Batalla de Stoke Field

Puede considerarse como la última batalla de la guerra de las Rosas, se enfrentaron los yorkistas del pretendiente Lambert Simnel y Enrique VI, el 16 de junio de 1487.
En realidad fue una batalla tan grande como la de Bosworth, también con muchas pérdidas, debido a que ambos ejércitos estaban igualados y en parte debido a que el terreno obligó a ambas partes luchar cuerpo a cuerpo, obligando a un combate de desgaste. y donde finalmente, la victoria fue de Enrique, y casi todos los principales yorkistas murieron en la batalla.
La victoria de Bosworth inició el reinado de los Tudor y terminó oficialmente la guerra de las Rosas. Pero todavía había algunos miembros de los York que huyeron a Borgoña, donde la hermana de Ricardo III y viuda de Carlos el Temerario era una persona influyente en la corte.
El principal reclamante de la dinastía York era un primo de la hermana de la reina Margarita, Eduardo, conde de Warwick, el hijo de Jorge, duque de Clarence que se mantuvo encerrado en la Torre de Londres.
En 1.486 un sacerdote llamado Ricardo Simmons viajó a Irlanda con un chico llamado Lambert Simnel que era de la misma edad y tenía los mismos rasgos que Eduardo, al que pretendía suplantar.
Llamó la atención de Juan de la Pole, conde de Lincoln, que aunque aparentemente reconciliado con el rey Tudor, él mismo tenía una reclamación en el trono; además, el último Plantagenet, Ricardo III de Inglaterra, había nombrado a Lincoln, su sobrino, como heredero real.
A pesar de que probablemente tenía alguna duda sobre la verdadera identidad de Simnel, Lincoln vio pues una oportunidad para la venganza y la reparación.

Despliegue de fuerzas
Lincoln huyó de la corte inglesa en 19 de marzo 1487 y se fue a la corte de Mechelen (Malinas) y su tía, Margarita, así duquesa de Borgoña que le proporcionó apoyo financiero y medió los servicios del capitán mercenario alemán Martin Schwarz, o sea, eran así los nuevos piqueros de infantería, los lansquenetes.
Un ex zapatero de Augsburgo, Schwartz provenía de un ambiente humilde, pero ya en 1.475 se había distinguido en el asedio de Neuss, y luego fue nombrado caballero por el propio Maximiliano en la guerra de los Países Bajos y bajo su mando muchos suizos sirvieron que en ese momento estaban siendo importante para dar a los lansquenetes la confianza necesaria.
Reclutaron 2.000 mercenarios alemanes y suizos, bajo el comandante Martin Schwartz y además Lincoln se unió pues con varios rebeldes ingleses, en particular, lord Lovell, Ricardo Harleston, el ex gobernador de Jersey y Tomas David, un claro capitán de la guarnición de inglesa de Calais.
Ante este panorama, los yorkistas decidieron navegar a Irlanda, donde la causa de York era popular, para reunir más seguidores.
La flota yorkina llegó a Dublín el 4 de mayo de 1.487 y con la ayuda de Gerald FitzGerald, octavo conde de Kildare y su hermano Tomas FitzGerald de Laccagh, lord Canciller de Irlanda, Lincoln reclutó 4.500 mercenarios irlandeses, en su mayoría Kerns, eran una infantería altamente móvil.
Con el apoyo de la nobleza y el clero irlandeses, Lincoln hizo que el pretendiente Lambert Simnel fuese coronado como así “rey Eduardo VI” en Dublín el 24 de mayo de 1.487.
A pesar de que un Parlamento fue llamado para el nuevo “rey”, Lincoln no tenía intención de permanecer en Dublín y reunió el ejército y se llevó a Simnel con él zarpando hacia el norte de Lancashire.
Desembarcaron el 4 de junio de 1.487 en Barrow, y Lincoln fue acompañado por varios de la nobleza local dirigidos por Tomás Broughton.
En una serie de marchas forzadas, el ejército yorkino, que ahora sumaba unos 8.000 hombres, cubrieron más de 300 km en cinco días, pasando por Masham el 8 de junio.
En la noche del 10 de junio, en el páramo de Bramham, a las afueras Tadcaster, Lovell llevó a cabo un ataque nocturno con unos 2.000 hombres contra 400 de Lancaster, liderados por Clifford y el resultado fue una victoria yorkina abrumadora.
Lincoln entonces evitó al ejército del norte del rey Enrique, bajo el mando del conde de Northumberland, ordenando a una fuerza bajo Juan de Scrope montar un ataque de diversión en Bootham Bar, York, el 12 de junio y Scrope luego se retiró hacia el norte, seguido por el ejército de Northumberland.
Lincoln y el grueso del ejército continuaron hacia el sur pues a las afueras de Doncaster, se encontró con la caballería de Lancaster mandada por Eduardo Woodville, señor de Scales.
Siguieron tres días de escaramuzas a través del bosque de Sherwood y Lincoln empujó a Escales de nuevo a Nottingham, donde se quedó a esperar al ejército principal real.
Enrique mientras tanto, estaba en Kenilworth, reclutando las fuerzas cercanas, partió a la vez para Nottingham. Sin embargo, la lucha había ralentizado el avance yorkino lo suficiente para permitir el rey Enrique recibir refuerzos sustanciales bajo el mando del señor Strange en el momento en que se unía a Escales y Rhys ap Thomas, líder partidario de Enrique, también llegó con refuerzos.
En el momento en que llegó allí, 14 de junio, los rebeldes estaban en Southwell, algunos 20 km al noreste pues Enrique se trasladó a Radcliffe, entre Nottingham y Bingham llegando el 15 de junio, los rebeldes llegaron a Stoke y ambos acamparon a unos 5 kms uno del otro.
El ejército de Henry con unos 12.000 efectivos, ahora superaba en número a los yorkistas. Además, estaba mucho mejor armado y equipado que el ejército yorkino donde sus dos principales comandantes militares, Jasper Tudor y Juan de Vere, conde de Oxford, también tenían más experiencia que los líderes de York.
En la mañana del 16 de junio, los yorkistas cruzaron el río Trent por el vado de abajo Fiskerton y desplegaron pues en la colina de Rampire en dos divisiones o batallas y esperaron la llegada de los realistas, o sea, tenían el río Trent en su flanco izquierdo y quizá situaron a los alemanes a vanguardia y a los irlandeses que estaban menos protegidos a retaguardia.
El conde de Oxford avanzó en tres batallas o divisiones, sobre las 09:00 llegó la vanguardia que desplegó delante de las posiciones enemigas, la pelea con una salva devastadora de sus arqueros.
Las víctimas fueron principalmente los irlandeses que estaban poco protegidos y según algunas fuentes estaban “llenos de flechas como erizos“.
Lincoln se enfrentó con el dilema de aguantar a pie firme viendo como su ejército era destruido por la lluvia de flechas o el atacar colina abajo y entonces dio la orden a los de cargar contra el centro inglés, y sólo se detuvieron después de que de forma clara los ingleses sufrieran grandes pérdidas, y se retiraran.
La batalla duró tres horas, Oxford contratacó y consiguió poco a poco vencer la resistencia rebelde, en el nuevo en combate cuerpo a cuerpo, los pobres equipos y armas de la mitad de las fuerza yorkinas fue suficiente para romper la resistencia de gran parte del ejército rebelde.
Los alemanes rodeados por caballeros y arqueros, presentaron una desesperada última batalla y parece que se negaron a dejar sus vidas en balde pues solo sobrevivieron unos 200 a la batalla, cobrándose la vida de unos 3.000 realistas, que cayeron pues bajo sus picas.

