Batalla de Estrasburgo o de Argentoratum (357)

En la primavera del año 357, los alamanes renovaron sus incursiones, penetrando en la Galia pues Constancio II vio en ello la ocasión de destruir a los alamanes de una vez por todas.
Envió 25.000 hombres de Italia al mando de Barbacio y Juliano diseñó un plan para atrapar a los alamanes en un movimiento entre su ejército y el de Barbacio, con el objeto de confinarlos en un espacio muy pequeño y allí aniquilarlos.
Sin embargo, cuando Juliano iba a fortificar Saverne y a enviar auxiliares contra las islas del Rin en posesión de los alamanes, recibió noticias de que éstos habían arremetido contra las fuerzas de Barbacio, derrotándolas y obligando a éste a retirarse a sus cuarteles de invierno.
Ello redujo las fuerzas de Juliano a 10.000 infantes (4.500 legionarios y 5.500 auxiliares) y 3.000 jinetes, que habían de enfrentarse a un ejército bárbaro que se componía de 7 reyes (Chonodomario, Velstrapo, Urio, Ursicino, Serapio, Suomario, y Hortario) y 10 príncipes que congregaron a 30.000 infantes y 3.000 jinetes ordenando a Juliano abandonar el oeste de Renania que consideraban suyo por derecho de conquista.
Juliano rechazo la orden y se preparó para repeler la invasión y a primeros de agosto, los exploradores romanos informaron que los alamanes se encontraban entre Argentatorum y Drusenheim.
Viendo una rara oportunidad de entrar en batalla contra todo el ejército alamán, emprendió el camino, se encontraban a 34 km de distancia, avanzó con jinetes exploradores delante, la infantería ligera en vanguardia y la caballería ligera a los flancos para proteger la columna.
A medio día los exploradores le informaron de que los alamanes se encontraban en una elevación del terrero un poco más adelante, en la margen occidental del Rin, donde los alamanes seguían reuniendo fuerzas.
Ante este situación, Juliano ordenó construir un campamento fortificado con foso y empalizada para atacar al amanecer del día siguiente, tras el descanso nocturno pero como no podía disuadir a sus tropas, decidió atacar inmediatamente.
Juliano desplegó sus fuerzas con su magister equitum Severo en el ala izquierda para evitar sorpresas procedentes del bosque, en el centro situó la infantería ligera a vanguardia para hostigar al enemigo (3.000) y detrás la infantería pesada: la legión palatina Regii (800-1.200) y los auxiliares bátavos, cornutii y brachatii (800-1.000). En el ala izquierda 2 vexilationes ligeras (1.000), en el ala derecha 3 vexilationes pesadas (1.500) (cada vexilatión tenía de 400 a 600 jinetes).

Despliegue de tropas en la Batalla de Argentoratum
A retaguardia situó la reserva en la que estaban 500 brucelarios de la Scola de Mediolanum, y la legión Primanii que era una legión comitatense (1.000) e infantería posiblemente hérulos, celtas y petulantes.
Los alamanes formaron con la caballería en las alas, el ala derecha escondida en un bosque bajo el mando de Serapión con jinetes mezclados con infantes, en la derecha mandada por Cnodovario también con jinetes e infantes.

Despliegue inicial de fuerzas en la Batalla de de Argentoratum
En el centro la infantería, en primera línea Chonodomario y en segunda línea Comitato y la infantería formaba en la típica formación de muro de escudos y la cuña para el ataque.
El ejército romano avanzó, pero Severo que marchaba el el ala izquierda, detectó la emboscada, Juliano ordena detener el avance y entonces los bárbaros avanzaron y fueron recibidos por una lluvia de venablos y flechas de la infantería ligera, que se replegó detrás de la infantería pesada, desde donde siguieron lanzando proyectiles.

Chnodomario encabeza a los jefes tribales
Los alamanes exigieron a sus caudillos desmontar para combatir a pie pero chocaron con las legiones que formaron un muro con sus escudos, de los que sobresalían las lanceas.
Severo se impuso en el ala izquierda, derrotando a sus oponentes y avanzar con orden, pero la caballería pesada romana del ala derecha se desbandó cuando uno de sus máximos oficiales resultó herido.
En la huida, habrían rebasado incluso a sus propias líneas si las legiones no se hubieran mantenido firmes pues Juliano al frente de los clibanarios y su guardia personal, reunió tras él a los que huían y recompuso el ala.
La batalla se resolvió en una lucha de infantería en todo el frente pues ante el las armas arrojadizas (jabalinas, venablos y flechas), la formación bárbara comenzó a descomponerse.
Los auxiliares germanos de las cohortes cornuti y bracchiati lanzaron el grito de guerra germano, el barritus, para que sus oponentes supieran a quién tenían enfrente.
Los romanos formaron un muro de escudos, y siguió un combate a empellones que los alamanes intentaron superar con hombros y rodillas, y con frenéticos golpes de espada.
Chonodomario encabezó una fuerza de jefes tribales que rompieron el frente romano creando una brecha importante en la primera línea y la legión Primani que estaba en reserva actúa y restablecen la línea.
Aquel fue el último esfuerzo de los alamanes, que incapaces de adentrarse en el muro de escudos romanos, y ante el gran número de sus bajas, iniciaron la huida.
Ebrios de sangre, los romanos rompieron la formación y los persiguieron hasta el Rin, donde Juliano lanzó una carga y ordenó masacrar a los germanos con armas arrojadizas mientras intentaban atravesar el río a nado.

Desarrollo de la Batalla de Argentoratum
Los alamanes perdieron 6.000 hombres y otros 2.000 más al cruzar el Rin y Chonodomario fue capturado y enviado a Roma, donde falleció poco después. Las bajas romanas sumaron 243 hombres, entre ellos dos tribunos.
Juliano fue aclamado como Augustus por sus tropas en el mismo campo de batalla pero rechazó el título y ordenó a la unidad de caballería, que casi le había costado la victoria, que desfilara al día siguiente con ropa de mujer.
Después de la batalla penetró 16 km en territorio germano, asolando todo a su paso, hasta que se topó con la selva y regresó ante posibles emboscadas, firmando una tregua de 10 meses.
Transcurrido el plazo, volvió a cruzar el Rin para doblegar el orgullo de los reyes Surmar y Hortorio que habían participado en la victoria de la batalla de Estrasburgo.
Fuente: https://arrecaballo.es/edad-antigua/invasiones-germanicas/invasiones-en-el-siglo-iv/