Ferdinand Verbiest

Ferdinand Verbiest (Pittem, Flandes, 9 de octubre de 1623 – Pekín, China, 28 de enero de 1688) fue un célebre misionero jesuita flamenco en China, durante la dinastía Qing e inventor del primer vehículo a vapor del que se tiene constancia.
Verbiest estudió en Brujas, Kortrijk, Lovaina, Sevilla (donde fue ordenado sacerdote en 1655) y luego en Roma (donde concluyó sus estudios de Teología y Astronomía) para luego ingresar en la Compañía de Jesús en 1641.
En 1658, marchó a China, vía Lisboa, con el fin de potenciar las misiones en Extremo Oriente y en la corte de Kangxi obtuvo su mayor nombradía, corrigiendo antes el calendario chino y enseñando así los avances que la ciencia europea había logrado en el campo de la astronomía.
Verbiest fue una figura fundamental en la corte del emperador Kangxi, al lograr importantes cargos con la dinastía manchú dadas sus excepcionales dotes como matemático y astrónomo, entre otros Director del Antiguo Observatorio Astronómico de Pekín (que reconstruyó y reequipó) y el de Jefe del Departamento de Matemáticas.
Verbiest fue además amigo personal de Kangxi, quien le admiraba mucho y le requirió frecuentemente por sus conocimientos en matemáticas, geometría, música y filosofía.
Verbiest escribió más de treinta libros, y a más de sus dotes como diplomático y cartógrafo, dominaba el latín, alemán, español, neerlandés e italiano; estudió también el idioma manchú, al cual tradujo pues los primeros seis libros de Euclides.
Además de su trabajo en astronomía, Verbiest también experimentó con vapor pues así lrededor de 1672 diseñó, como un juguete para el emperador Kangxi, un carro propulsado por vapor que fue, seguramente, el primer vehículo de vapor en funcionamiento (‘auto-móvil’).
Verbiest lo describe en su manuscrito Astronomía Europea que fue terminado en 1681 y que más tarde un fraile lo trajo a Europa y luego fue impreso en 1687 en Alemania.
En este trabajo, Verbiest mencionó por primera vez el término motor (latino) en su significado actual pues con una carga de carbón, escribió que el vehículo podía moverse más de una hora.
Como solo tenía 65 cm de largo claramente se trataba de un modelo a escala, o sea, que no estaba pues diseñado para transportar pasajeros humanos, ni un conductor o mercancías, no es estrictamente exacto llamarlo ‘automóvil’. A pesar de esto, fue el primer vehículo que pudo moverse con la potencia del motor «hecho a sí mismo».
Dado que la máquina de vapor aún no se conocía en ese momento, Verbiest usó pues el principio de un eolípilo, o sea, el vapor se generó en una caldera en forma de bola, emergiendo a través de una tubería en la parte superior, desde donde se dirigía a una simple » turbina de vapor » abierta (como una rueda hidráulica) que accionaba las ruedas traseras.
No está verificado por otras fuentes conocidas si el modelo de Verbiest alguna vez se construyó en ese momento y no existe un dibujo auténtico del mismo, aunque resulta que si que tuvo acceso a los mejores artesanos metalúrgicos de China que estaban construyendo instrumentos astronómicos de precisión para él.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ferdinand_Verbiest