Dolmen de Guadalperal

El dolmen de Guadalperal es un monumento megalítico que data de entre finales del V y el III milenio a.C. y diseñada con una finalidad funeraria.
Está situado en la localidad cacereña de El Gordo, o sea, en la comarca del Campo Arañuelo en el este de Extremadura en España y está bajo las aguas del embalse de Valdecañas en el río Tajo y soló es visible en el momento en el que el nivel de las aguas lo permite.
Consta de más de 150 lajas de granito, ortostatos, puestas en disposición vertical, o sea, 12 o 13 de ellas conformarían una cámara ovoide de cinco metros de diámetro, que estaría precedida por un corredor de acceso de más de 5 metros de largo y de aproximadamente 1,5 metros de ancho.
Justo a la entrada de la cámara se encuentra un menhir de dos metros de alto decorado con grabados y el monumento está rodeado por un «anillo circular» formado por bolos de cuarcita que es el resultado del vaciado que hizo del túmulo original el arqueólogo alemán Hugo Obermaier en sus excavaciones de la década de 1920.
El citado arqueólogo vació completamente el túmulo que en origen cubría la estructura del dolmen y con ello dejando al descubierto las lajas de granito. El «anillo exterior» no es, por tanto, una parte original del monumento, sino el material descartado por Obermaier durante su excavación.
Durante el Neolítico y el Calcolítico el dolmen cumpliría una función funeraria, como demuestran pues de una forma clara los ajuares recuperados.
En una escombrera cercana se hallaron 11 hachas, cerámicas, cuchillos de sílex , un punzón de cobre y así también se localizó un asentamiento de la época que se estima pudiera ser anterior al sepulcro.
En él había hogares, manchas de carbón y cenizas, cerámica, molinos y piedras para afilar hachas así entre otros objetos. Los restos romanos encontrados en el lugar, una moneda, fragmentos de cerámica junto a una piedra de moler indican que en esa época fue reutilizado.
Un aficionado de la localidad de Peraleda de la Mata ha propuesto que una supuesta serpiente grabada en el menhir se corresponde en realidad con una representación del curso del río Tajo, ya que recordaría a una translación sobre plano de sus meandros. Sin embargo, no hay ningún tipo argumento científico que respalde esta hipótesis.
El monumento se halló en 1925 siendo así excavado entre 1925 y 1927 por el arqueólogo alemán Hugo Obermaier, capellán de la casa de Alba.
En la década de 1950 el matrimonio alemán compuesto por Georg y Vera Leisner sería el encargado pues de recopilar la documentación dispersa entre la Universidad de Friburgo y la finca de los Alba y realizando una publicación científica sobre el mismo.
En la década de 1990, Primitiva Bueno y Rodrigo Balbín visitaron el monumento y publicaron los entonces los grabados localizados en el menhir.
En 2021 se emprendieron nuevas excavaciones arqueológicas en el yacimiento y el 10 de mayo de 2022 fue declarado bien de interés cultural (BIC) por el Consejo de Ministros de España.
En 1963 el dolmen de Guadalperal quedó inundado tras la construcción de la presa de Valdecañas en el río Tajo, siendo únicamente visible cuando baja el nivel del embalse en el que se halla inmerso.
El hecho de estar sumergido la mayor parte del tiempo puede haber erosionado el monumento y con ello su entorno, como también lo han hecho las visitas a las que se somete el sitio.
En 2019, tras una nueva sequía que permitió observar los daños en el monumento se pusieron en marcha acciones para su conservación y declaración como Bien de Interés Cultural.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Dolmen_de_Guadalperal