sido llevar el tema a un público general. Él comprendió que al hacer de su objeto de estudio un tema emocionante y misterioso atraería la atención de las masas y conquistaría un lugar sobre los reflectores. Tal vez a causa de esto, después de su muerte en 1948, sus colegas resentidos por su éxito atacaron su legado, intentando manchar su reputación.
Durante muchos años, los investigadores lo consideraron un charlatán sinvergüenza. Pese a estas polémicas opiniones, es innegable que Price dejó su huella muy marcada. Aunque carecía de preparación formal y no calificaba como un doctor en parapsicología, es innegable que sus métodos y habilidades resultaron auténticas. Harry Price era, además de investigador paranormal, un ilusionista y experto en detección de fraudes, capaz de revelar los trucos y desenmascarar a los falsos médiums. Su éxito fue como una cachetada en la cara para los investigadores tradicionales.
Harry Price en una sesión en su laboratorio
El trabajo de Price era innovador y sus métodos involucraban investigaciones y la recolección cronológica de fenómenos aun utilizada hasta nuestros días. Su investigación de la famosa Rectoria Borley (Borley Rectory) se convirtió en la primera investigación paranormal moderna de una casa embrujada.
Harry Price nació en Londres en 1881, fue hijo de un vendedor ambulante. Su interés por el mundo paranormal inició en 1889 cuando asistió por primera vez a una presentación de un ilusionista. A partir de ese momento se convirtió en un amante de la magia y comenzó a realizar sus propios trucos de escenario para divertir a sus parientes y amigos. Desde el inicio, comprendió que los trucos se podían utilizar para sorprender a las personas y que “el ilusionista solamente guiaba al público para que vieran lo que él les quería mostrar”.
La primera investigación paranormal en la que se involucró Price, tuvo lugar cuando tenía apenas 15 años. Él y un amigo se las arreglaron para conseguir permiso de pasar la noche en una vieja propiedad que supuestamente estaba embrujada. Price relató años después que aquella experiencia había sido algo inquietante y que llegó a escuchar algunos sonidos inexplicables y murmullos aterradores. Este evento le sembró el interés por los fantasmas y los fenómenos inexplicables.
Luego de graduarse de la educación media, Price experimentó con varios trabajos, habiendo destacado como periodista. En 1908, luego de contraer matrimonio con una acaudalada heredera, comenzó a dedicarse de lleno al oficio que pasó a llamar “cazador de fantasmas”. En aquella época, él ya formaba parte de la Sociedad de Estudios Psíquicos(Society of Psych Research, o SPR), y escribía artículos sobre apariciones británicas famosas.
En 1918, Price ya había visitado decenas de casas embrujadas e innumerables sesiones de espiritismo con el objetivo de exponer a los charlatanes que abusaban de la inocencia de otras personas. Se había convertido en un maestro ilusionista y su experiencia con los trucos de escenario le permitía señalar todo tipo de estafas. Así como el famoso Harry Houdini, Price era un Debunker (un ilusionista que desenmascaraba los fraudes espiritistas). Su fama aumentó y no tardó demasiado para que se volviera el miembro más famoso de la SPR.
Imagen de Harry Price en su despacho
Una de las primeras investigaciones de Price fue la que expuso al fotógrafo William Hope que estaba haciendo una fortuna tomando fotografías de espíritus captados por sus lentes. El “cazador de fantasmas” examinó el equipo de Hope y descubrió que este utilizaba lentes previamente preparadas para simular que los fantasma se encontraban alrededor de las personas. El caso ganó cierta fama en la prensa y Hope terminó siendo procesado judicialmente, mientras que la fama de Price en Londres no hacía más que crecer. Hacia el inicio de la década de 1920, ya había desenmascarado a cuando menos 10 falsos médiums.