La última resistencia de Martin Schwarz y sus alemanes
Sus comandantes Martin Schwartz, Juan de la Pole, Broughton y Lincoln fueron muertos en combate; Lovell escapó a nado por el río Trent y nunca más fue visto con vida, y Simnel fue capturado y puesto a trabajar en las cocinas reales.
Los soldados rebeldes fueron muertos por millares en un arroyo a los pies de la colina conocido como arroyo Sangriento (Bloody Gutter), en los pantanosos campos ribereños y mientras intentaban cruzar el río.
En total se cree que de unos 4.000 a 5.000 rebeldes murieron durante o después de la batalla pero además todos los supervivientes irlandeses y escoceses que fueron capturados, fueron ahorcados pero varios de los hombres notables del ejército rebelde tan sólo recibieron multas y se le confiscaron sus bienes.
Los mercenarios alemanes que sobrevivieron se les permitió salir en libertad, pero sin su paga y la mayoría de los que murieron en el campo de batalla fueron enterrados en fosas comunes en el lugar en el mismo día de la batalla.
Después de la batalla, avanzó hacia el norte a través de Pontefract, York, Durham y Newcastle para hacerse ver en las áreas que así habían sido bastiones de los seguidores de Ricardo III.
Más tarde, durante el reinado de Enrique, surgió otro pretendiente al trono, en la persona de Perkin Warbeck. Sin embargo, en esta ocasión el asunto se resolvió sin tener que librar una batalla.
Es uno de los giros extraños de la historia que Ricardo de la Pole, el hermano menor de Juan el caído en la batalla, más tarde fue el que condujo mercenarios alemanes en territorio francés pues la alianza entre Inglaterra y Francia pronto había dado así paso a la realpolitik.
Los reyes Tudor también renovaron la antigua alianza con los Habsburgo y Borgoña contra Francia y Ricardo de la Pole, el último candidato York para la corona inglesa, buscó ayuda en Francia al igual que los exiliados Tudor antes que él, pero finalmente cayó como comandante de la famosa “Banda Negra” en la batalla de Pavía en 1.525
Fuente: https://arrecaballo.es/edad-media/la-guerra-de-las-rosas-1455-87/batalla-de-stoke-1487/