La historia de la cerveza Heineken

El 30 de junio de 1863, Gerard Adriaan Heineken decidió comprar una fábrica de cerveza en Ámsterdam llamada Haystack ya que tenía grandes planes, y pronto trasladó la fábrica Haystack del centro de Ámsterdam a un edificio nuevo en las afueras de la ciudad.
Heineken quería introducir una «cultura de la cerveza» en los cafés de Ámsterdam para la élite artística e intelectual de la ciudad y finalmente lo consiguió.
Tras este primer éxito continuó en otras ciudades como la fábrica Bierbrouwerij Maatschappij NV de Heineken y el Crooswijkse Singel de Rotterdam.
El cuidado de la calidad era de suma importancia ya que la mayoría de la cerveza se transportaba hasta los clientes en barco y ésta quedaba expuesta a una serie de condiciones climáticas que hacían peligrar la calidad del producto.
Un riesgo específico era la levadura de la cerveza pues gracias a los avances científicos tanto del doctor C. Linde con las máquinas refrigeradoras como del doctor H. Elion con la levadura, Heineken empezó a obtener grandes beneficios.

Gerard Adriaan Heineken
Como consecuencias de esto, no tardaron mucho en llover solicitudes del extranjero para realizar visitas y obtener información acerca de estas innovaciones.
Gerard Heineken era un enamorado de Francia y quería que su cerveza fuera la favorita en París pues en la Feria Mundial de 1889, Heineken fue galardonado con el Diplome de GRAND PRIX y anteriormente, ya había ganado una medalla de oro en París y un Diplome d´Honneur en Ámsterdam.
En 1914, tras el fallecimiento de su padre Gerard, su hijo Henry Pierre asumió el mando de la empresa y entre otras medidas se decantó por la introducción de la tecnología moderna.

La fábrica de Heineken en la actualidad
En vista del crecimiento del mercado de exportaciones, en 1929 la fábrica dio comienzo a su propia producción de cerveza embotellada que se distribuían por todo el mundo pero sobre todo a EE.UU..
Gracias a esta gran expansión comercial, donde cada vez era mayor Heineken pasó de ser una empresa nacional a convertirse en una multinacional.
Antes de iniciar su carrera como director de la fábrica de cerveza, Alfred Heineken estuvo dos años viviendo en Estados Unidos, donde descubrió la publicidad y el efecto de la marca Heineken.
Gracias a ello, en 1948 sacó la primera botella de Heineken etiquetada con la marca y así comenzó una larga historia de campañas publicitarias y anuncios que se centraron en la marca y no en el producto, introduciéndose cambios en la tipografía y logotipo de Heineken.
Durante muchos años, Heineken y Amstel habían competido intensamente, y ambas marcas tenían una cuota de mercado prácticamente idéntica tanto en Ámsterdam como en el resto del país.
Amstel era famosa por su sofisticado diseño y por la fabricación de cervezas negras. Al mismo tiempo, las fábricas de cerveza del extranjero estaban buscando fábricas potenciales en los Países Bajos que pudieran absorber, lo que constituyó una inquietante noticia para Heineken.
La absorción de la fábrica de Amstel por parte de Allied Breweries fue desastrosa para Heineken, y no le quedó otra alternativa que cooperar con ellos.

Fotos en el Museo Experience de Ámsterdam
Durante la década de los setenta, el mercado de la cerveza en Europa estuvo muy segmentado, y cada país tenía su propia cultura con su propia tradición cervecera.
Heineken quería conquistar el «Fuerte Europa» y reemplazar a las otras marcas de cerveza y Francia fue el primer objetivo con la compra a Brasserie de l»Esperence, de Estrasburgo.
Luego le siguió una participación mayoritaria en el grupo italiano Dreher y además trasladó la fábrica de Rotterdam a la zona rural central del país, iniciando la tradición de Heineken de una fabricación de cerveza sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Heineken continuó forjándose como empresa y marca internacionales gracias a exitosas campañas publicitarias donde el color verde se usaba en sus anuncios de todo el mundo.
A principios de la década de los ochenta, Heineken ya se vendía en 145 países del mundo y la expansión por Europa con la cerveza irlandesa Murphy»s y la española El Águila.
En 1989, con la caída del Muro de Berlín, Heineken se expandió hacia el este y adquirió una participación mayoritaria en la marca húngara Komarom, la polaca Zywiec y siguió avanzando hacia Rusia.
En Extremo Oriente, Heineken construyó fábricas de cerveza en Vietnam, Tailandia y Camboya al tiempo que siguió reforzando su posición en toda Europa: en Francia con Fisher, en Italia con Moretti y en España con Cruzcampo.
A finales de 1999, la marca Heineken fue aclamada por el sector comercial neerlandés como la Marca del Siglo y Alfred Heineken fue nombrado Anunciante del Siglo.
Actualmente su hija, Charlene de Carvalho-Heineken, que continúa con la tradición familiar a través de su trabajo encargándose de la dirección de la compañía.
Fuente: https://www.monografias.com/trabajos89/cerveza-heineken-comercializacion-cuba/cerveza-heineken-comercializacion-cuba.shtml