Los fantasmas del accidente del «Dirigible R101»

El accidente del dirigible experimental británico R101 se cobró la vida de cuarenta y seis personas el 1930 y la médium Eileen Garrett asegura que el espíritu del comandante de la aeronave se manifestaba en sus sesiones para revelar datos sobre la tragedia.
Era el mayor dirigible construido hasta la fecha con grandes salones y camarotes desde donde se podía observar la fascinante estampa del paisaje inglés a gran altura.
El vuelo inaugural, cuyo inicio data de la noche del 4 de octubre de 1930 tenía como destino la India y así como si se tratase del «Titanic del aire», su destino se vio truncado al estrellarse exactamente a las 02:08 h del día 5 de octubre del mismo año contra la ladera de una colina en París Norte debido entonces a una tormenta que lo envolvió en llamas, llevándose la vida de 46 personas entre pasajeros y tripulantes donde sólo sobrevivieron 6 miembros de la tripulación.
Dos mujeres: Emilie Hinchliffe, viuda de un piloto desaparecido en el océano Atlántico dos años antes y Eileen Garrett, médium a través de la que el piloto de la Sra. Hinchliffe anunció el accidente fue partícipe de visiones premonitorias de un dirigible en llamas.
Ambas, desde Inglaterra, trataron por todos los medios de evitar tal accidente pues fueron numerosas las sesiones en las que según la médium, las voces de varios aviadores fallecidos se expresaban entonces así manifestando sus dudas respecto al R101, por lo cual Mrs. Hinchliffe comunicaba así su temor al teniente Johnston, gran amigo de su marido, que había participado en la construcción del dirigible.
El oficial se mostró cortés con la viuda, pero su escepticismo le obligó a hacer caso omiso a sus palabras y poco después, cuando se comienzan a descubrir defectos en la aeronave, Eileen Garrett advierte así de la situación a sir Sefton Brancker, director de Aviación Civil.
Como en el caso anterior, se ignoran las palabras de la médium, siéndole comunicado que el zepelín pues alzaría el vuelo y que Sir Brancker sería uno de sus pasajeros.
Si todo hubiera quedado en esto, este caso no se hubiera convertido en lo que es hoy, todo un clásico del mundo del espiritusmo, o sea, tan solo dos días después del accidente, una presencia se manifiesta en así en una de las sesiones de la señora Garrett, presentándose como el teniente H.C. Irwin, comandante de la aeronave destruida y relatando el accidente, pudiendo entonces aportar datos detallados de navegación, topografía y estructura que como era de esperar, dejaron atónitos a los participantes.
En este tipo de sesiones, por norma general, se realizan así transcripciones de lo que supuestamente los espíritus manifiestan a través de la médium.
Estas transcripciones fueron mostradas a un tal Charlton, espiritista y empleado de Cardington, quién así pudo comprobar con fidelidad los datos técnicos aportados por el espíritu del teniente.
Al mismo tiempo, el mayor Villiers, que conocía a parte de la tripulación del R101, logró interactuar con el mismísimo teniente, cuyo relato declaró plausible.
El escritor John G. Fuller, en su libro de 1979 sobre el R101 se basó ampliamente en ambas autoridades, pero asegura que quien más conocimiento tenía sobre el tema era Archie Jarman, íntimo amigo de Eileen que, en 1980, realizó un exhaustivo estudio del caso, publicándose una detallada refutación.
Antes de la investigación oficial sobre el accidente, el Mayor Oliver Villiers del Ministerio de Aviación Civil participaron en una sesión de espiritismo con Eileen Garrett donde escucharon así el testimonio de otras personas que habían perdido sus vidas en el desastre.
He aquí parte de la cuenta literal de la conversación durante la sesión entre Villiers y Scott ,miembro de la tripulación y una de las víctimas:
«Villiers: ¿Cuál era el problema? Irwin mencionó la nariz.
«Scott:. Sí, problemas de vigas y el motor.
«Villiers:. Tengo que hacer esto bien, puede describir exactamente donde tenemos los largos puntales numerados de A a G.?»
«Scott:… La de arriba es 0 y, a continuación, A, B, C, y así sucesivamente hacia abajo Mira el dibujo era la de estribor de 5C En nuestro segundo vuelo después de haber terminado encontramos la viga había sido tensada, no agrietada, y esto causó problemas a la cubierta… «
Villiers Más tarde pidió Scott, si la viga se había roto y se había desplazado a través de revestimiento de la aeronave:
«Scott: No, no se rompió, pero quebró mal y que se dividió la cubierta exterior… La mala disposición en la cubierta ,en el lado de estribor de 5C, provocó una presión no natural. La presión sobre las bolsas de gas era genial, y las ráfagas de viento eran tremendos. Esta presión externa, junto con el hecho de que la válvula era frágil, hizo explotar la válvula de inmediato, y al mismo tiempo el gas liberado se incendió desde el motor «.
Pero la parte más impresionante del mensaje era «casi rozó los techos en Achy». Esta aldea, cerca de Beauvais en Francia, tenía una parada de tren pequeña que no se encontraba así en ningún mapa de la época normales.
Sólo se encontraba en un mapa a gran escala utilizado por el personal del ferrocarril, pero el capitán Irwin habría tenido una copia y allí estaba, en el mensaje de la Sra. Garrett.
El informe del Tribunal de Investigación mostró que prácticamente cada una de estas afirmaciones era así correcta.
Nadie se materializó en la sesión de Elleen Garrett, o sea, que no hubo manifestaciones físicas como raps o levitaciones, tan querida por los espiritistas y los primeros investigadores psíquicos.
¿Por qué entonces es tan importante para el caso espiritista el caso R101? La razón es, que muchos de los científicos que se arriesgaron al ridículo, declarando su creencia en cifras materializadas y resulta con ello que se fueron igualmente convenciendo de que estos fantasmas de las sesiones espiritistas, pueden ser la evidencia de una vida futura, o sea, a su juicio, la mediumnidad mental, podría proporcionar la prueba.
Fuente: https://realidadtrascendental.wordpress.com/2013/06/01/el-caso-del-r101/