Leyendas de la Cueva del monje

Una de ellas cuenta la historia de un tal Tomás Segura, vecino de la zona que vagaba por estos lares pensando en suicidarse tras perder a su amada esposa, cuando tuvo un fatídico encuentro con el diablo.
Segura se refugió en la famosa cueva de Guadarrama albergando la esperanza de no ser localizado por el Diablo pero este conocía perfectamente todas las zonas incluida la de los bosques de Valsaín, y acudió años después a cobrarse su deuda.
La leyenda dice que el tal Segura, ya convertido en monje solitario, se encomendó entonces a la Virgen, la cuál logró convencer al Diablo para que abandonara su propósito.
Desde entonces, se dice que por los bosques de la localidad segoviana vaga solitaria el alma del monje y que aún puede oírse en las noches invernales de luna llena su lamento entre los legendarios pinos de este lugar.
La otra leyenda cuenta la historia del caballero templario Hugo de Marignac, llegado de Francia hasta estos bosques para esconder un gran tesoro entre los serrijones de la cumbre de Siete Picos.
Cumplida su misión, el templario se quedó a vivir al rebufo de los cortesanos que frecuentaban el palacio de Valsaín donde quedó prendado de Blanca, una condesa, que, tuvo que recurrir a las artes oscuras de un ermitaño, Oriel, para ganarla.
El caso es que Oriel, que tenía estas mismas peñas por casa, pidió a cambio el tesoro escondido y el templario al darse cuenta de ello intentó que el ermitaño no consiguiera su propósito y este, en venganza, hizo desaparecer, por un despeñadero, al templario y la condesa. Y parece que también el templario anda por ahí vagando en noches de luna llena.
Fuente: https://www.siempredepaso.es/