El cambio de carrera de Price sucedió en 1920, cuando conoció a una joven enfermera de nombre Stella Cranshaw que decía estar poseída por un espíritu desde hacía años. Afirmaba que una misma aparición fantasmal le provocaba sueños extraños, hacía levitar los objetos en el aire y producía un brusco descenso en la temperatura cada vez que se manifestaba. Absorto por la historia de Stella, Price comenzó a estudiar el fenómeno creyendo que se trataba de un fraude muy bien preparado. Se realizaron una serie de experimentos en la sede de la Alianza Espiritista de Londres y Price quedó muy impresionado con lo que vio.
Cranshaw alegó que el “escepticismo” de los presentes había provocado que “Palma” se negara a manifestarse. Los miembros de la SPR, por su puesto, afirmaron que el fraude no podía ser escenificado ante un público especialmente entrenado. Prince continuó solicitando a Stella que demostrara su don, hasta que finalmente en 1926, los dos tuvieron una fuerte pelea. Prince afirmó hasta el final de su vida que el caso de Stella era autentico, mientras que la mujer se perdió en el anonimato de una vida normal después de casarse en 1928. Hasta donde se sabe, jamás explotó a su médium en beneficio propio.
Pese a este episodio, la credibilidad de Price ni siquiera sufrió arañazos. Continuó siendo respetado y requerido como una autoridad cuando el asunto implicaba lo paranormal. Sus colegas en la SPR no aceptaban su asociación con la Alianza Espiritista de Londres lo que acarreó su expulsión de la Sociedad.
En 1928, Prince inició la construcción del Laboratorio Nacional de Investigación de lo Paranormal, que pretendía reunir documentos e historias sobre manifestaciones sobrenaturales. El archivo del Laboratorio fue desde un inicio alimentado por recortes de periódico, narraciones, archivos y cartas de todo el mundo. Además del archivo, se comenzó a formar una vasta biblioteca a medida que aficionados e interesados le enviaban a Price libros sobre el tema. Respaldado por sus fieles seguidores, Price abrió las puertas de su Laboratorio a todo aquel interesado en consultar los libros y archivos. En esa época, él escribía artículos en varias revistas especializadas en espiritismo, asuntos paranormales y enigmas sobrenaturales. También destacaba frecuentemente en los programas de radio en exploraban el tema y relataban acontecimientos fantasmagóricos.
En 1929, Price recibió una invitación para viajar por el continente europeo y dirigir experimentos que comprobaran (o no) la veracidad del don de varios médiums. En Múnich, Alemania estudió los autoproclamados poderes de un médium llamado Willi Schneider y quedó impresionado por lo que testificó. Willi era capaz no solamente de manifestar espíritus que respondían preguntas, también lograba hacer levitar objetos y asumir la apariencia y los gestos de otras personas vivas o muertas que jamás había conocido. El objetivo de Price en ese punto se había convertido en una búsqueda de espiritistas verdaderos y no en la exposición de los charlatanes. Escribió el libro “Revelations of a Spirit Medium” en el que relató todas las fases de la investigación sobre el fenómeno médium.
Dando continuidad a su viaje por Europa, Price se interesó en estudiar la base del ocultismo en Alemania. Allí realizó varias investigaciones sobre magia negra, satanismo y hechicería. Y según los biógrafos, se involucró con grupos que aseguraban ser capaces de realizar magia verdadera. Price, incluso, habría participado en una ceremonia cuyo objetivo era transformar un hombre en una cabra (experimento que falló de forma miserable).
Cerca de Rumania, fue llevado hasta una joven campesina de nombre Eleonora Zugan, que experimentaba un violento fenómeno de poltergeist. La joven fue rescatada de un asilo para enfermos mentales y fue trasladada a Viena donde consultó a varios psiquiatras. Según el investigador, Eleonora manifestaba “estigmas” en su cuerpo, heridas que coinciden con las llagas sufridas por Jesucristo durante el vía crucis. Price realizó varios experimentos y determinó que las heridas surgían de forma espontánea en el cuerpo de la joven, incluso cuando esta dormía.
