Los asesinatos de Honora Kelley

Honora Kelley nació en el año 1857 en Boston, y era hija de unos inmigrantes irlandeses donde su madre, Bridget Kelley murió a causa de u brote de tuberculosis cuando ella era una niña pequeña.
Como consecuencia de ello, su padre, Peter, no superó nunca esta pérdida y, a decir de quienes le conocieron, a medida que iba pasando el tiempo se iba sumiendo poco a poco en la locura.
En el año 1863, cuando Honora contaba seis años y su hermana Delia Josephine dos menos, fueron llevadas por su padre al Orfanato Femenino de Boston aludiendo que le resultaba imposible hacerse cargo de ellas.
Según documentos de la institución, en el año 1864 Honora se iría como criada al domicilio de Ann C. Toppan, en Massachussets y aunque no fue adoptada formalmente por el matrimonio Toppan, Honora cambió su apellido por el de ellos, así como su nombre de pila pasándose a llamar Jane Toppan.
Su hermana Delia permaneció en la institución hasta bien avanzado el año 1868, cuando se fue a una casa en calidad de servicio doméstico. Lo único que se sabe de ella después es que acabó ejerciendo la prostitución para acabar muriendo finalmente alcoholizada en la indigencia.
Jane fue enviada en 1885 por el matrimonio Toppan al hospital de Cambridge (Massachussets) para que estudiase enfermería y mientras estudiaba pasaba mucho tiempo con los enfermos, y allí descubrió el poder de muchos fármacos opiáceos.
Jane comenzó entonces a experimentar con los pacientes, especialmente con medicamentos como la morfina y la atropina, variándoles las dosis recomendadas por los facultativos para observar los efectos en su sistema nervioso.
En el año 1889 se fue al Hospital General de Massachussets, de donde sería despedida al poco tiempo debido a que fue sorprendida administrando altas dosis de medicamentos a los pacientes por iniciativa propia.
Posteriormente, en el año 1895, se emplearía como enfermera privada, en una carrera en la que estaba prosperando a pesar de sus múltiples denuncias por robo.
En 1899 se produciría lo que fue su primer asesinato demostrado, cuando envenenó a una antigua compañera de orfanato llamada Elizabeth con una altísima dosis de estricnina.
A principios del año 1901 se fue a vivir a la casa de Alden Davis en Cataumet para atenderlo debido a su pésimo estado de salud, agravado por una depresión tras la muerte de su mujer.
Lo que Alden no sabía era que la propia Jane había envenenado a su esposa y en cuestión de semanas, Jane envenenó a Alden, a dos de sus hijas y como a Jane se le acabó el trabajo decidió regresar a Boston.
Allí encontraría al viudo de Elizabeth, su antigua compañera de orfanato, y decidió conseguirlo para ella donde primero envenenó y mató a la hermana del hombre, y posteriormente lo envenenó a el con idea de curarlo para demostrarle que era una enfermera capacitada.
Mientras esto ocurría, las supervivientes de la familia Davis decidieron encargar una autopsia debido a que no estaban seguros del todo de que las tres muertes -cuatro, si contamos a la mujer de Alden- hubiesen sido por causas naturales.
Efectivamente, el informe del forense indicó que al menos la hija menor de Alden, la última en morir, había sido envenenada y cuanto la policía fue puesta en conocimiento de estos hechos, se emitió inmediatamente una orden de arresto contra Jane Toppan por asesinato que se produjo el 26 de Octubre de 1901.
Ya en comisaría, Jane confesó haber matado a once personas por envenenamiento y el 23 de Junio de 1902 el tribunal que la juzgaba la declaró no apta para ser juzgada debido a “locura”, con lo que resolvieron su internamiento de por vida en el frenopático de Taunton.
Posteriormente hablando con su abogado, Jane declararía haber acabado con la vida de un total de 31 personas y en el año 1938, a la edad de 84 años Honora Kelley, “Jane Toppan” moriría en el frenopático de Taunton, un lugar en el que llevaba encerrada 36 años.
Fuente: https://matase.wordpress.com/2010/12/30/jane-toppan/