El Grimorio de San Cipriano

Considerado como uno de los libros mágicos más poderosos y codiciados, el grimorio de San Cipriano contiene una gran variedad de rituales y hechizos oscuros que han llevado a la ruina a miles de personas a lo largo de la historia en un intento de hacerse con una copia de esta publicación.
Mago santo por excelencia, San Cipriano de Antioquía es el supuesto autor de este grimorio, compilación de fórmulas mágicas muy diversas y diferentes localizaciones de tesoros repartidos a lo largo del Reino de Galicia y parte de Portugal.
El Libro de San Cipriano es un grimorio, es decir, un libro que recoge fórmulas mágicas, atribuido a San Cipriano de Antioquia, el santo mago por excelencia, y en el que una parte fundamental se ocupa del desencanto de tesoros, incluyendo también, en muchas de sus ediciones, una lista de tesoros del Reino de Galicia y de partes de Portugal, con localizaciones detalladas de dónde encontrarlos.
El libro de San Cipriano se encuadra perfectamente en la categoría de los grimorios o libros de nigromancia, lo que significa que es un libro de magia ritual dedicado a la magia negra.
Aunque gran parte del mismo se dedique a la magia blanca -curación de enfermos, etc.-, lo cierto es que en todos ellos aparece, aunque sea una mínima parte de magia negra, lo que hace que caigan directamente en dicha categoría.
Parece que no hay testimonios de gente que se hiciera rica gracias al Ciprianillo, aunque seguramente lo que pasó fue que, quienes se hicieron ricos por estos medios, lo mantuvieron en silencio para evitar robos.
Sin embargo muchos de los inicialmente felices poseedores del libro, después no lo fueron tanto, ya que agotaron capital y salud buscando los magníficos tesoros prometidos.
Esto fue especialmente cierto en Galicia, donde abundaron los casos de gente que adquiría algún ejemplar, pagando grandes sumas de dinero que juntaban, a menudo, vendiendo toda su hacienda.
En Galicia circularon leyendas que situaban dicho libro en algún departamento reservado de la Biblioteca de la Universidad (según otros de la Catedral) de Santiago, donde se encontraba encadenado para que nadie lo pudiera abrir y leer su contenido.
El propio Bernardo Barreiro cuenta que cuando estuvo trabajando en el Archivo de Simancas (Valladolid) iban hasta allí paisanos a pedirles una copia del famoso libro y que, ante la respuesta de que allí no se encontraba ningún Libro de San Cipriano, la gente se mostraba recelosa y era muy difícil de convencerles de ello, aunque se les dijera, incluso, por los propios empleados que si hubiera allí algún Ciprianillo, ellos ya serían ricos y no estarían trabajando en aquel sitio.
Fuente: https://misteriosleyendasdegaliciayasturias.wordpress.com/2017/08/29/el-grimorio-de-san-cipriano-o-ciprianillo/