Halloween, la noche del culto al diablo
Los orígenes de Halloween se encuentran en las creencias sobrenaturales y en un antiguo festival celta que data de unos 2.000 años. Originalmente llamado Samhain, marca el ultimo día de la cosecha y el almacenamiento de provisiones para el invierno. Era un festival solar que consistía en rituales de fuego y el fuego, dedicado al Señor de los Muertos. Los celtas creían que en la víspera de Samhain, los muertos se levantaban de sus tumbas para vagar libremente sobre la Tierra y causar problemas en los cultivos y el caos en las ciudades.
El fino velo entre los mundos de los vivos y los muertos se hacía indistinguible en esta noche del año, haciendo que la comunicación entre los vivos y los muertos fuera mucho más fácil. Durante las horas más oscuras de la noche, también se creía que el Señor de los Muertos accedía a todas las almas perdidas para determinar la pena. Las almas condenadas eran castigadas a pasar 12 meses después de la vida en forma animal, mientras que las buenas almas recibían otros 12 meses de muerte, aunque en forma de seres humanos. Y las personas vivas celebraban la vigilia Samhain durante las horas de oscuridad para orar por las almas perdidas. A lo largo de cientos de años, los primeros cristianos intentaron suprimir y sustituir el festival celta con el “El Día de Todos los Santos”, que se celebra el 1 de noviembre, un día de precepto en honor a santos y mártires de la fe cristiana.
Es considerada la fiesta más importante satánica, donde algunos grupos reducidos de personas practican rituales con sangre con animales o personas. Y lo que desconocen las personas es que cuando se disfrazan están de hecho glorificando el Príncipe de la Oscuridad. Y tampoco es casualidad que la medianoche, la hora más oscura de la noche (también llamada la hora de las brujas”), sea considera como el comienzo de un nuevo día y un nuevo año.
Los satanistas deciden participar en este día de fiesta o no. donde no hay reglas ni pautas. Así, mientras que la Biblia Satánica se centra en tres días de fiesta principales, también hay otros días festivos que para los satanistas son importantes. Los solsticios y los equinoccios se celebran dentro de satanismo por aquellos que desean incluir elementos naturales o demoníacos en sus prácticas. Además, Halloween también se utiliza para pactar con Satanás mediante rituales (como una misa negra) y así conmemorar el compromiso de la trayectoria personal del satanismo.
Durante la celebración de Halloween alcanza el punto máximo del mal, con una violencia desmesurada. Esta época del año se caracteriza por el mayor número de actos violentos o criminales que conducen a graves accidentes, ya sea causado por el consumo excesivo de alcohol o drogas. Incluso hay investigaciones que certifican como los efectos desastrosos de esta fiesta quedan marcados en la profunda psique de los niños que no tienen mecanismos psíquicos para defenderse de toda la actividad demoníaca.
Hoy en día sabemos que el mal es más fácilmente aceptado cuando se trata de días festivos sin control alguno. Para muchos, esta celebración es en realidad una fiesta en homenaje a la agresión, a criaturas grotescas, infernales, siniestras, además de practicarse la brujería y la magia negra.
Tanto si eres satanista como si tienes sentimientos de odio a alguna persona, puedes aprovechar la gran noche de Halloween para practicar ciertos rituales. Los expertos en el tema dicen que el día antes de Halloween se deben crear muñecos de vudú con en el nombre de las personas a las que se odia. La idea es colocar los muñecos de vudú en un círculo de fuego y luego castigarlos con la perforación de agujas. Esta tradición fue iniciada por los celtas, quienes creían que los muñecos vudú mantendrían sus enemigos controlados.
También son muchas las personas que para Halloween pagan grandes sumas de dinero para vengarse de sus enemigos. Este ritual se hace con algún artículo personal de la víctima, ya se ropa o pelo. Entonces la bruja coloca una olla sobre un fuego con los objetos personales y pronuncia en voz alta en el nombre de la persona a la que va dirigido el ritual. Otros también realizan este acto como una medida desesperada para volver con sus parejas o amantes.
Y, por último, nos quedan las pociones mágicas. Una poción mágica se mezcla en la comida para ser consumida por la persona interesada en dominarla. La idea consiste en moldear a la víctima. Las brujas suelen mezclar la poción mágica para dominar a la persona en su favor y, a veces, para que se comporte y actúe de una manera autodestructiva.
Halloween es, literalmente, la noche de las brujas, un tiempo para los mitos y la magia, por las historias de fantasmas y lo oculto. Sin embargo, son muchos los creen que es la “Noche del Diablo”,
Fuente: http://www.mundoesotericoparanormal.com/