Paz de Cambrai

Un caluroso 5 de agosto de 1529, en la ciudad francesa de Cambrai, se ponía fin al segundo conflicto entre Francia y los ejércitos imperiales.
Desde principios del siglo XVI, Europa se había convertido en un tablero de ajedrez en el que Francisco I de Francia y el emperador Carlos V, lucharon una y otra vez por su hegemonía territorial, arrastrando a otras potencias como son las de Inglaterra o el papado.
Con la firma del tratado de paz de 1529, se establecía un período de calma que poco duraría y las personas que fueron las que firmaron dicho tratado no fueron los dos monarcas en conflicto, sino dos mujeres muy próximas a ellos: Luisa de Saboya, madre de Francisco I como representante de Francia, y Margarita de Austria, tía de Carlos V, en nombre del imperio de los Habsburgo, o sea, la Paz de Cambrai pasaría a la historia como la Paz de las Damas.
La paz de Cambrai ponía fin a un período de guerras, alianzas y traiciones ya que en 1525 las tropas tanto de Francisco I y Carlos se habían enfrentado en Pavía, muy cerca de Milán, en la primera guerra hispano-francesa.
Allí, el rey francés había caído prisionero y un año después, con la Paz de Madrid, Francisco era liberado a cambio pues de sus dos hijos, entre ellos el futuro Enrique II, que quedarían como rehenes en la villa castellana.
De vuelta a su país, Franscisco I no dudó en volver a enfrentarse a su enemigo secular, o sea, se alió con la Inglaterra de Enrique VIII, la Florencia de los Médicis y la Roma de Clemente VII.
La nueva alianza, conocida como Liga de Cognac o Clementina, no pudo tampoco con el poderío imperial y en 1527 Las tropas de Carlos V entraban en la Ciudad Enterna y protagonizaron el conocido como Saco de Roma.
Con el papa preso en el Castillo de Sant’Angelo y los ejércitos imperiales presionando una y otra vez a los aliados de Francia, Carlos V demostraba una vez más su importante poderío. Con las arcas de ambos bandos exhaustas y viendo la necesidad de restablecer la paz, ambos contendientes decidieron sellar la paz.
El escenario elegido fue la ciudad francesa de Cambrai pues en el tratado de paz, el emperador Carlos V perdía pues el ducado de Borgoña a cambio de Nápoles, Milán y Génova, de modo que el emperador confirmaba su total hegemonía sobre Italia.
Además, los rehenes de Carlos V, los hijos de Francisco I, serían liberados a cambio de una ingente suma de dinero. Un enlace matrimonial entre las familias de los dos enemigos cerraba el tratado: Leonor de Austria, hermana de Carlos V, debería confirmar su compromiso matrimonial establecido años antes, con Francisco I.
Las dos mujeres que firmaron el tratado de Cambrai fueron la madre de Francisco I y la tía de Carlos V.
Luisa de Saboya, casada con el conde de Angulema, Carlos de Valois, tuvo dos hijos, Margarita y Francisco, quien luego subiría al trono de Francia en 1515 y Luisa se dedicó a educar sus hijos y a participar en la vida política antes y después del reinado de Francisco.
Durante sus ausencias, mientras luchaba en el campo de batalla, Luisa ejerció como regente de su hijo varias veces, e incluso participante activa en la vida y el gobierno de su país, no es extraño que fuera la elegida para representar pues a Francisco I en la firma de un tratado tan importante como el de Cambrai.
Margarita de Austria fue la representante de su sobrino Carlos V, o sea, viuda del príncipe Juan, hijo pues de los Reyes Católicos, y sin hijos, dedicó su vida a cuidar a sus sobrinos, hijos de su hermano Felipe el Hermoso y su mujer, Juana la Loca pero además Carlos siempre tuvo gran confianza en su tía quien fue regente de los Países Bajos durante años.
La paz de las damas no fue el final del largo conflicto entre Francia y el Imperio. Después de que Carlos fuera coronado emperador en 1530, Francisco I y después su hijo Enrique II, continuarían enfrentándose a la hegemonía del imperio de Carlos I.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Paz_de_Cambrai