La Guerra de los ochenta años: sitio de Amberes (1584-1585)

El sitio de Amberes se produjo durante la guerra e los Ochenta Años entre el 3 de julio de 1584 y el 17 de agosto de 1585 donde supuso la victoria de las tropas españolas al mando del Rayo de la Guerra.
Con el éxito de este asedio, se culminó una de las ofensivas españolas más importantes durante el conflicto ya que en el plazo de dos años se cercaron un gran número de ciudades estratégicas al mismo tiempo; todas ellas con victoria para los intereses de las armas imperiales: Amberes, Gante el 17 de septiembre de 1584, Terramunda, Dunkerque, Zutphen, Brujas, Nieuwpoort, Alost y Bruselas tomada el 10 de marzo de 1585.
En ese tiempo, Amberes era la mayor ciudad flamenca y constituía el centro económico, cultural y financiero de las Diecisiete Provincias pues tenía una población de más de 100 000 habitantes.

Alejandro de Farnesio
Tras el asedio español, los rebeldes protestantes que sobrevivieron fueron obligados a desalojar la ciudad con lo que se ponía punto final a la etapa dorada de la ciudad, la cual ya había finalizado con el Saqueo de Amberes.
El asedio comenzó a mediados de 1584, después de una racha de victorias: las conquistas de Dunquerque, Ypres, Brujas, Aalst, Nieuwpoort, etc. por el capitán general Alejandro Farnesio sobre las tropas rebeldes.
La conquista por parte de los Tercios españoles de este enclave protegido por diez baluartes, un amplio foso inundado y el río Escalda, se hizo posible gracias a la construcción de un puente de 800 metros de largo y 4 de ancho sobre el río.

Puente Farnesio sobre el río Escalda
La construcción del puente consistió en un primer momento colocar postes de madera verticales sobre el lecho del río, unidos luego por unas vigas de madera transversales para después sobre este armazón colocar los tablones que daban forma al suelo.
Para conseguir la madera necesaria para construir el puente, hubo que ir a la arboleda de Terramunda, en el transcurso de este asalto murió el maestre de campo Pedro de Paz a causa de un disparo en la frente.
Los españoles cada vez ganaban más terreno pues los sitiados esperaban la ayuda de una flota, proveniente de Zelanda al mando de Justino de Nassau, un hijo bastardo de Guillermo de Orange, con la que supuestamente haría el abastecimiento a la ciudad de agua y víveres al tiempo que rompería el puente sobre el río Escalda.
Para ello, los holandeses contaron con el ingenio de Federico Giambelli, que enfadado con España, se pasó al bando holandés, este, creó unos barcos que tenían una torreta hecha de piedras y ladrillos introduciendo objetos, pues hacían de metralla y pólvora.
Estos barcos-mina, se untaban de pez, para ser totalmente impermeables al agua y no mojar la pólvora pues cumplieron su cometido, o sea, explotaron y segaron la vida a un centenar de hombres y como consecuencia de ello el puente tuvo que ser reparado a duras penas.

Ataque con brulotes o barcos incendiarios al puente Farnesio.
Para que no volviera a ocurrir se le encomendó al coronel Mondragón, la construcción de un contradique con la que defenderse de estos buques y una vez terminado tuvo que rechazar un ataque de las fuerzas navales de Justino de Nassau y de barcos procedentes de Amberes y lo consiguió.
Pasó el tiempo y los holandeses consiguieron reunir una flota de 160 barcos de diferente calado con la que querían arrollar el contradique y tras ello los holandeses arrollaron los puestos avanzados españoles, pero en la zona del contradique, los españoles consiguieron frenar a la flota holandesa gracias a que un tercio de españoles e italianos que consiguieron resistir hasta que se llevaron más refuerzos al dique.
Luego los españoles asaltaron los buques holandeses en un cuerpo a cuerpo que duró ocho horas y en la que los españoles consiguieron tomar 25 naves y 75 cañones.

Felipe II
En esta jornada los muertos del bando rebelde se contabilizaron entorno a unos 3000 y en el bando imperial unos 1000, de los que sobre la mitad eran españoles.
Al fin, la ciudad se rindió en agosto de 1585, entrando los tercios españoles por las puertas teniendo al frente a su jefe, Alejandro Farnesio y la victoria fue celebrada por los soldados con un gigantesco banquete sobre el puente del Escalda, con mesas que se extendían de orilla a orilla del río.
Tras las celebraciones desmantelaron el puente sobre el río y se de nuevo se reconstruyó la ciudadela-fortaleza levantada por el duque de Alba que el de Orange había posteriormente derruido.
Al conocer Felipe II la victoria de Amberes, Alejandro de Farnesio recibió el Toisón de Oro por su fidelidad y valor. La noche en la que el monarca Felipe II recibió la noticia de la rendición de Amberes se levantó de la cama y fue a la habitación de su hija Isabel donde una vez abrió la puerta, dijo «Nuestra es Amberes», volviéndose después a dormir, ante la sorpresa de su hija.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Amberes_(1584-1585)