Fascinado por el tema, se le otorgó un permiso de la Iglesia para consultar los Archivos del Vaticano que relataban casos semejantes alrededor del mundo. El fenómeno de Eleonora se convirtió en uno de los casos de estigmas más documentados de la historia, incluso con fragmentos capturados en un filme. A los 14 años, poco antes de entrar a la pubertad, las manifestaciones que atormentaban a la joven cesaron abruptamente.
Al inicio de la década de los 30, Price pasó a estudiar el caso de Rudi Schneider, el hermano de Willi, cuyas habilidades supuestamente superaban a las del hermano. Rudi viajó hasta Inglaterra y fue puesto a prueba por Price en el Laboratorio. Las capacidades psíquicas del joven fueron determinadas a través de lecturas y circuitos electrónicos diseñados especialmente por el investigador para medir habilidades paranormales. Entre las capacidades del joven alemán, Price destacó su notable capacidad para crear masas de ectoplasma que eran moldeadas en forma de rostros y miembros humanos. Documentó el fenómeno a través de fotografías declarando que él era “absolutamente genuino”, una prueba cabal de la existencia del mundo sobrenatural.
A lo largo de la década de los 30, Price se involucró con otros tantos campos de estudio paranormal. Unió fuerzas con los psiquiatras y estudiosos del comportamiento humano para analizar los casos psíquicos y de clarividencia. También trabajó con el investigador Nandor Fodor, un especialista en casos de fantasmas violentos y responsable de popularizar el término poltergeist (fantasma ruidoso). Los dos se involucraron en una investigación sobre un espíritu bastante inquieto que asustaba a una familia en Surrey.
Uno de los casos más raros de la carrera de Price fue el de Gef, una especie de comadreja parlanchina que vivía en Cashen Gap, en Isla de Man (sí, un animal que hablaba). El incidente que comenzó a ser difundido en 1931, atrajo la atención de Price a mediados de 1936 cuando la fama del animal parlanchín se esparcía por todo Inglaterra causando conmoción. Price se digirió hasta el lugar donde el magnífico animal aparecía, y en compañía de R.S. Lambert, el editor de un popular programa llamado “The Listener”, intentó entrar en contacto con la criatura, pero esta se negó a aparecer. El programa registró una audiencia record y la extraña entrevista dirigida por Price con preguntas hacía el roedor parlante se destaca ente los momentos más raros de su carrera.
La carrera de Harry Price tuvo un nuevo giro hacia la segunda mitad de la década de los 30, cuando el ya famoso “cazador de fantasmas” dio inicio a sus investigaciones sobre casas y lugares encantados. Tal vez fueron estos casos los que le dieron fama alrededor de todo el mundo. Price ya se había metido con el tema anteriormente, pero la exploración de una famosa casa embrujada en el condado de Essex, conocida como la Rectoría Borley (10 lugares con historias de fantasmas) lanzó su nombre al estrellato y estableció un nuevo hito para los investigadores de lo sobrenatural.
Luego de concluir su exploración en la Rectoría Borley, Price publicó varios libros sobre su experiencia como “cazador de fantasmas”. Sus trabajos se hicieron bastante populares y el jamás dejó de ser publicado durante los últimos 60 años.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Price afirmó haber sido contactado por oficiales del gobierno británico para realizar experimentos que tenían como objetivo localizar submarinos enemigos en el Mar del Norte. También reveló haber sido consultado respecto a temas de astrología y reveló que le pagaron para que revisara el mapa astral de los enemigos, entre los cuales figuraba el propio Adolfo Hitler.
Harry Price terminó sus días en 1948, víctima de un ataque cardiaco fulminante a los 67 años de edad. Al momento de su muerte continuaba trabajando en sus casos en su Laboratorio y planeaba un viaje a América. Hasta el día de su muerte acostumbró a investigar personalmente los acontecimientos sobrenaturales que aparecían en las páginas de los periódicos.