Las 7 leyendas de la ciudad de Praga
Toda ciudad o rincón tiene detrás un pasado legendario peculiar, con muchas historias que evocan a un mundo sobrenatural y entre ellas se encuentra la ciudad de Praga. Oscura y misteriosa, con innumerables fábulas, legendarios habitantes, con sus calles oscuras bañadas en tradicionales adoquines, tenebrosas siluetas góticas y el reflejo de su milenaria cronología.
Así es la ciudad ubicada en el corazón de Europa, que aún guarda con celo sus recuerdos y vive de los ecos de su memorable historia pues desde siempre, la capital checa ha sido foco de atracción para los miles de turistas que la visitan año tras año atraídos por los enigmas que posee. Pero, ¿qué tendrá la ciudad que ha sido protagonistas de un sin número de leyendas de todo tipo, misterios, maldiciones y hasta fantasmas?
1) La leyenda del Golem
La criatura del Golem existió en el barrio del viejo gueto de Josefov durante los años de la II Guerra Mundial y la ocupación alemana de Checoslovaquia. Mientras los judíos eran perseguidos y constantemente acechados por los alemanes, existía el enigmático Golem, quien carecía de alma y cerebro, pero que tenía un solo propósito: proteger al pueblo antes los ataques de los enemigos.
El rabino Judá Loew ben Bezale dio vida a la criatura, en una noche frente al río Moldava, y que al momento de su creación puso en su boca una tabla con palabras de la Torá. En principio, el Golem cumplía cualquier orden, hasta que un día su inventor olvidó retirarle de la boca las palabras provocando que la criatura enloqueciera. Es el propio Loew quien termina con la criatura y que hoy en día los restos descansan en la Sinagoga Vieja-Nueva Straronova.
2) La leyenda del reloj astronómico de Praga
El reloj de la Ciudad Vieja fue construido por el maestro relojero Hanus en el siglo XV, siendo el único que conocía a la perfección su mecanismo y complicado funcionamiento. No es un reloj cualquiera ya que da la hora en tres sistemas distintos, calcula la órbita del sol y la luna y su movimiento dependiendo los signos del zodiaco.
Al poco tiempo de su creación, Hanus diseñaba un nuevo reloj astronómico perfeccionado. Al enterarse de la obra, los consejeros de la ciudad irrumpieron en el taller del relojero y le clavaron un puñal en ambos ojos, dejándole ciego por el resto de su vida. Más tarde, un Hanus convaleciente, le pide al gobernador tocar por última vez la obra antes de su muerte. Una vez frente a la maquinaria, el relojero toma en sus manos la venganza y rompe una de las palancas principales y en ese mismo instante cae muerto. Pasaron más de 500 años hasta que otro ingeniero fue capaz de arreglar la obra y debido a ello cuenta la leyenda que desde el misterioso suceso el reloj carece de la misma funcionalidad que la de sus primeros días.
3) El conjuro del jinete sin cabeza
En la calle Liliova del Barrio de Ciudad Vieja aparece todas las noches el reflejo de un hombre sin cabeza montado sobre un inmenso caballo blanco. Se dice que el jinete, quien lleva un manto blanco con una cruz roja, renunció al cristianismo justo antes que le cortaran la cabeza. Incidente que le costó la maldición de no abandonar este mundo pues cada noche, el descabezado se pasea por la calle sujetando su cabeza en una mano. Dice la leyenda que sólo hace falta que un joven valiente le atraviese con su espada el corazón para librar al jinete de la maldición.
4) Las leyendas que bañan el puente de Carlos VI
El puente más famoso de Europa une los barrios de Malá Strana y Staré Město. Inusualmente al momento de elevar sus bloques se utilizaron yemas de huevo en la mezcla con el fin de hacerlo más fuerte. Cabe destacar que desde los inicios de la historia los habitantes de Praga han sido bastantes supersticiosos, por ejemplo: para la construcción del Puente, Carlos VI escogió con minuciosidad la fecha de su construcción; en el año 1357, el día 9 del mes 7 a las 5:31 de la mañana, lo que supone una secuencia de números impares 1,3,5,7,9,7,5,3,1.
En ambos lados del puente figuran 30 estatuas de santos, siendo la de San Juan Nepomuceno la más relevante. El santo era el confesor de Sofía de Bavaria, esposa del rey Wenceslao VI. El rey, al sentir desconfianza de su esposa le pide al apóstol que revele sus secretos íntimos, negándose éste rotundamente, decisión que le costó que el rey le cortara la lengua y lo arrojara al rió desde el puente. Al cruzar el Moldava se vislumbra la figura del santo acompañado por la reina Sofía a un lado y un perro al otro.
5) Las tres rosas blancas
A un lado de la plaza pequeña de la Ciudad Vieja se sitúa el edifico, con una estructura normal, pero con una leyenda de amor tenebrosa. La casa de las tres rosas blancas, antiguamente una ferretería, de la que se distingue sus llamativas pinturas en la fachada en recuerdo de la leyenda que allí existió.
Se dice que en tiempos remotos vivieron allí tres jóvenes hermanas cuyos padres fallecieron, dejándole a éstas una gran herencia. Riqueza que las llevó a vivir de la avaricia pues su mayor ilusión era encontrar un hombre apuesto y rico que las llevara a vivir a algún castillo lejos de Praga y tiempo más tarde llegó un hombre con las mismas características pues primero se lo prometió a la hermana mayor; más tarde llegó otro hombre que hizo lo propio con la segunda hermana y luego un último rico que enamoró a la tercera joven.
Las tres hermanas partieron con sus respectivos acompañantes, dejando la casa de las tres rosas deshabitada. De las hermanas, nunca se supo nada más y cuenta la leyenda que los tres hombres resultaron ser la misma persona que engañaba con falsas promesas a la hermanas para dejarlas en la miseria.
6) La tenebrosa colina de Vyšehrad
Si las calles de Praga están forradas en mitos y leyendas, Vyšehrad es la llave de todos los secretos y misterios. Es en el castillo de Vyšehrad donde residieron los primeros monarcas checos, según la historia.
Su leyenda comienza con la princesa Libuse, quien a orillas del río Moldava lanzó una profecía de la eterna Praga: “Aquí nacerá una ciudad cuya fama y gloria llegará hasta las estrellas”. En las profundidades del río descansan un ejercito de hidalgos, arrojados por la princesa, y se dice que volverán a la vida cuando Praga enfrente peligros de guerra. Al esconderse el sol aparecen 34 fantasmas, muchos de éstos escritores checos y una veintena de Damas de Blanco, entre ellas la Libuse y otro de los fantasmas que aparece es la Doncella Negra. Ésta esparce un aliento helado que imposibilita que crezcan las plantas cerca de ella y la imagen de nueve perros negros. El más conocido de ellos es un can negro que lleva atado en el cuello una cadena de fuego.
7) La ciudad de las cien torres
A Praga también se la conoce como la ciudad de las cien torres, en alusión a todas las que rodean el famoso castillo medieval. Además de sus funciones defensivas, muchas de las torres sirvieron como prisiones de las que leyendas y mitos se enlazan con la historia de la ciudad.
La Torre Daliborka, bautizada así por el nombre de su primer prisionero Dalibor de Kozojed, conocido como el “Robin Hood” de aquellos tiempos. Al prisionero se le escuchaba tocar un violín todos los días, hasta que un día la melodía dejó de sonar. Se dice que a Dalibor se le relacionó con el sonido del instrumento ya que en tiempos medievales se le llamaba violín a un instrumento, de forma similar, pero de tortura. La “música” era producida por los prisioneros al momento de ser torturados.
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