Historia y origen del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias «González Martí»

La construcción del antiguo edificio del Palacio se debe a la familia Rabassa de Perellós, saga iniciada por el matrimonio Francesc de Perellós y Joana Rabassa.
Será su nieto, Giner Rabassa de Perellós y Montagut, quien adquirirá luego el señorío de Dos Aguas en 1496 a Luis Cornell Boil de Ladrón, iniciándose así la Baronía de Dos Aguas.
Tal vez entonces se impulsaran las primeras reformas de gran importancia del edificio, que se extenderán a los siglos siguientes, incluso ampliando su superficie mediante la compra de propiedades colindantes.
Sin embargo el aspecto exterior del edificio no variará excesivamente, en relación con la configuración medieval, hasta el ascenso al marquesado de los barones.
Existe información gráfica que permite apreciar esta evolución, como el plano de Valencia realizado por el Padre Tosca en 1704, que incluye vistas del Palacio contemporáneas a cuando se alcanzó el marquesado con Giner Rabassa de Perellós y Pardo en 1699.
El edificio gótico era una construcción que constaba de entresuelo, planta noble y desván con galería corrida, al modo de otros palacios similares de la época, como el de la Almoina.

La sala de la cocina
El conjunto se completaba con tres alas alrededor del patio con entresuelo y piso y en la parte trasera se repetía esta configuración en torno a otro patio cerrado por dos crujías mientras que su segundo patio no era otra cosa que un huerto que albergaría un jardín posteriormente (hacia 1825).
Hacia 1740, Giner Rabassa de Perellós, III Marqués de Dos Aguas, decide renovar su casa solariega como muestra de su poder y linaje, encargando la obra al grabador y pintor Hipólito Rovira, que sustituye el carácter severo de la antigua casa por una gran abundancia decorativa.
De esta reforma destaca especialmente la portada principal , que fue realizada en alabastro por Ignacio Vergara, según el diseño de Hipólito Rovira.
La fachada, de estilo puramente barroco, presenta dos figuras alegóricas del río, en alusión al marquesado y que está rematada por una clara hornacina con la Virgen del Rosario que fue realizada por el mismo Vergara protegida por un balcón corrido del cual se conservan grabados y fotografías.
Una fotografía tomada entre 1854 y 1863 muestra el aspecto original de la portada anterior a la reforma del siglo XIX, en la que podemos claramente que destaca una prolongación de la ornamentación basamental en el lado oeste.
De hecho, el proyecto de reforma de la fachada de José María Xímenez y Cros, fechado en 1863, elimina esta parte y propone entonces una fachada neobarroca para integrar y contextualizar la portada de Rovira y Vergara.
Pero la reforma de mayor envergadura se emprenderá con D. Vicente Dasí Lluesma, quien hereda el título de marqués de Dos Aguas en 1853, una vez que se agota la sucesión directa.
Éste decide llevar a cabo una amplia reforma del edificio entre 1854 y 1867, de carácter básicamente ornamental en un claro eclecticismo, que combina rococó, neo-imperio y motivos chinescos.
La reforma se basó en un claro cuidadoso estudio de la esencia del propio inmueble, como evidencia el proyecto de Ramón M. Xímenez y Cros pues se modificó, sustituyendo por un estucado jaspeado el estuco de Rovira y luego rehecho por Ferrer en el siglo XVIII, ya que carecía de cualquier protección constructiva, como un alero o saledizo pues se derribó el balcón corrido del siglo XVIII.

El salón de Baile
En el patio interior se sustituyeron las ventanas góticas por balcones con relieves de figuras alegóricas alusivas a las artes (arquitectura y escultura), a la agricultura y al comercio, base de la riqueza del marqués.
En la reforma participaron Salustiano Asenjo y José Brel junto a Plácido Francés, José Felipe Parra, José Marcelo de Contreras, Francisco Molinelli, Eleuterio Álamo y otros, como artífices de la decoración.
Estas obras crearon un conjunto de espacios, alterando con ello la altura de las salas, acortando otras o revistiendo los techos con escayolas que luego servirían de soporte a la decoración de cada ámbito.
Asimismo, se adquirió mobiliario de la época, como el conjunto de muebles de Dresde con aplicaciones de porcelana sajona de la Sala de Porcelana y tras años de obras al final se inauguró la reforma el 17 de mayo de 1867.
En 1941 el Palacio fue declarado monumento histórico-artístico y en 1949 fue vendido y adquirido por el Ministerio de Educación para ubicar allí la importante colección de cerámica de D. Manuel González Martí y su esposa Doña Amelia Cuñat, donada al estado el 7 de febrero de 1947.

Imagen del Museo González Martí a principios del siglo XX
Durante siete años tuvo su sede en el domicilio del fundador, pero tras la rehabilitación del Palacio de Dos Aguas, llevada a cabo entre el 26 de julio de 1950 y 18 de Junio de 1954, abrió allí sus puertas el Museo Nacional de Cerámica.
Entre 1969 y 1972 se amplió el Museo, iniciándose la construcción de una nueva ala que en su exterior reproduce fielmente el estilo de la fachada del Palacio del siglo XIX
En los 80 el Museo necesitaba mejorar su infraestructura e instalaciones así como emprender la restauración del inmueble y la renovación de su propia museología.
En 1990 el Museo se cerró al público para las obras de rehabilitación, que se extenderían hasta el año 1998, o sea, año en el que reabrió sus puertas al público.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_del_Marqu%C3%A9s_de_Dos_Aguas